El 24 de mayo se cumplieron 80 años del terremoto de 1940, el segundo más fuerte registrado en Lima después del ocurrido en 1746. El sismo provocó el derrumbe de muchas casas en la ciudad, como la de Luis Antonio Eguiguren y Rosa Barragán en Chorrillos. Hoy todavía se pueden ver restos de lo que algún día fue aquella imponente residencia de verano frente a la playa Agua Dulce.
Por Redacción COSAS Fotos Archivo familia Eguiguren
“Mi tía María, a la que todos conocíamos como Marita, contaba que ella y su hermano –mi abuelo– disfrutaban mucho de la casa cada verano”, cuenta Manuel Eguiguren, bisnieto de Luis Antonio Eguiguren y Rosa Barragán. “El verano de 1940 llegaba a su fin y, como era habitual al terminar la temporada, todos debían regresar a su residencia habitual, ubicada en uno de los departamentos del edificio Rímac –o casa Roosevelt– ubicado frente a la plaza de los Héroes Navales. Marita siempre me decía, con bastante nostalgia, que ella y su hermano Luis José disfrutaron ese verano como si hubiese sido el último.
Y, en efecto, lo fue”, puntualiza. El 24 de mayo de 1940, al promediar las 11:35 de la mañana, un fuerte movimiento sísmico remeció Lima. En casa de los Eguiguren Barragán, todos salieron a la calle menos Francisco Isumi, el elegantísimo mayordomo, quien venía trabajando durante años con la familia. Según cuenta la anécdota de los Eguiguren, relatada por la misma Marita, cuando terminó el sismo nadie sabía dónde estaba Francisco.
“Al preguntarle por su paradero, este contestó que había subido al punto más alto del edificio Rímac, ya que pensó que, si el edificio caía, él terminaría encima. Mi tía lo contaba echando varias risas, muy características de ella”, recuerda Manuel. El devastador terremoto de 1940 tuvo una magnitud de 8,2 grados en la escala de Richter.
Una de las zonas más afectadas fue la franja costera limeña, donde se asienta el distrito de Chorrillos. Se sabe que más del 80% de las edificaciones acabaron destruidas y, según testimonios de la época, una gran nube de polvo cubrió Lima producto de los derrumbes en los acantilados. La destrucción también arrasó con la casa de verano de la familia Eguiguren.
Verano frente al mar
La residencia de verano de los Eguiguren Barragán fue construida por encargo de Luis Antonio Eguiguren y Rosa Barragán a inicios de 1920. Según el estilo republicano de la época, e inspirándose en las casas de verano de los balnearios europeos de moda, se convirtió en una de las residencias más imponentes de lo que hoy conocemos como Costa Verde. Estaba ubicada en el número 43 de la calle Lima, en el distrito de Chorrillos, en lo que actualmente es el malecón.
La fachada estaba adornada con dos imponentes esculturas traídas de Italia que resguardaban la puerta de ingreso principal del inmueble. Los interiores de la casa estaban decorados con muebles, cuadros y objetos traídos desde Europa, los cuales fueron adquiridos cuando Luis Antonio Eguiguren fue enviado en misión diplomática a la Santa Sede en 1924.
La casa de estilo republicano también albergaba una enorme biblioteca, en la que el historiador y político peruano pasaba largas horas leyendo. Debido a la ubicación de la casa en el borde del acantilado, las habitaciones principales tenían una vista completa de la bahía limeña. Asimismo, los jardines descendían por el acantilado, y eran atravesados por una escalera iluminada por altas farolas que conducían a una terraza, que estaba situada a unos pocos metros sobre el mar.
En esta terraza se encontraba el acceso a un muelle propio, desde donde Luis José Alejandro, primogénito de la pareja, solía remar hasta el Club de Regatas. En esta casa, la familia vivió momentos trascendentales, como el nacimiento de Luis José Alejandro, en 1920; y el de María de Jesús Ángela, en 1922, quien les transmitió a sus sobrinos los recuerdos de su infancia y su juventud hasta su muerte en 2010.
El asalto a la casa a manos de la policía secreta del gobierno
Aunque mayoritariamente felices, estos recuerdos también rememoran tiempos oscuros, de angustia y persecución. Esto, a causa de la anulación de las elecciones de 1936, en las que Eguiguren fue electo presidente. Tras la anulación de los comicios y debido a la elección de Eguiguren a la primera magistratura del Estado, se produjo un asalto en la casa de Chorrillos a manos de la policía secreta del gobierno.
En ese entonces, se dañaron seriamente varias habitaciones de la casa, como el cuarto de juegos. Se quemaron valiosos libros y manuscritos de la biblioteca. Se destrozaron también varias de las piezas de arte y del mobiliario que los asaltantes no pudieron robar.
El terremoto de 1940
El final llegó el 24 de mayo de 1940. Aquel día en el que Lima y varias ciudades del litoral peruano temblaron, el sustrato de la casa se desprendió, lo que causó que el inmueble se deslizara por el acantilado camino del mar, arrastrando así una época y gran parte de los recuerdos de una familia.
Tras el terremoto de 1940, la familia optó por abandonar el centro de Lima y se estableció en el 2356 de la avenida Arequipa, en donde permanecieron hasta inicios de 1960. Los propietarios de la casa fueron Luis Antonio Eguiguren Escudero, hijo de Francisco José Eguiguren Escudero y Josefina Escudero Menacho; y Rosa Barragán. Su padre, Francisco José, luchó en la batalla de Miraflores del 15 de enero de 1881 en la defensa de Lima. Años después, sería senador por Piura, luego ministro de Justicia, Instrucción y Culto (1903-1904) durante el gobierno de Manuel Candamo y presidente del Poder Judicial y de la Corte Suprema en 1912.
Josefina, su madre, era nieta por vía materna de Juan Gualberto Menacho Beytia, firmante del Acta de la Independencia. Rosa Barragán era hija del acaudalado hacendado azucarero Genaro Barragán Urrutia, quien fue conocido por haber encargado en su momento la construcción del Palais Concert o casa Barragán. Este edificio, aún en pie, se encuentra ubicado en la esquina del jirón de la Unión y la avenida Emancipación. Genaro sería inmortalizado en la famosa marinera norteña “300 libras de oro”.
‘El historiador de San Marcos’, Luis Antonio Eguiguren
Luis Antonio nació en Piura el 21 de julio de 1887. Fue alcalde de Lima en 1930, pero en 1931 tuvo que renunciar para asumir la presidencia del Congreso Constituyente de 1931. Sin embargo, no pudo firmar la Constitución de 1933 debido a que tuvo que partir al exilio rumbo a Chile. Durante su tiempo en Santiago vivió en el elegante hotel Crillón. En 1936 venció en las elecciones generales, siendo electo presidente, pero dicho proceso electoral, como ya se dijo, luego sería anulado. Finalmente, asumió en 1953 la presidencia del Poder Judicial y la Corte Suprema.
Es conocido como ‘El historiador de San Marcos’ por haber escrito los tres tomos que comprenden el “Diccionario Histórico Cronológico de la Real y Pontificia Universidad de San Marcos y sus Colegios”. Junto con “Las calles de Lima”, escrito bajo el seudónimo Multatuli–, forman parte de las más de cincuenta publicaciones académicas que realizó.
Su destacada trayectoria hizo que, en 1987, en el centenario de su nacimiento, se declarase en su honor el 21 de julio como el Día del Humanista Peruano. Luis Antonio Eguiguren sigue siendo el único peruano que ha llegado a presidir de manera democrática los tres poderes del Estado.