El Papa Francisco se refirió a esta posibilidad durante su reciente gira por Canadá. Su salud se ha deteriorado en los últimos meses.
Por Sergio Herrera
El Papa Francisco declaró que «la puerta está abierta» a su posible renuncia al pontificado. Así lo confirmó durante una rueda de prensa en el vuelo de regreso de su viaje de seis días a Canadá. El Sumo Pontífice agregó que su renuncia al cargo «no sería una catástrofe». Mientras se dirigía a los periodistas, Francisco se refirió a sus limitaciones físicas. Por ejemplo, actualmente debe movilizarse en silla de ruedas por un problema de la rodilla que le impide caminar. De hecho, en esta ocasión, atendió a los periodistas sentado en una silla. El Papa no cree que pueda seguir «con el mismo ritmo de los viajes de antes».
«A mi edad y con esta limitación tengo que ahorrar fuerzas un poco para poder servir a la Iglesia o «al contrario, pensar en la posibilidad de echarme a un lado», dijo durante la rueda de prensa de más de 45 minutos. Había terminado una larga jornada que incluyó un viaje a Iqualuit, una lejana ciudad del norte canadiense donde habita el pueblo inuit.
El Papa Francisco saluda a un jefe de la etnia Inuit durante su visita a región de Nunavut en el norte de Canadá. Pidió perdón por los abusos perpetrados por los católicos hacia las comunidades indígenas.
Se mantiene como posibilidad
Las declaraciones del Papa Francisco llaman la atención, pues en anteriores ocasiones, desmintió la posibilidad de su renuncia. Ahora no tendría problemas en emular lo realizado por su antecesor, Benedicto XVI. Éste último renunció al pontificado en febrero de 2013, al afirmar que «le faltaban fuerzas». Sin embargo, la renuncia de Francisco aún se mantiene como posibilidad y él cree que «aún no la siente». Según el Papa, cualquier tipo de decisión será la voluntad del Señor. «Si el Señor te indica que tienes que ir al rincón, te vas al rincón», declaró y especificó «que aún no ha sentido esa llamada».
¿Viajará a Ucrania?
A pesar de sus problemas de salud, el Papa no descarta que seguirá con su agenda de viajes. Francisco considera que «es una manera de estar cerca de la gente». En ese sentido, todavía le quedan pendientes viajes a Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. Son países africanos con importantes comunidades católicas y que resaltan por ser dos de las naciones más pobres y violentas del mundo. Por otro lado, el Sumo Pontífice no descarta un viaje a Kiev, la capital de Ucrania. «Veremos lo que me encuentro cuando llegue a casa», sostuvo.
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