Tras la entronización del nuevo Pontífice, revisamos con Sergio Corvacho, experto en moda y columnista de COSAS, los atuendos que usó la mandataria durante sus encuentros con Francisco I y León XIV.
Por Belén Medina Pizarro
Dina Boluarte asistió el 18 de mayo a la entronización del Papa León XIV y, como se observa en las imágenes del evento, lució un atuendo acorde con el código de vestimenta pontificio: un vestido negro, sin escote, de manga larga y con un corte que llegaba por debajo de la rodilla. Llevó además una mantilla negra sobre el cabello, que, aunque es opcional, aún se utiliza como muestra de respeto al protocolo vaticano.
Sergio Corvacho, experto de moda y columnista de COSAS, afirma que, en esta ocasión, no se «la puede criticar mucho», ya que acertó en su atuendo, y «se la vio bastante bien» en imágenes.

León XIV y Dina Boluarte el 18 de mayo, tras la entronización papal.
Cabe recordar que durante su última reunión con Francisco I, la mandataria fue el centro de críticas, memes y demás en redes sociales, debido a su aspecto fúnebre y la aparente frialdad del encuentro.
Sin embargo, Sergio alude a que aunque la Iglesia «promulga la sencillez y humildad, modestia», mantiene «un protocolo exagerado». «No se debería ir vestido de velorio para asistir a un evento religioso», agrega.

«Es un look de velorio, pero no hay nada que ella pueda hacer», señala Sergio Corvacho respecto al encuentro de Dina Boluarte y el Papa Francisco I, el 14 de octubre de 2023.
En entrevista previa con COSAS, el reconocido cirujano plástico Paul Durand —formado en la Cleveland Clinic y parte del equipo que realizó el primer trasplante de rostro en EE.UU.— realizó un análisis técnico de las transformaciones estéticas del rostro de la presidenta Dina Boluarte.
Explicó que, en junio de 2023, la mandataria se sometió a cuatro procedimientos: rinoplastia con septoplastia funcional, blefaroplastia inferior transconjuntival, injertos grasos e hilos tensores. Meses después, se le aplicaron bótox y vitaminas.

El cambio más evidente en el rostro de Dina Boluarte es el uso continuo de bótox.
“Lo que más salta a la vista es que las ojeras ya no están ahí, tiene volumen restaurado en los pómulos”, señaló. Sobre la rinoplastia, precisó que “la nariz debe verse y funcionar bien”, por lo que es correcto incluir una septoplastia. No obstante, advirtió sobre los riesgos de los hilos tensores: “No los recomiendo. Pueden generar fibrosis y una apariencia tirante”.
Un año después, el especialista percibe un rostro menos hinchado pero con más volumen, posiblemente por aumento de peso. “Tras una cirugía estética facial, es importante mantener un peso estable”, concluyó.
Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS.