La inminente llegada del invierno no debe agarrarnos desprevenidos. Tener las cosas claras nos permitirá diseñar la mejor estrategia para enfrentar cada nuevo reto con tranquilidad. ¿La prioridad? Seguir con nuestro entrenamiento y consolidar los hábitos saludables sin poner excusas.
Por Mirko Micunovic @fitmirko
El cambio de luz es un hecho determinante en la motivación de quienes se acostumbran a hacer ejercicio únicamente durante el verano. Y estas nuevas circunstancias no solo afectan nuestra constancia en el gimnasio, las horas que le dedicamos y el empeño que ponemos cuando vamos, sino además el ánimo que nos queda para el resto de las actividades en las que participamos.
Entonces… ¿cómo prevenir los riesgos del cambio de estación? Principalmente, hay que aprovechar los días de sol que aún tengamos para ir a la playa o a los malecones –una suerte que tenemos los costeños–, y exponernos el mayor tiempo posible a la luz natural. Además de ser la mejor fuente de vitamina D, el sol es un estupendo agente motivacional durante las mañanas y un relajante natural por las noches, pues regula el ritmo circadiano, diciéndole al cuerpo cuándo debe aumentar los niveles de la hormona llamada melatonina, muy vinculada con nuestros ciclos de sueño.
Por otra parte, deportes sociales y exteriores como el fútbol o el ciclismo también son una excelente forma de ejercitarnos y nutrirnos del sol con mucha diversión de por medio.
Todo esto es un bio-hack que nos ayudará a mantenernos con buenas energías durante estos meses, incluso si no podemos ir al gimnasio como antes. Sin embargo, más allá de ciertas lesiones, no hay ninguna buena razón para detener el entrenamiento y perder el avance logrado. Estemos preparados para un cambio en nuestro ánimo, pero sigamos yendo hacia adelante, siempre.
Los cuatro pilares de una vida saludable
- Ejercicio: nunca es tarde para decirle «no» a los hábitos sedentarios e iniciar mejores rutinas. Recuerda que la OMS recomienda 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada a la semana.
- Nutrición: es el complemento por excelencia del ejercicio. Asegurémonos de que cada plato incluya los tres
macronutrientes; es decir, carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
- Naturaleza: estar en contacto frecuente con el océano o el campo nos contagiará su armonía. Mientras más cerca estemos de la naturaleza, más cerca estaremos de nosotros mismos.
- Hidratación: a veces solemos olvidarlo, pero un vaso de agua tibia por la mañana es esencial para una vida sana (y lo primero que deberíamos beber al levantarnos). Si queremos más beneficios, podemos agregarle una o dos gotas de limón, un gran alcalinizante.
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My Fitness Journey
Alumno invitado: Carla Tello / Conductora de noticias
Llegué a TRIM Gym en 2021, porque el especialista que logró bajarme 20 kilos de peso me lo recomendó. Dijo que era el lugar ideal para mantener mi nueva figura. Cuando lo probé, una de las cosas que más me gustaron fue que usaran MyZone, una banda elástica que registra en tiempo real tu frecuencia cardiaca y las calorías que quemas. Aquello te da un grado distinto de motivación.
Había probado otros gimnasios antes, pero en ninguno encontré la buena onda que hay en TRIM. A eso le sumo que aquí las clases son de pocos alumnos, lo que permite que los entrenadores siempre estén atentos a mi desempeño.
Este año, después de dar a luz, he regresado para perder el peso que gané con el embarazo. Voy cada mañana, antes de ir a trabajar al canal. Y es que no hay nada que me llene de energía como entrenar temprano.
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