“Mi novio y yo tenemos una relación muy bonita. Cuando nos conocimos, dejé claro que quería tener hijos en el futuro. Él dijo que estaría bien con la idea, pero que no era algo crucial para él. Sin embargo, acordamos que podríamos considerarlo en el futuro. Recientemente, expresó que en realidad no desea tener hijos. El problema es que él es tres años más joven que yo (tengo 37 años y él 34), por lo que es posible que aún no sienta el deseo de ser padre. Me dijo que si no puedo aceptar una vida sin hijos, sería mejor terminar nuestra relación. ¡Ahora no sé qué hacer! Por un lado, estoy preocupada de que si decido dejarlo, pueda arrepentirme de perder una relación tan amorosa y de apoyo (además, me aterra la idea de que él pueda encontrar a alguien más y decidir tener hijos con ella, mientras yo me quede sola). Pero por otro lado, no puedo evitar pensar en un futuro sin hijos, especialmente porque siento que el tiempo se está acabando. ¿Debería quedarme con él y esperar a que cambie de opinión? ¿O no debería arriesgarme, o perder mi tiempo, y buscar una vida que incluya la maternidad, aunque sea sin él?

Por Cecilia de Orbegoso

Debo decirte que esta encrucijada que estás viviendo no es ninguna novedad, ya que he escuchado una trama similar de varias de mis amigas recientemente. La gran mayoría tienen entre 35 y 40 años, e incluso algunas superan los 40, pero no tienen ningún prospecto claro de una relación estable, más si uno que otro «peor es nada». Se conforman con alguien que les brinde compañía, pero con quien no pueden imaginarse formando una familia. La gran pregunta que se hacen es: ¿estoy perdiendo el tiempo? Y si es así, ¿por qué no me atrevo a romper la relación?

Basándome en los resultados que he presenciado durante los últimos años, puedo decir que las que decidieron prolongar la relación con la esperanza de que su pareja cambie (ya sea de opinión en cuanto a un futuro juntos, formar familia, aspiraciones laborales y/o personales) terminaron tristes y frustradas. No por nada se dice “más fácil es cambiar de hombre que cambiar al hombre”. Y aquí te digo una cosa muy cierta: en tu caso, nada garantiza que él vaya a cambiar de opinión; por el contrario, lo único garantizado es que si te quedas esperando indefinidamente a que él cambie mientras tus oportunidades de ser madre se van diluyendo, tu resentimiento y frustración acabarán dinamitando la relación. Es muy simple: para ti, la maternidad es importante, mientras que para él, no tener hijos es una prioridad, y la felicidad y la realización personal son aspectos cruciales de la vida que no deben sacrificarse para complacer a otra persona o mantener una relación.

Ahora, te dejo una pequeña reflexión que yo no puedo evitar preguntarme: ¿Quién nos metió la idea de que el enamoramiento y la maternidad se alinearán perfectamente en el tiempo? No necesariamente un galán estable durante tus 30s es el pasaporte a la maternidad, ni mucho menos ser madre implica que nunca más te enamorarás. Así que no pienses en blanco y negro.

Creo que es evidente que deseas ser madre, y lo has dejado muy claro desde el principio de tu relación con tu actual novio. No es solo un capricho pasajero, sino una meta significativa y vital para ti. Toma esa claridad de intención como una motivación para dar tus siguientes pasos sin arrepentimientos. No tienes necesariamente que esperar a encontrar pareja, y sé que la idea de ser madre soltera puede sonar como una opción aterradora y desafiante, especialmente si implica renunciar a una relación amorosa y estable, pero tener un bebé de manera no tradicional no significa que no tendrás un final feliz. Puede ser un camino difícil, pero también puede ser increíblemente gratificante y enriquecedor. ¿Has pensado en congelar óvulos? Si tu situación lo permite y tienes los recursos económicos necesarios, adelante. Es posible que te dé el espacio mental para relajarte y, paradójicamente, conocer a alguien en los próximos años.

Finalmente, es comprensible que tengas miedo de estar sola y de enfrentarte al futuro desconocido sin la seguridad de una relación amorosa. Sin embargo, es importante recordar que la soledad no es lo mismo que estar solo. Y déjame decirte que es muy probable que tu ex encuentre a alguien más. Lo siento. Es así como sucede. Los hombres entran en nuevas relaciones muy rápidamente después de grandes rupturas. Y no tiene nada que ver contigo. Yo siempre digo: “lo que es, bien. Lo que no, ¡también!” Lamentablemente, en el amor, el timing es caprichoso, y la mayoría de las veces nos damos cara a cara ante una pésima intersección entre dos personas y sus respectivos tiempos.

Cualquiera que sea tu decisión, confía en tu intuición, y sobre todo en ti misma y en tu capacidad para enfrentar los desafíos que se te presenten. Pero te aconsejo que en todo momento te enfoques en lo que podrías ganar, en lugar de aferrarte a lo que podrías perder. A fin de cuentas, la idea no es decidir por desesperación, por el contrario, dar pasos alineados a una elección consciente de tu futuro.

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