El coste de la solemne ceremonia, cargada de simbolismo, es ahora conocido y se develó oficialmente por el Gobierno británico
Por: Redacción COSAS
El 6 de mayo de 2023, Charles III comenzó su reinado de manera solemne, siguiendo el legado de la monarquía británica. En una ceremonia cargada de rituales, pompa y una estricta simbolización de la Corona, el hijo de Isabel II fue coronado en la Abadía de Westminster, el mismo lugar donde su madre había recibido la misma distinción en 1953.
Según los datos oficiales revelados por el Gobierno británico, el coste total de la coronación ascendió a 86,5 millones de euros (72 millones de libras esterlinas). El Departamento encargado de coordinar el evento se encargó de más de 60 millones de euros (50 millones de libras), mientras que los costes policiales, a cargo del Ministerio del Interior, alcanzaron los 26 millones de euros (22 millones de libras). La cifra final se encuentra dentro del rango estimado previamente, entre 50 y 100 millones de libras.
Aunque la cantidad pueda parecer excesiva, diversas fuentes aseguran que el coste de la coronación de Charles III fue considerablemente menor que el de otros eventos de la monarquía, como la coronación de su madre en 1953. En aquella ocasión, la ceremonia fue de mayor envergadura, con un número de invitados significativamente más alto. De hecho, la lista de asistentes al evento de 2023 fue reducida a solo una cuarta parte de la que tuvo Isabel II en su coronación, en la misma Abadía de Westminster.
En la lista de 2.200 invitados, además de la familia real, se incluyeron 90 jefes de Estado, las primeras damas de países como Estados Unidos y Ucrania, y personalidades del mundo del espectáculo como Emma Thompson, Katy Perry, Lionel Richie y el mago británico Steven Frayne, quien participó con un espectáculo de ilusionismo. Este conjunto de figuras contribuyó a la pompa y el lujo de un evento histórico.
El recorrido y la ceremonia
La jornada de la coronación comenzó con la salida de Charles y Camilla desde el Palacio de Buckingham. En su recorrido hacia la Abadía de Westminster, la pareja real cubrió los dos kilómetros de distancia en el carruaje de estado Diamond Jubilee, tirado por seis caballos y escoltados por 1.200 efectivos. La seguridad del trayecto estuvo garantizada por una amplia protección policial.
Una vez dentro de la Abadía de Westminster, los reyes fueron recibidos por los 2.200 invitados presentes. Durante la ceremonia, Charles III lució la Túnica de Estado de su abuelo, el rey Jorge VI, de terciopelo carmesí, mientras que Camilla llevaba un vestido de seda blanca firmado por el diseñador Bruce Oldfield, quien fue el modisto favorito de la Princesa Diana.
Después de la coronación, Charles y Camilla se trasladaron al Palacio de Buckingham en el Gold State Coach, la carroza más famosa y fastuosa de la monarquía inglesa. Este carruaje, construido en 1762 y recubierto con pan de oro, es una pieza de siete metros de largo y 3,6 metros de altura, adornada con paneles pintados con figuras mitológicas, como dioses romanos y querubines. El regreso al palacio estuvo precedido por un desfile de 4.000 efectivos, acompañados de 19 bandas de música, entre ellos los beefeaters y los guardianes de la Torre de Londres, quienes ese día estrenaban uniforme.
Una vez en el palacio, la familia real salió al balcón para saludar a la multitud congregada y presenciar el desfile aéreo realizado por más de 60 aviones de la Royal Air Force (RAF), que dibujaron la bandera del Reino Unido en el cielo.
Las celebraciones no terminaron con el desfile. Al día siguiente, la familia real organizó un macroconcierto en el Castillo de Windsor. Artistas de renombre como Katy Perry, Andrea Bocelli, Lionel Richie y el grupo Take That fueron parte de este espectáculo que puso fin a un evento cargado de simbolismo, lujo y espectáculo.
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