Robert Hardman sostiene que «la reina Camilla es uno de los grandes activos de la institución».

Por Juanra López Diferido de: Mujer Hoy

El rey Carlos III no empezó su reinado con buen pie. Tanto él como su nuera, Kate Middleton, fueron diagnosticados de un cáncer en las mismas fechas, lo que ha modificado los planes a corto y medio plazo y las agendas de la casa real británica. Ambos, por cierto, prosiguen con su recuperación. Kate ha acabado la quimioterapia y el monarca lleva una agenda más o menos normal. Por eso el periodista y escritor Robert Hardman ha actualizado su último libro sobre el monarca, ‘New King, New Court. Charles III, The Inside Story’ (´Nuevo rey, nueva corte. Carlos III. La historia interna’), y es ya un auténtico best-seller.

«En la nueva edición del libro se cuenta cómo ha vivido este último año desde que le diagnosticaron el cáncer. Ha sido muy insistente en la idea de que quiere ser un libro abierto en este sentido, como cuando tiene que someterse a su tratamiento. Le gusta, por ejemplo, conducir en su coche oficial para que todo el mundo pueda verle. Es importante para él mantener una vida normal y que se vea», asegura el periodista y biógrafo royal.

Robert Hardman es uno de los cronistas reales más prestigiosos del Reino Unido, pues ha seguido durante décadas a las cabezas coronadas más importantes. Vinculado al diario Daily Mail, atesora una importante colección de biografías, pero, sin duda, la figura a la que más atención ha prestado en los últimos años ha sido a Carlos III, especialmente tras la muerte de su madre, Isabel II, y su llegada al trono, un acontecimiento de enorme calado histórico a nivel internacional.

A propósito de la nueva edición de este minucioso trabajo biográfico Robert Hardman nos adelanta lo siguiente: «Los lectores van a descubrir cómo ha cambiado desde que se convirtió en monarca con respecto a cuando era príncipe de Gales. Creo que de alguna manera encontraba frustrante tener que pedir permiso para hacer las cosas, porque es así como funciona la institución. Incluso aunque seas un adulto, tienes que seguir pidiendo permiso a los de arriba».

Cómo se enteró Carlos III de la muerte de su madre

«Creo que para él ha sido una experiencia bastante liberadora ser rey porque decide desde qué cuadros colgarán de sus paredes a lo que va a hacer la semana próxima. El libro describe en detalle cómo respondió a la muerte de la reina Isabel II, entre bastidores. Tenemos que entender que fue algo inesperado porque la salud de la reina empeoró muy rápidamente. A todo el mundo le pilló de sorpresa», nos explica.

Robert Hardman es un excelente narrador, como avezado periodista que es, y nos pone en situación sobre cómo llegó ese trascendental momento no solo histórico sino personal para el rey Carlos III: «Al entonces príncipe Carlos no le dio tiempo a llegar a despedirse de ella. Es cierto que la gente sabía que estaba enferma, pero nadie pensaba que corría un peligro real. Carlos se encontraba en Escocia recogiendo champiñones y recibió un mensaje en el que le dijeron que debía ir inmediatamente a estar al lado de su madre en Balmoral, así que agarró el coche y se desplazó inmediatamente hasta allí».

Robert Hardman, biógrafo de Carlos III y periodista de Daily Mail.

«Estaba conduciendo cuando el teléfono sonó de repente y contestaron. Se lo pasaron a su secretario personal que le pidió que parara el coche. Fue entonces la primera vez que le llamaron Su Majestad. Esa fue la manera en la que se convirtió en rey. Estaba conduciendo para ver a su madre, pero no llegó a tiempo. Inmediatamente tuvo que tomar decisiones. A la primera persona que llamó fue al príncipe Guillermo y al día siguiente tuvo que regresar a Londres para hacer la alocución televisada desde palacio».

Como ha seguido a lo largo de los años en las distancias cortas, le pedimos a Robert Hardman que nos desvele cuál es su opinión a nivel humano: «Creo que es una persona sensible y considerada. Es también una persona poco común porque es al mismo tiempo tradicionalista y radical. Ya no es tan radical como en el pasado, pero si lo pensamos, las ideas que manifestaba sobre el medio ambiente muchos las consideraban una locura y ahora son opiniones muy compartidas por muchísima gente».

Los errores de ‘The Crown’ sobre el príncipe de Gales

Hardman pone un ejemplo público y notorio: «Cuando hablaba del calentamiento global en los años 90 había gente que pensaba que estaba loco o cuando hablaba a los árboles que plantaba. Encuentro que incluso después del diagnóstico del cáncer muestra una enorme serenidad. Creo que es un rey feliz a pesar de la enfermedad».

Se había convertido en un cliché que el rey Carlos estaba cansado de esperar a ser rey y que incluso se había planteado en renunciar a sus derechos para que fuera su hijo Guillermo quien llegara al trono. Hardman nos lo desmiente: «No creo que pensara nunca en ceder sus derechos dinásticos a su hijo. Si has visto la serie ‘The Crown’ en Netflix, recordarás el capítulo en el que el príncipe Carlos intenta persuadir al primer ministro de que convenza a la reina de que se haga un lado para poder acceder al trono. Eso es una estupidez. Nunca pasó. Siempre ha tenido una visión muy pragmática y ha dejado que esto quedé en las manos de Dios».

Portada de la biografía de Carlos III.

Y añade: «Siempre fue muy reticente a comentar sus planes para la monarquía con nadie. Incluso con los miembros de su familia. Sentía que si hacía eso socavaría a su madre, a la reina. Hasta el momento de su muerte, la autoridad de la reina Isabel II era incuestionable. No tiene ninguna intención de abdicar, porque no es la tradición británica. Será rey mientras viva. También es un mecanismo que es la regencia, cuando un monarca es incapaz de hacer su trabajo por cuestiones de salud o tiene demencia. Estaríamos hablando de situaciones extremas. No es una elección del monarca, está establecido por ley y es el parlamento quien decide, si el rey fuera incapaz de reinar».

A propósito de las abdicaciones en otros países manifiesta: «Sé que esto ha pasado en España, en Holanda, en Bélgica y en Dinamarca. Este último caso es muy interesante, porque no se solía hablar de abdicación. Me he encontrado con la reina de Dinamarca en dos ocasiones y siempre me dijo que ser reina era para toda la vida, que no te jubilas. La última vez en 2012. Sin embargo, cambió de opinión y abdicó. Efectivamente, la gente cambia de opinión, pero en el caso del rey Carlos III es algo muy improbable».

Las diferencias entre el príncipe Harry y Carlos III

Sobre la distancia existente en la actualidad entre el rey Carlos III y su hijo Harry asegura: «Hemos visto que en cuanto supo que su padre tenía cáncer, Harry voló inmediatamente a Londres para verle. Es su padre y le quiere. Desde que el rey Carlos III tiene cáncer se quiere mantener su nivel de estrés lo más bajo posible. Tener una discusión acalorada con Harry no es lo que necesita ahora mismo».

Y concluye: «Todo el mundo sabe que el rey no puede llegar a ningún acuerdo solo con Harry, porque es algo que afecta al príncipe Guillermo. Es un asunto a tres bandas. El otro problema es que Harry ha demandado al Gobierno por motivos relacionados con su seguridad y el rey Carlos III simboliza la justicia en el país, de tal forma que ahora no puede hablar con su hijo porque compromete su posición».

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