El recorte presupuestal amenaza la conservación de Caral, Patrimonio de la Humanidad, y deja sin empleo a 80 trabajadores
Por: Redacción COSAS
El Ministerio de Cultura del Perú redujo en casi 50% el presupuesto destinado a la investigación y conservación de la Ciudad Sagrada de Caral en 2024, según informó la arqueóloga Ruth Shady, directora del proyecto arqueológico. Esta decisión ha provocado el despido de 80 trabajadores locales, afectando tanto la investigación como el desarrollo económico de la comunidad que durante tres décadas ha dependido de este importante centro arqueológico ubicado a 200 kilómetros al norte de Lima.
La reducción presupuestal representa un duro golpe para uno de los descubrimientos arqueológicos más significativos de América. Caral, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2009, es considerada la «cultura madre» de la civilización andina, con una antigüedad de casi 5,000 años, contemporánea a las civilizaciones de Sumeria, el Antiguo Egipto y las primeras sociedades chinas.
Pedro Novoa, subdirector de investigación y conservación de Caral, quien ha trabajado con Shady durante 17 años, señala que la situación es particularmente grave considerando la importancia histórica del sitio. «Perú es un país privilegiado en patrimonio arqueológico, comparable con Egipto, Pakistán, China, Mesopotamia y Mesoamérica», afirma Novoa. Y agrega: «Debería existir una política específica respecto a este patrimonio cultural con instituciones dedicadas y un presupuesto especial. Sin embargo, ese presupuesto siempre será escaso en un país con deficiencias en educación, salud y servicios básicos».
Amenazas a la seguridad y desafíos persistentes
La crisis financiera se suma a una serie de amenazas que han plagado el sitio durante años. En octubre pasado, durante la celebración del 30° aniversario de Caral, los investigadores recibieron amenazas de muerte por parte de traficantes de tierras interesados en apoderarse ilegalmente del territorio circundante, así como de valiosos artefactos arqueológicos.
Desde mediados de la década del 2000, el equipo de investigación ha enfrentado constantes ataques por parte de traficantes de tierras, quienes en ocasiones han contado con el respaldo de funcionarios locales corruptos. En 2003, la propia Ruth Shady casi pierde la vida durante un asalto armado cuando llegaba al sitio con dinero para pagar a sus trabajadores. Más recientemente, uno de sus colegas fue atacado por traficantes, lo que ha provocado la renuncia de varios investigadores por temor a su seguridad.
El legado en riesgo
El complejo arqueológico de Caral alberga seis pirámides dispuestas alrededor de una plaza central, un anfiteatro y un templo. Los hallazgos incluyen instrumentos musicales finamente elaborados, como cornetas y flautas hechas con huesos de cóndores, llamas y ciervos, así como evidencia de un extenso sistema comercial que conectaba la costa con los Andes altos y la selva.
Novoa destaca que cuando el proyecto comenzó hace 30 años, «no había carretera, ni electricidad, ni agua, ni drenaje. Solo había agricultores en pobreza». El sitio se ha convertido no solo en un centro de investigación científica crucial, sino también en un importante generador de empleos para la comunidad local, precisamente los que ahora se ven amenazados por el recorte presupuestal.
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