El Festival de Cine Europeo en Lima se inauguró con “Orenda”, de la directora finlandesa Pirjo Honkasalo y su guionista y actriz principal, Pirkko Saisio. La película trata temas como la espiritualidad, la música y el rol de la mujer en la fe. En entrevista con COSAS, reflexionan sobre la libertad que les dieron sus productores y sobre la naturaleza del público cinematográfico.
Por Sebastian Zavala Kahn*
La directora finlandesa Pirjo Honkasalo y su guionista y actriz principal, Pirkko Saisio, nos reciben en una salita en un conocido hotel sanisidrino, con algo de jet lag pero emocionadas por hablar sobre su más reciente colaboración, “Orenda”. Película, además, que inauguró el Festival de Cine Europeo de este año, y donde ambas cineastas fueron invitadas de honor.
Inicia la historia

Pirjo Honkasalo y Pirkko Saisio en la inauguración del Festival de Cine Europeo.
—Comenzando con una pregunta para las dos. Normalmente, al concebir una película, se empieza con una idea, una sensación o un tema. Así que me preguntaba cómo empezó este proyecto.
Pirjo Honkasalo: En realidad, todo empezó cuando hice mi película anterior y los productores querían que volviera a trabajar con ellos. Es un lujo, porque generalmente una tiene que rogarle a los productores para hacer una película.
—Sí, usualmente pasa lo opuesto.
Pirkko Saisio: Sí, pero en este caso nos dieron el presupuesto sin darnos muchas exigencias. No es algo que pase con mucha frecuencia, la verdad. Pero al final, los productores no nos presionaron para nada. Así que todo lo que está mal con la película no es culpa de ellos, sino nuestra.
La sacerdotisa rebelde
—Bueno, siempre es mejor equivocarse al ser creativos, y no por las exigencias de los productores. Por otro lado, también me preguntaba, ¿cómo fue que eligieron la locación principal del archipiélago? Porque me pareció que la isla era realmente impresionante.
Pirkko Saisio: La isla, sí. Es una combinación de dos islas, en realidad. Una está en Finlandia; hemos navegado allí muchos veranos, muchísimas veces.
Pirjo Honkasalo: En el guion, es específicamente una isla finlandesa.
Pirkko Saisio: Y luego la otra está en Estonia, y es la más alejada de todo. Está muy apartada. Así que si eres finlandés, y navegas y conoces las islas, puedes notar dónde grabamos, gracias al tipo de piedras que se ven y otras características.

Es una película dramática y algo mística, que mezcla temas de culpa, gracia, fe y redención.
Pirjo Honkasalo: Sí, pero en general, al ser una combinación, es una isla ficticia.
Pirkko Saisio: Y resulta que había una sacerdotisa a la que le correspondía trabajar en esa isla, aunque solo en una área muy, muy pequeña. Me reconoció y me preguntó si quería ir a escuchar su sermón. Estaba a unos tres kilómetros del puerto. Le dijimos que sí, que podíamos ir.
Así que fuimos caminando, compramos algo y nos paramos a recoger bayas para comer. Finalmente, cuando llegamos, estaban todos esperándonos. Estábamos sentadas allí y ella hablaba en sueco, que es un idioma totalmente diferente, pero dijo cosas muy, muy interesantes. Dijo: «no roben la fe de nadie, es la única que tienen”, lo cual incluí en la película. Además, ella siempre le rezaba a una diosa, algo totalmente alejado de las costumbres de nuestra Iglesia. Era una especie de rebelde. Eso fue lo que más nos impactó.
—Okey, tiene sentido.
Pirjo Honkasalo: Todas esas escenas son inspiradas en la realidad.
Pirkko Saisio: Así comenzamos. Pero todo surge cuando empiezas a escribir. Surgen muchas cosas, y luego las combinas con otras. Es un trabajo gradual.
‘Orenda’ y la música
—Obviamente, yo he visto la película, pero muchos de los que leerán esto no. Entonces, quería saber cómo definirían el concepto de ‘Orenda’. Para los lectores peruanos.
Pirkko Saisio: Al inicio no sabía lo que significaba. Lo averigüé mientras escribía. ‘Orenda’ representa el poder que da la vida, que da a luz, que mata y que continúa la vida, y donde creo que se basan todas las religiones. Son los nativos americanos quienes usan eso, pero hay varias palabras en todo el mundo para definirlo.

El término «orenda» se refiere a una fuerza invisible, un espíritu vital que existe en todo lo vivo y lo inanimado: personas, viento, pájaros, incluso piedras.
Pirjo Honkasalo: Es como el Tai Chi, como un tipo de energía en varias religiones.
Pirkko Saisio: También es como el Shiva indio, que baila y crea un mundo y luego mata, y de esa materia surge algo más.
—La idea de que todo es un ciclo o algo circular. Una energía que se transfiere, pero nunca se elimina. Interesante. Bueno, también me preguntaba, sobre todo para Pirkko, ¿cómo decidiste no solo escribir el guion, sino también actuar en él?
Pirkko Saisio: Soy ya mayor y nunca había tenido un papel protagonista. Y sentía, entonces, que esta podría ser mi última oportunidad, medio en broma pero medio en serio. Pero también pensaba que las preguntas sobre el personaje que interpreto, eran personales. Entonces sentía que debía interpretarlo yo misma, porque sabría cómo hacerlo.
—Era algo tan personal que sentías que tenías que estar allí tú misma.
Pirkko Saisio: Sí, sí. Y me alegré mucho de que el productor y la directora estuvieran de acuerdo, porque era algo vergonzoso decírselo.
—Y salió muy bien, así que creo que hiciste la elección correcta. Ahora, es interesante, porque uno de los personajes de la película es cantante de ópera. Considerando los temas de la película, me preguntaba si creen que existe alguna conexión entre la música y el alma o el espíritu. Porque yo percibí una conexión entre esos dos temas en la película.
Pirkko Saisio: Sí, porque por algo decidimos incluir a una cantante de ópera. De hecho, la basamos en una cantante real llamada Nathalie Stutzmann, y al personaje le dimos su nombre en el guion. Al inicio ni siquiera me di cuenta de que había hecho eso. Simplemente pasó.
Pirjo Honkasalo: Al igual que el personaje, es una contralto, y es lesbiana, como yo, y conduce una orquesta y canta mientras lo hace. En noruego, me parece. Pero bueno, tu pregunta: ¿tiene alma la música? Claro que sí. Y en la película, por ejemplo, tenemos música compuesta y también música barroca. Incluso usé a otros, no solo a Nathalie Stutzmann. Así que es una combinación de varias fuentes.

Pirkko Saisio, Sebastián Zavala Kahn y Pirjo Honkasalo.
Creyendo en el público
—También me preguntaba, ¿cómo les gustaría que se sientan los espectadores al final de la película?
Pirkko Saisio: Bueno, no es algo que esté en el guion, precisamente. Pirkko me dio toda la libertad del mundo. Mientras dirijo, ella no interfiere.
—Es decir, cuando actúa, no se comporta como la guionista.
Pirjo Honkasalo: Así es. Cuando grabo, ella no interfiere como guionista. Y cuando escribe, yo no me meto. Y fue algo natural. Pero como directora, pertenezco a la categoría de cineastas que no quieren dominar al público. Creo que si piensas en el público al hacer la película, puede dar la sensación de que te crees superior, más inteligente, más capaz, y eso es menospreciar al público. La única manera de no subestimar al público es no pensar en él.
Cuando era muy joven, me sentía insultada si la gente no entendía lo que pasaba en mis películas. Quizás incluso pensaba que eran tontos, pero eso ha cambiado por completo. Creo que mi propósito es que cada persona del público pueda conectar con la película a su manera y proyectarla en su propia vida. Y la película nace de ahí. Ni siquiera quiero obligarme a formular lo que significa la historia de la película para otros.
—Simplemente la haces, y cuando la película llega a los espectadores, cada uno la termina percibiendo de manera distinta.
Pirjo Honkasalo: A menos, claro está, que seas otro tipo de directora, principalmente los de películas que se proponen estudiar la reacción del público y lograr que todos interpreten la película de la misma manera. Suelen ser películas de acción o de animación infantil, donde cierras la puerta, te subes a un coche, bajas la ventanilla y disparas a alguien. Todo el mundo entiende ese tipo de acciones por igual.
—Por lo tanto, es muy objetivo.
Pirjo Honkasalo: Pero lo que dije cuando viajábamos por Finlandia mientras estrenábamos la película, es que sentía que habíamos pintado un paisaje, y que cada uno podía elegir su propio camino para recorrerlo, y no les pensaba preguntar qué veían. ¿De acuerdo?
Me gusta eso. Cada uno tiene su propio camino.
Pirjo Honkasalo: Así que creo que, para definir tu propia película, ni siquiera me gusta el concepto de símbolos. Muchas veces, te obligan a definir o analizar símbolos o significados. Siempre estás simplificando tus propias ideas, lo que significa que estás destruyendo la película.
*Sebastián Zavala Kahn es cineasta, docente y crítico de cine de esta casa editorial.
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