La modelo y actriz transgénero de madre peruana saltó a la fama tras aparecer en el reality show “RuPaul’s Drag Race”, y fue la primera persona trans en contraer matrimonio frente a los ojos del mundo. Nació hombre; pensó que siendo gay sería feliz; fue un andrógino drag queen hasta que a los veinticinco años se convenció de que solo lograría una vida plena cediéndole el paso a la mujer que siempre llevó dentro. A fin de año se presentará en el Perú por primera vez.
Por Mariano Olivera La Rosa // Fotos de Matallana
Frente a mí veo a una mujer con una sonrisa enorme, que me saluda, me mira a los ojos y, siempre en inglés, me dice que para ella es un placer hacer algo vinculado con sus raíces peruanas. Le digo que para nosotros es un gusto tenerla en nuestras páginas en una edición tan especial y, de inmediato, comenzamos la entrevista.
¿Sentiste la presión de crecer como un niño?
En realidad, no fue difícil porque mi familia no era muy prejuiciosa; al menos, frente a mí… No sé si a mis espaldas, no lo creo. Crecí con mi madre, mi hermana y mi abuela. Mi papá falleció cuando yo era muy chica. Y mi mamá y mi abuela eran inmigrantes; entonces, mi familia estaba enfocada en ganarse la vida para mantenernos a mi hermana y a mí en el colegio. Yo era la bebé de la familia, nadie me cuestionaba… Yo misma no me hubiera cuestionado… Tal vez en el colegio sentí más presión, pero mi familia nunca me hizo sentir mal por ser quien soy.
Mantuviste tu sexualidad en secreto hasta cumplir los dieciocho años.
Mantuve en secreto el hecho de que quería ser una chica, pero, al comienzo, diría que mi sexualidad era parte de mi confusión de querer vivir como una mujer. No solo quería despertarme convertida en una chica, sino que además sentía atracción por los chicos, así que sentía una presión doble que ocultar. No solo se trataba de mi sexualidad, sino también de mi género.
¿Cuán difícil fue no sentirte cómoda en tu propia piel?
De joven realmente me afectó. Cuando eres joven e insegura acerca de quién eres, y te da miedo compartirlo con otros, te cierras, y cuando te cierras no puedes interactuar con otra gente; eso no te ayuda a crecer. Esa fue una de las cosas más difíciles de mi niñez. No es saludable, por eso ahora estoy tan comprometida con los derechos LGTBI: no quiero que nadie crezca de esa manera.
¿Ubicas en qué momento te percataste de que eras una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre?
Recuerdo el día. Creo que tenía cinco años, traté de ponerme las maxi pants de mi madre y no sabía cómo usarlas; estaba en el baño tratando de ponérmelas, porque creía que eran para mí, que se suponía que las debía usar; no tenía idea de las diferencias entre hombre y mujer. Solo estaba siendo yo. Así que llamé a mi mamá al baño para que me ayudara, y ahí fue cuando me explicó que yo era un niño y no se suponía que los niños usaran maxi pants. En ese punto fue cuando me dije: “Espera un momento… ¿soy un niño?… ¡¿Queeé?!”. Comencé a juntar las piezas y a mirar al mundo, donde yo era la extraña, tenía todas estas preguntas siendo un niño, y todo lo que quería era amor. Todo lo que quería era ser aceptado. Entonces, empecé a darme cuenta de todo… “¿Por qué no puedo ser una niña?”, me preguntaba, pero no decía nada a mi familia, porque nadie hablaba del tema, nunca había escuchado de esto antes; pensaba que era la única persona así en el mundo. Era un sentimiento muy extraño.
¿Sabías que en el Perú el matrimonio gay aún está prohibido por la ley? Además, las parejas gay tampoco pueden adoptar.
Creo que el Perú tiene que revaluar su postura sobre esos temas. Deberíamos ser un poco más inclusivos con la humanidad, pero también nuestra comunidad debe asumir la responsabilidad de hacer que las cosas ocurran, debemos hacer alianzas entre nosotros. La comunidad gay y la comunidad trans deben sanar primero antes de prepararse para pelear por nuestros derechos. Creo que va a tomar algo de trabajo que suceda, pero tengo mucha confianza en mi comunidad. Si trabajamos en ello, nos fortalecemos y nos hacemos más responsables, podemos conseguir lo que queramos.
Lee la entrevista completa en la edición 625 de Cosas.
Realización: Lucero Boza
Estilismo: Mikiel Benyamin
Maquillaje: Miguel Lledo
Peinado: Gianluca Mandelli
Asistentes de fotografía: Jhett Thompson, Miroslav Parushev
Asistenta de producción: Alejandra Prialé