El príncipe alemán conocido por su carácter y por sus altibajos mediáticos, celebró acompañado por su pareja Claudia Stilianopoulos
Por: Redacción COSAS
Ernesto de Hannover sopla las velas de su tarta de cumpleaños en su apacible hogar madrileño, instalado en un retiro que, si bien estuvo marcado por algunos incidentes a lo largo de los años, le permitió llevar una vida más tranquila lejos de los titulares.

A sus 71 años, Ernesto disfruta de su tiempo en Madrid, acompañado de su actual pareja, la artista Claudia Stilianopoulos.
«Trata de mantenerse alejado de viejas polémicas del pasado que aún le persiguen y todavía sin firmar el divorcio de la princesa Carolina de Mónaco», señala una fuente cercana al príncipe, quien en este nuevo capítulo de su vida parece encontrar paz en la capital española.
La Lonja del Mar
La revista alemana Bunte describe la rutina diaria de Ernesto como «serena, bohemia y despreocupada«, mencionando sus habituales visitas a galerías y a esta marisquería madrileña. «Con cafés matinales en la terraza del Cappucino, un bar muy chic frente a la Puerta de Alcalá, visitas a galerías y mariscadas junto a sus amigos en La Lonja del Mar», revelan.
En el mismo lugar, otros miembros de la realeza también han disfrutado de sus platos. En agosto de 2024, los reyes Felipe y Letizia fueron sorprendidos en una cena casual en la terraza de este popular restaurante, lo que subraya la exclusividad y el atractivo de este sitio para la élite madrileña.

Ubicada en la Plaza de Oriente, este restaurante de alta cocina marinera ofrece una carta que incluyen desde bogavante azul hasta caviar y pez limón.
A pesar de su retiro, la figura de Ernesto de Hannover sigue siendo objeto de controversia. En diciembre de 2024, un altercado en un restaurante madrileño avivó viejos rumores sobre el príncipe. Según el chef de un local, Ernesto habría protagonizado un comportamiento escandaloso:
«Viene a comer por tercera vez un aristócrata europeo asiduo a las portadas de prensa rosa y con un problema de alcoholismo conocido mundialmente. Rompe copas, las tira a los camareros, insulta al personal y a los otros clientes, grita, agrede al personal sanitario del Samur que viene a atenderle por un atragantamiento y se va cayendo de la borrachera».

Sassa de Osma, sus hijos Sofía y Nicolás y su suegro, Ernesto de Hannover.
Sin embargo, Claudia Stilianopoulos, que estaba presente durante el incidente, defendió a su pareja con una versión completamente diferente. «Aunque le gustó la comida servida, el ambiente le impresionó menos», comentó en un post de TripAdvisor. Además, desmintió las acusaciones de alcoholismo y explicó que el altercado se debió a un bajón de azúcar que Ernesto sufrió, lo que provocó un atragantamiento. «El dueño me llamó para decirme que no volviera, porque la primera vez que fuimos rompió un vaso y la segunda fue un maleducado», añadió Claudia, quien también explicó que fue ella quien le realizó la maniobra de Heimlich para salvarlo.
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