La fecha ahora vuelve a ser incierta luego de que el concesionario con cumpliera con el avance de la obra. El propio titular del MTC, Raúl Pérez Reyes, confirmó la noticia. 

Por Daniel Crespo Pizarro

La ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, la puerta de ingreso a nuestro país, el más moderno de la región, donde operan 14 aerolíneas que trasladan al año 24 millones de pasajeros, no iniciará operación el próximo 30 de marzo, según el propio ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes. A menos de 15 días de esta fecha prevista, la obra está a un avance del 95.5%, informó el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran).

El 0.5% restante corresponde a sistemas en proceso de integración, como el de detección de incendios (DACI), control de accesos y visualización de vuelos (FIDS). También siguen pendientes la sincronización de la red LAN, la iluminación y el sistema de megafonía. Además, aún se realizan ajustes arquitectónicos menores y trabajos de jardinería, mientras que la seguridad continúa integrando interfonos y elevadores al Centro de Control de Seguridad.

En vista de los resultados de la evaluación, Pérez Reyes confirmó en conferencia de prensa que «el nuevo aeropuerto Jorge Chávez no debe entrar en operación el día 30 de marzo». 

«Lo que necesitamos es un aeropuerto que esté operativo, seguro y que el concesionario nos dé esa certeza. Al día de hoy, eso no ocurre. Lo que tenemos que hacer es no abrir el aeropuerto hasta que eso ocurra. Eso puede ser en una semana, 15 días, un mes. Eso dependerá del concesionario», agregó el titular del sector, quien añadió que las sanciones correrán a partir del 30 de marzo, fecha prevista para el inicio de operaciones de la ampliación del renovado Jorge Chávez.

El titular del MTC sostuvo que «es claro que la obra no tiene el 100 % de lo que se requiere para entrar en operación en manera de infraestructura».

El reclamo de los vecinos: «El aeropuerto necesita el puente Santa Rosa, no una vía expresa»

Si bien estas observaciones, son urgentes, hay un punto más que sigue generando alarma y gran preocupación. El acceso principal planificado, la Vía Expresa Santa Rosa, ha estado envuelta en controversias desde sus primeras etapas. Inicialmente proyectada con una inversión de S/ 725 millones en 2021, su costo ha escalado considerablemente, superando hoy los S/ 2,000 millones, sin que la obra esté concluida. Con una entrega prevista recién para 2028, los retrasos e inconsistencias han despertado críticas no solo a nivel local, sino también internacional. El medio Bloomberg, por ejemplo, tituló un artículo sobre el tema de manera irónica: Gran aeropuerto, si puedes llegar hasta él.

El aeropuerto Jorge Chávez será inaugurado a finales de marzo, si llega a subsanar las observaciones de OSITRAN.

En medio de este debate, el colectivo «Callao le dice no a la Vía Expresa Santa Rosa» ha alzado la voz. Conformado por vecinos de La Perla, Bellavista y el Callao, el grupo denuncia que la construcción de la vía expresa traería consigo una serie de perjuicios para la comunidad, incluyendo el caos vial, la tala de árboles y el impacto negativo en instituciones educativas y centros de salud cercanos.

«A lo largo de los casi cuatro kilómetros de la avenida Santa Rosa existen 38 instituciones educativas que albergan a 12,000 niños y adolescentes. El viaducto elevado que pretende concentrar el tráfico de 60,000 autos al día genera un ruido ambiental que interrumpe las clases, afecta la concentración de los alumnos y contamina el aire que respiramos», advierte Yina Rivera, coordinadora del colectivo «Callao le dice no a la Vía Expresa Santa Rosa».

Según este grupo de vecinos, el problema radica en que la ampliación del aeropuerto solo contempla un único acceso vial, ignorando alternativas más eficientes. «Lo que el aeropuerto necesita es el puente Santa Rosa, que conectaría directamente el nuevo terminal con la avenida Morales Duárez, facilitando el flujo vehicular sin generar un embudo en la Costa Verde», afirma Rivera.

Así luce el Río Rímac, una de las zonas de ingreso al nuevo aeropuerto Jorge Chávez. (Foto: Bloomberg)

Falta de transparencia y un silencio preocupante

Otro de los puntos que genera desconfianza en la población es la falta de transparencia en la toma de decisiones. «Hemos solicitado respuestas al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), pero cada vez que intentamos dialogar con ellos, nos niegan la posibilidad de registrar las reuniones y nos presentan información sesgada», denuncia el colectivo.

La empresa francesa EGIS, encargada del diseño de la obra, también ha sido cuestionada. Según información recopilada por los vecinos, esta firma ha estado involucrada en casos de corrupción y ha sido sancionada por el Banco Mundial, lo que genera más dudas sobre la viabilidad y la transparencia del proyecto.

Así será la nueva Vía Expresa Santa Rosa. Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, mejorará el tráfico en el Callao.

Un modelo de acceso alternativo

Para los vecinos del Callao, la solución al problema de accesibilidad es clara: el aeropuerto debería contar con al menos dos terminales y múltiples accesos viales. «Hoy en día existen hasta diez avenidas que podrían facilitar la entrada al aeropuerto. En lugar de concentrar todo el flujo en un solo punto, podrían habilitar accesos adicionales, como la avenida Faucett o la avenida Tomás Valle, que ya están conectadas con el transporte público y el futuro Metro de Lima», explican.

Mientras las denuncias continúan acumulándose, el silencio del MTC persiste. La construcción de la Vía Expresa Santa Rosa avanza sin una respuesta clara a las inquietudes ciudadanas. La gran interrogante sigue en el aire: ¿Se trata de un megaproyecto mal planificado o de un caso más de desinterés gubernamental por las necesidades de la población?

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