La sucesión en el ducado de Westminster reaviva el debate sobre la herencia nobiliaria y la primogenitura masculina
Por Redacción COSAS
El duque de Westminster, Hugh Grosvenor, amigo íntimo de los príncipes William y Harry y padrino de sus hijos mayores, los príncipes George y Archie, ha anunciado que espera su primer hijo junto a su esposa Olivia Henson . Este nacimiento, dentro de una de las familias más ricas del Reino Unido, reabre el debate sobre la desigualdad de género en la aristocracia británica. Según las normas tradicionales, el bebé solo heredará el ducado y la inmensa fortuna familiar si es varón.
La herencia de los títulos nobiliarios en el Reino Unido sigue el principio de primogenitura masculina: el título pasa al hijo mayor del titular, siempre que sea hombre. Si no hay descendencia masculina, el título puede extinguirse o, en raras ocasiones, ser otorgado a una hija, si así se estableció en su creación. Esta norma explica por qué Hugh Grosvenor heredó el ducado tras la muerte de su padre en 2016, a pesar de tener dos hermanas mayores, Lady Tamara y Lady Edwina, quienes solo obtuvieron el título de Lady.
Si el primogénito del duque de Westminster es una niña y no tiene hermanos varones, el título pasará al pariente varón más cercano. Mientras tanto, ella, a pesar de ser la hija mayor de una de las familias más influyentes del país, quedará relegada al rango de Lady Grosvenor, sin derecho a la herencia nobiliaria.

La pareja contrajo matrimonio en junio de 2023 en la catedral de Chester, en una ceremonia que reunió a la alta sociedad británica
Intentos fallidos de reforma legislativa
El debate sobre estas normas consideradas arcaicas y discriminatorias ha llegado al Parlamento británico. La diputada conservadora Harriet Baldwin presentó un proyecto de ley que buscaba reformar la sucesión nobiliaria para permitir que las mujeres pudieran heredar títulos nobiliarios en igualdad de condiciones, eliminando la preferencia masculina tradicional.
Sin embargo, este proyecto no logró avanzar más allá de su segunda lectura en la Cámara de los Comunes debido a la disolución del Parlamento en mayo de 2024 antes de las elecciones generales. El debate quedó inconcluso y, a menos que se presente una nueva iniciativa, las normas actuales seguirán vigentes, manteniendo la exclusión de las hijas en la herencia de títulos nobiliarios.
La ‘Ley Charlotte’
A diferencia de la nobleza, la monarquía británica ha avanzado hacia la igualdad de género. En 2013, antes del nacimiento del primer hijo de los príncipes William y Kate, se modificó la Ley de Sucesión a la Corona británica para eliminar el sistema de primogenitura masculina, permitiendo que una hija mayor mantenga su posición en la línea sucesoria por encima de un hermano menor.

Antes de la reforma, casos como el de la princesa Ana, desplazada por sus hermanos menores, eran la norma
La princesa Charlotte, nacida en 2015, fue la primera beneficiaria de esta reforma histórica, conocida informalmente como la ‘Ley Charlotte’. A pesar de tener un hermano menor, el príncipe Louis, Charlotte se mantiene como tercera en la línea de sucesión al trono, después de su padre y su hermano mayor, el príncipe George.
El vasto patrimonio de los Grosvenor y su nueva familia
El fallecimiento de Gerald Cavendish Grosvenor en 2016 cambió radicalmente la vida de Hugh Grosvenor. A los 25 años, se convirtió en el séptimo duque de Westminster, heredando el ducado y la totalidad de los bienes familiares. Hoy, con 34 años, es uno de los jóvenes más poderosos del Reino Unido, con una fortuna estimada en 10.700 millones de euros. El patrimonio de los Grosvenor es impresionante, ya que poseen más tierras que el propio rey Carlos III. Sus propiedades superan las 1.500, distribuidas en 60 países, incluyendo España.

Grandes partes de los exclusivos barrios londinenses de Mayfair y Belgravia, donde el metro cuadrado puede costar más de £50,000, forman parte de la herencia.
Hugh Grosvenor y Olivia Henson se casaron en la Catedral de Chester. Al evento asistieron importantes miembros de la aristocracia británica. Olivia, de 31 años, proviene de una familia acomodada con raíces en la nobleza. Es hija de Rupert Henson y Caroline Williams, y es licenciada en Estudios Hispánicos e Italiano por el Trinity College. Ha desarrollado su carrera en el ámbito de la sostenibilidad y actualmente trabaja como directora de cuentas en Belazu, una consultora especializada en alimentos sostenibles para restaurantes de alta cocina.
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