Desde el Vaticano, el Pontífice pidió a los gobiernos actuar con responsabilidad ante el avance del conflicto armado entre Israel e Irán. Condenó el uso de la fuerza, pidió priorizar la diplomacia y recordó el costo humano de la guerra, especialmente en Gaza y Palestina.
Por Daniel Crespo Pizarro
El Papa León XIV lanzó este domingo un llamado urgente a la comunidad internacional para frenar la guerra en Medio Oriente. Desde el balcón del Palacio Apostólico, tras el rezo del Ángelus, advirtió sobre el peligro de una escalada global y reclamó una respuesta basada en la razón, el diálogo y la protección de la vida humana.
“Que el grito de la humanidad no sea sofocado por las armas”, expresó ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. El Pontífice manifestó su inquietud por la situación en Irán, Israel y Palestina, y puso énfasis en el sufrimiento de la población civil atrapada en zonas devastadas, como Gaza.
“Ninguna victoria militar podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica. No existen conflictos lejanos cuando está en juego la dignidad humana”, sostuvo.

El mensaje del Papa llega en un contexto de máxima tensión.
Conflicto se agrava con Estados Unidos
Su mensaje llega en un contexto de máxima tensión. Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares iraníes —Fordó, Natanz e Isfahán— lo que ha reavivado los temores de un conflicto regional a gran escala. El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación y recordó que no hay salida militar posible al enfrentamiento.
Mientras tanto, la ofensiva israelí en Gaza continúa dejando víctimas. Según datos del Ministerio de Sanidad del enclave, en solo 48 horas han muerto más de 200 personas. Desde el inicio de los ataques, el número de fallecidos supera los 55 mil y los heridos ascienden a más de 131 mil. Las negociaciones por un alto al fuego siguen estancadas.

El número de fallecidos por los ataques supera los 55 mil y los heridos ascienden a más de 131 mil.
León XIV reiteró que la comunidad internacional no puede mirar hacia otro lado. Condenó el uso de la violencia como mecanismo de presión y llamó a los líderes del mundo a asumir su responsabilidad moral. “La violencia no construye, destruye. Y las heridas que deja en los pueblos no sanan con el tiempo, sino con justicia y con paz”, remarcó.
El Papa concluyó su mensaje con un exhorto claro: “Que la diplomacia haga callar las armas. Que las naciones tracen su futuro con acuerdos y no con sangre. Es urgente elegir el camino de la paz antes de que el abismo sea irreversible”.
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