Miles de usuarias en Instagram hablando de sus propiedades y beneficios han convertido a la piedra gua sha en la nueva tendencia dentro del mundo de rutinas faciales.

Por Arianna Gonzáles

En un mundo tan globalizado como el nuestro, algo debe estar haciendo bien un producto cuando más de 346.000 personas lo presumen en Instagram.

Probablemente, el apogeo responda a su novedosidad, su simpleza o que miles de influencers lo tienen entre sus favoritos, pero la piedra gua sha ha revolucionado el sistema de la belleza en casa.

Un masaje facial diario con esta piedra promete crear en tu piel un efecto rejuvenecedor y convertirse en tu aliado si lo que buscas es detener el tiempo.

Una técnica ancestral

Incluir a tu rutina diaria el uso de la piedra gua sha corresponde a una ancestral técnica oriental, cuyo origen se remonta a la lejana China.

En países asáticos forma parte de todo un protocolo de prevención, que se ha transmitido por generaciondes desde hace más de 2000 años, para una belleza que se prolongue con el paso del tiempo.

Para usarla, basta tan solo unos masajes sobre la piel del rostro para que la magia comience: la gua sha trabaja liberando toxinas, activando el riego sanguíneo y la circulación.

¿El resultado? Un notorio rejuvenecimiento facial, que incluye la difuminación de arrugas superficiales, tras algunos meses siguiendo la rutina.

¿Cómo usarla?

El masaje con gua sha constituye la última parte de una rutina facial, posterior a la limpieza e hidrtación.

Durante la aplicación de la piedra sobre la piel, se debe evitar que esta este “desnuda” o sin aplicación de cremas previas. De este modo, la gua sha se desliza fácilmente y los movimientos tensores resultan más efectivos.

El efecto lifting realiza una acción tensora reafirmante sobre la piel y los músculos, pero para un tratamiento antiedad no es suficiente, lo recomendable es guardar la Gua Sha en la nevera, pues el tacto de la piedra fría tiene un enfecto descongestionante y aporta luminosidad a la piel.

La herramienta resulta perfecta para tratar la flacidez del cuello, la mandíbula, el entrecejo y las partes más anchas del rostro, pero hay que tener algunos tips en cuenta para su uso.

3, 2, 1… ¡a probarla!

Los movimientos que realicemos en el rostro con la gua sha siempre deben ir en contra del sentido de las arrugas, en un intento por plancharlas hacia la parte exterior con la ayuda de un producto como una crema o aceite que haga más fácil el proceso. 

En el caso de la tonificación del cuello, esta se hace con la parte plana de la gua sha, deslizandola con movimientos ascendentes.

El último tip, y si acaso el más importante, es recordar que al ser un producto que esta en constante contacto con la piel, debe conservarse limpio y libre de bacterias.

Por ello, el paso final en esta rutina de rejuvenecimiento es limpiar nuestras piedras con un trapo húmedo, lo que evitará que se acumule producto en la gua sha y nos produzca reacciones adversas.

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