¿Sabías que tus emociones influyen directamente en la calidad de tu piel? Conoce a profundidad el vínculo directo que comparten junto a una entrevista con la psicóloga y coach espiritual Cristina Pinzás, quien nos contará las emociones que debemos aprender a manejar para mejorar nuestra calidad de vida y como consecuencia, de piel.

Por Fernanda Boloña 

La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y tiene una conexión directa con nuestro cerebro debido a las terminaciones nerviosas que generan múltiples estímulos los cuales pueden favorecernos o perjudicarnos. Todo lo que sentimos y pensamos internamente se verá reflejado en nuestro exterior. Por ello, es indispensable ser conscientes y responsables con el estilo de vida, entorno social o hábitos diarios que llevemos ya que, al no priorizarlos, podríamos dejarnos vencer por emociones negativas que no sólo nos perjudica la apariencia física sino también atrasa nuestros objetivos personales. ¿Y quién no quiere estar en su mejor versión?

Asimismo, sabemos que para mantener una piel radiante debemos tener hábitos saludables constantes como: buena alimentación, ejercicio, calidad de sueño y por supuesto una rutina de productos dermatológicos adecuados para nuestro tipo de piel. Sin embargo, nada de esto será suficiente si no priorizamos el control y manejo de nuestras emociones para alinear nuestro sistema nervioso y evitar que se manifiesten daños en la piel. Cuando estamos en calma y felices, nuestra oxigenación mejora y liberamos neurotransmisores positivos como la dopamina, serotonina u oxitocina las cuales se reflejan en una piel luminosa y joven. No obstante, si nos dejamos vencer por emociones negativas, nuestro grado de cortisol aumenta y perjudicamos el funcionamiento de nuestro organismo incluyendo nuestra piel.

Debido a esto, decidí entrevistar a la psicóloga y coach espiritual Cristina Pinzás, la cual nos explicará sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental para mantener una apariencia radiante y saludable.

piel

Cristina Pinzás, psicóloga y coach espiritual.

 ¿Cuáles son las emociones negativas que más nos perjudican la piel?

Existen varias emociones negativas que pueden perjudicar el estado de nuestra piel. Aquí te menciono las principales:

 Estrés

El estrés es una de las emociones que más afecta la salud y apariencia de nuestra piel. La investigadora estadounidense Dra. Emma Wedgeworth explica que “el estrés crónico se ha relacionado con la exacerbación de ciertas condiciones de la piel, como el acné, las erupciones y el eczema”. Además, el estrés también puede causar una piel opaca y sin brillo, debido a la falta de sueño y el aumento de la actividad de los radicales libres en la piel.

 Ansiedad

La ansiedad es otra de las emociones que pueden afectar la salud de nuestra piel. Según la dermatóloga Dra. Hadley King, “la ansiedad crónica ha sido vinculada con la piel seca, la descamación, la irritación e incluso la psoriasis”.

Depresión

La depresión también puede afectar la salud de nuestra piel y hacer que se vea más cansada y opaca. Según el investigador Dr. Richard Fried de la Harvard Medical School, la depresión puede afectar la función de la barrera de la piel y disminuir su capacidad de retener la humedad lo cual genera diversas dermatitis o pieles atópicas.

Además, es necesario tener en cuenta que todos experimentamos emociones diferentes y que la forma en que estas emociones afectan nuestra piel puede variar de persona a persona. Por ello, es importante buscar maneras efectivas de manejar nuestras emociones y reducir el estrés para mantener una piel saludable.

 ¿Cuáles son los principales problemas cutáneos causados por un desequilibrio emocional o emociones negativas?

 El estrés y las emociones negativas pueden desencadenar una serie de patologías cutáneas. Dentro de ellas, podemos encontrar las siguientes:

-Acné: el estrés puede estimular la producción de hormonas que aumentan la aparición de sebo en la piel, lo que puede provocar la aparición de acné.

Dermatitis: el estrés también puede desencadenar brotes de dermatitis, una inflamación de la piel que produce picazón, enrojecimiento y descamación.

-Psoriasis: la psoriasis es una afección inflamatoria de la piel que provoca enrojecimiento, escamas y picazón. Se ha demostrado que la ansiedad y el estrés pueden agravar los síntomas de la psoriasis y la calidad de vida de las personas que la padecen.

 –Envejecimiento prematuro: el estrés también acelera el proceso de envejecimiento de la piel. La investigación ha encontrado que el cortisol, la hormona del estrés, puede reducir la producción de colágeno en la piel, lo que aumenta la aparición de arrugas y líneas finas.

El estrés y las emociones negativas pueden provocar una amplia variedad de afecciones cutáneas. Es importante aprender técnicas efectivas para reducir el estrés y manejar nuestras emociones para mantener una piel saludable y radiante.

¿Cómo podemos aprender a manejar nuestras emociones en los diversos aspectos de la vida para prevenir problemas en la piel?

 –Identificar las emociones: conocer nuestras emociones es el primer paso para entender cómo nos afectan y cómo podemos controlarlas. Es importante reconocer si se trata de tristeza, ira, miedo, ansiedad o felicidad.

 –Práctica de técnicas de relajación y meditación: Las técnicas de relajación (breath work) ayudan a aliviar el estrés y mejorar la salud general. La meditación es una herramienta clave para aprender a estar consciente en el momento presente, lo cual nos ayuda a procesar emociones de forma efectiva y calmarnos en situaciones de tensión.

 –Comunicar las emociones: es importante aprender a expresar nuestras emociones de manera saludable mediante un diálogo calmado. Compartir con familiares, amigos o un profesional puede ayudar a comprender las emociones y cómo manejarlas mejor.

 –Hacer deporte y llevar una vida saludable: el ejercicio puede mejorar significativamente el bienestar emocional. Es importante también tener una buena alimentación y una cantidad de sueño adecuada para promover la renovación celular y mantener una hidratación correcta.

 –Reemplazar pensamientos negativos: al tener pensamientos negativos repetitivos, podemos afectar nuestro estado de ánimo y emociones. Es importante reemplazar esos pensamientos negativos por pensamientos positivos. Esto lo podemos hacer a través de herramientas como las afirmaciones diarias.

Buscar ayuda profesional: si las emociones intensas como la depresión, ansiedad, ira persisten por un largo período de tiempo o interfieren con las actividades diarias, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta o psicólogo puede ofrecer herramientas específicas para ayudar a comprender y manejar mejor las emociones, y prevenir otros problemas de salud.

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