Con contados elementos, una propuesta oversize compuesta por piezas de alto impacto y el estilo pulcro y sofisticado que lo caracteriza, Ro de Rivero diseñó íntegramente un amplio departamento sanisidrino desde planos. El área social de la residencia destaca por la perfecta amalgama entre la exquisita terraza y los espacios interiores.

Por Jimena Salas Pomarino
Fotos de Jaime Gianella

Rivero

La vegetación es fundamental para generar la sensación de habitar un oasis urbano.

Nadie quiere su casa solamente para sí mismo. Habitar implica disfrutar de la intimidad y la independencia, pero también de los momentos familiares y los grandes encuentros con aquellos a quienes se ama. El diseñador de interiores Ro de Rivero supo leer esta como una de las principales necesidades de su cliente, y fue así que en este departamento de Lord Cochrane concibió un salón abierto, con una circulación insuperable, conectado con una terraza espaciosa que se puede disfrutar en cualquier momento del año.

Trabajar la residencia desde planos permitió personalizar el espacio hasta el mínimo detalle, para lograr un resultado sofisticado y atemporal. “La idea era hacer un departamento cosmopolita, que hiciera sentir que puedes estar en cualquier parte del mundo”, comenta De Rivero. Entonces, además de una paleta de color muy concreta y un estilo minimalista, los ambientes tenían que ser funcionales, estar automatizados y adaptarse a la cotidianidad de los usuarios. “Ellos reciben mucha visita; por eso, querían una terraza enorme, una parrilla inmensa y una sala abierta”, detalla. Esto hizo necesario conectar el interior con el exterior, fundiendo el conjunto en un solo espacio: una “terraza techada” por un lado –la sala principal–, y la “terraza-terraza”, con piscina y zona de parrilla. Ambas estancias conforman un singular monoambiente que ocupa toda la segunda planta del dúplex.

Rivero

La impresionante isla de la parrilla en piedra y madera posee una doble altura para disfrutar de la performance del parrillero mientras se disfruta de un coctel con los amigos.

Habitar implica disfrutar de la intimidad y la independencia, pero también de los momentos familiares y los grandes encuentros con aquellos a quienes se ama.

Las lámparas colgantes tejidas y la celosía que continúa hasta el techo y llega al interior crean un ambiente fresco, que evoca playa y descanso.

Las lámparas colgantes tejidas y la celosía que continúa hasta el techo y llega al interior crean un ambiente fresco, que evoca playa y descanso.

Para lograr un tránsito fluido y un aspecto pulcro y elegante, la selección del mobiliario de gran formato fue fundamental. En el comedor, la vedette es la mesa de mármol diseñada por el mismo De Rivero, con espacio para doce comensales. “Si tienes una mesa espectacular, no necesitas ponerle nada más”, comenta el interiorista. El énfasis en piezas de impacto como esta permite que los muebles se conviertan en parte del arte. En la sala, un sofá de cuero marrón para seis personas se roba las miradas. Y luego, en la terraza, la isla frente a la parrilla cuenta con espacio para ocho, y mira directo a una vistosa zona que empezó siendo concebida como una parrilla simple, pero acabó convirtiéndose en una suerte de cocina exterior completa. Con el diseño final, el parrillero cuenta con el despliegue ideal para mostrar su talento, a la vez que comparte una copa de vino con sus amigos.

Los enchapes y muebles en madera constituyen un entorno más rústico y salvaje, perfecto para desconectar del ajetreo de la ciudad.

Los enchapes y muebles en madera constituyen un entorno más rústico y salvaje, perfecto para desconectar del ajetreo de la ciudad.

“Todo es oversize; todo es para usar la casa, no salir de Lima”, explica De Rivero. Este fue un proyecto de tres años que empezó antes, pero culminó durante la pandemia, por lo que fue mutando para aprovechar más el tiempo en casa y las vistas al exterior. Los muebles de gran formato eran el toque ideal para poder acomodar a más gente, invitar más a los amigos y recibirlos en ambientes espaciosos, luminosos y aireados.

A pesar de su innegable calidez, el espacio no deja de ser minimalista. Colocar pocos elementos ayuda a generar mayor sensación de amplitud.

A pesar de su innegable calidez, el espacio no deja de ser minimalista. Colocar pocos elementos ayuda a generar mayor sensación de amplitud.

A pesar de su innegable calidez, el espacio no deja de ser minimalista. Colocar pocos elementos ayuda a generar mayor sensación de amplitud.

Conexión-desconexión

Sin desentonar con la paleta de los interiores en la que predominan el charcoal y los tonos neutros, el exterior debía tener colores y personalidad propia. “La idea era que fuera un oasis, junto con las plantas y la vegetación; queríamos darle un poco de color al cielo gris limeño”, detalla el diseñador. Para ello, se optó por colocar un porcelanato hexagonal de gran formato en tonos verdosos, que van del verde petróleo a gamas de grises. En el área de la piscina, se usó un patrón más cálido y, en cierta medida, tropical, para dar destaque. “Explotamos mucho la zona de la piscina, para que provoque ir a ella; utilizamos madera para dar ese toque fresco y de playa, que invita a estar ahí”. El verde de la vegetación, junto con la rusticidad de la madera, transportan al visitante a otro lugar, como a un refugio de calma en medio de la urbe.

“A este cliente particular le gusta lo que hago, sabe lo que hago, y no queríamos salirnos de ese estilo. Se buscó sentir que adentro estás en un hermoso penthouse de la ciudad; y luego sales a la terraza, que es un oasis”, explica Ro de Rivero sobre la personalidad tan marcada de los interiores, que se distinguen claramente del exterior. Hay una intención lúdica al unir dos espacios tan diferentes que, con solo una mampara de por medio, pueden sentirse como ambientes aislados o un solo gran entorno para la socialización. La celosía de la terraza que ingresa por el techo al salón, así como el segundo jardín que da hacia el lado opuesto de la sala, envuelven todo en un gran oasis urbano en el que solo hay lugar para disfrutar en conjunto en un escenario tan elegante como seductor.

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