Tres expertos en sostenibilidad accedieron al ejercicio de identificar los principales desafíos que tiene Lima para iniciar una transformación que la vuelva una ciudad sostenible, resiliente y acorde con las necesidades de sus habitantes y el entorno. A continuación, los seis desafíos urgentes que deberá afrontar la capital en el año que está por comenzar.

Por Edmir Espinoza

Ilustración de Elmer Yarmas / Fotos: Agencia Andina

Nuestra querida Lima, la ciudad del polvo y la niebla, es también una de las urbes más vulnerables a los efectos del cambio climático y la degradación ambiental. A sabiendas de ello, y teniendo en cuenta las grandes tareas pendientes que tiene la urbe para garantizar el bienestar de sus habitantes y el desarrollo sostenible de su territorio, CASAS entrevistó a tres expertos para encontrar los principales desafíos de sostenibilidad para Lima en 2024, y analizar posibles soluciones y oportunidades.

Si bien diversos retos como el manejo sostenible de residuos, la creación de indicadores que midan la vulnerabilidad de nuestras regiones, o una política agresiva para generar una industria de la construcción más amigable con el entorno y el medio ambiente quedaron en el tintero, los seis desafíos que presentamos a continuación tienen como hilo conductor el abordar la sostenibilidad a partir del desarrollo urbano, e incluir a la población dentro de estos procesos transformadores.

1. Toma conciencia

Para Javier Perla, gerente de servicios de sostenibilidad de SGS, el primer desafío clave para abordar la sostenibilidad en Lima radica en fomentar una profunda toma de conciencia en todos los niveles de la sociedad. Perla destaca que este proceso debe trascender las esferas gubernamentales y empresariales para llegar a cada ciudadano. “En muchos casos, la falta de conciencia sobre la importancia de prácticas sostenibles en la vida cotidiana obstaculiza los esfuerzos generales”, afirma Perla, quien sugiere observar modelos exitosos en otras partes del mundo, especialmente en Europa, donde la educación ambiental se incorpora desde la infancia.

Por otro lado, Perla cree que es fundamental promover la empatía hacia las realidades de otras regiones. “Conocer y entender las distintas perspectivas y desafíos permite la creación de estrategias sostenibles que sean verdaderamente inclusivas y adaptadas a diversas situaciones. La toma de conciencia no solo debería recaer en los ciudadanos, sino también en los responsables de las decisiones, quienes deben considerar de cerca cómo sus acciones afectan la vida cotidiana de la población”, plantea Perla, quien actualmente es presidente de la Comisión de Sostenibilidad y Cambio Climático de la Cámara de Comercio Suiza.

Transformar la movilidad en la ciudad hacia un sistema multimodal que priorice al peatón y promueva la micromovilidad es una tarea pendiente de larga data en Lima, y que podría generar un gran impacto en la manera en que los limeños nos relacionamos entre nosotros.

2. Conectar a los actores para una Lima más sostenible

Perla también destaca la necesidad de conectar a todos los actores relevantes, desde ciudadanos y comunidades hasta instituciones gubernamentales y empresas, para construir una Lima más sostenible de manera colaborativa.

La falta de comunicación y coordinación entre estos puede obstaculizar el sendero hacia la sostenibilidad. Para abordar este desafío, Perla propone la creación de plataformas y espacios de diálogo donde todos los involucrados puedan compartir ideas, recursos y soluciones. Además, subraya la importancia de la colaboración intersectorial, ya que cada parte tiene un papel único en la construcción de una ciudad más sostenible.

Por otro lado, el experto afirma que es esencial involucrar a la sociedad civil en la toma de decisiones y en la implementación de proyectos sostenibles. Propone el establecimiento de alianzas estratégicas entre el sector público, privado y la sociedad civil para facilitar la movilización de recursos financieros y técnicos necesarios para llevar a cabo iniciativas sostenibles a gran escala.

3. Un nuevo modelo de crecimiento urbano

Anna Zucchetti, microbióloga y experta en gestión ambiental y sostenibilidad urbana cree que uno de los principales desafíos para vislumbrar un futuro sostenible para Lima es transformar el modelo de crecimiento de la ciudad. Para Zucchetti, este imperativo no solo involucra aspectos medioambientales, sino que también impacta directamente en la calidad de vida y la sostenibilidad urbana a largo plazo. Según la microbióloga, el modelo actual devora el suelo, destruye ecosistemas periurbanos y genera una ciudad extensa y económicamente costosa.

“La tarea de transformar este modelo implica un enfoque integral. Desde combatir el tráfico de tierras hasta implementar programas serios de vivienda social y regeneración urbana, la tarea de transformar Lima debe ser liderada por el alcalde metropolitano, pero el Ministerio de Vivienda debe colaborar para establecer políticas de suelo y ordenamiento territorial que no solo queden en el papel, sino que se apliquen efectivamente”, explica Zucchetti, quien cree que esta primera tarea es una llamada a la acción conjunta. “La sostenibilidad urbana requiere esfuerzos coordinados para garantizar un futuro habitable y económicamente viable para Lima”, refiere.

4. Garantizar una política de seguridad hídrica

Zucchetti también resalta la necesidad de garantizar la seguridad hídrica en nuestra capital. “Lima enfrenta carencias estructurales en el suministro de agua, por lo que se necesita un cambio radical en el modelo de consumo. Y en ello la aplicación de principios de economía circular se vuelve esencial, instando a consumir menos y de manera más eficiente el agua”, afirma.

Con más de 200 litros per cápita de consumo, Lima está por encima de estándares globales. Ante ello, para Zucchetti, la protección de las fuentes de agua, incluyendo glaciares y lagunas, es imperativa. Además, la microbióloga destaca la oportunidad de reciclar aguas residuales, un recurso valioso que actualmente es desaprovechado. “Este enfoque circular podría no solo reducir la carga sobre el suministro de agua, sino también contribuir a hacer de Lima una ciudad más verde y sostenible”, explica.

Sin embargo, la especialista considera que la tarea más importante para garantizar la seguridad hídrica en nuestra ciudad es la transformación cultural colectiva. “Necesitamos promover que ciudadanos y empresas adopten prácticas más eficientes. Si bien la responsabilidad de reducir pérdidas en redes de distribución y mejorar la micromedición recae en la gestión de Sedapal, el compromiso de los usuarios es fundamental”.

5. Transformar la movilidad de la ciudad

Por su parte, María Pía Mogollón, arquitecta especializada en diseño sostenible y arquitectura bioclimática, entiende que uno de los desafíos urgentes de nuestra capital en materia de sostenibilidad es la de transformar la movilidad en la ciudad. 

Según Mogollón, la movilidad no solo implica mejorar el transporte público, sino también garantizar la seguridad vial y fomentar los viajes activos, como caminar o viajar en bicicleta. “La propuesta es ir más allá de la congestión vehicular y considerar la calidad del espacio público, haciendo hincapié en la seguridad de los peatones y la promoción de modos de transporte más sostenibles”, afirma, a la vez que señala que la conexión entre una movilidad eficiente y la mejora del medio construido se convierte en un elemento clave para crear una ciudad más habitable.

Al abordar la movilidad, la arquitecta destaca también la importancia de crear espacios públicos bien diseñados que fomenten la interacción social y modifiquen la movilidad de las personas, promoviendo un sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes de nuestra ciudad.

6. Consolidar una política de vivienda digna y accesible

Por último, Mogollón resalta la necesidad de establecer una política de vivienda digna, accesible y resiliente para hacer frente al crecimiento demográfico acelerado que ha llevado a un déficit habitacional en Lima. La arquitecta subraya la importancia de entender los orígenes de los problemas actuales, abogando por una mirada retrospectiva para abordar las desigualdades existentes en la ciudad.

Para lograr una Lima más equitativa, Mogollón propone considerar la vivienda como un aspecto crucial que influye en el bienestar físico, psicológico, social y económico de la población. “La seguridad de tenencia, la adecuación cultural, y la disponibilidad de servicios básicos son elementos clave que deben ser integrados en el diseño y planificación de viviendas. Necesitamos trabajar de la mano con la comunidad, involucrando a los habitantes en el proceso para asegurar que sus necesidades y aspiraciones sean atendidas”, apunta.

Esta recopilación de temas cruciales representa un reto y una oportunidad. Su aplicación tiene el potencial de realmente mejorar la calidad de vida de los limeños y limeñas, y contribuir a los objetivos globales de sostenibilidad. La tarea pendiente está en manos de todos quienes habitamos esta urbe.

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