El creador de éxitos como Spider-Man y Hulk dejó una cuantiosa fortuna valorizada en más de US$ 50 millones. Su hija mayor, Joan Celia Lee, la reclama. Sin embargo, la mala relación que tuvo con su progenitor podría haberla dejado fuera del testamento.

Stan Lee falleció el último lunes, a los 95 años, en un hospital de Los Ángeles. La noticia de inmediato causó gran conmoción entre sus seguidores de todo el mundo. No obstante, a la muerte de la leyenda de Marvel se suma ahora la polémica en torno a su herencia. 

Todo parece indicar que el guionista y editor de cómics dejó una fortuna de entre 50 y 70 millones de dólares, que ahora reclama su hija Joan Celia. No obstante, entre la mujer de 68 años y su padre existió una conflictiva relación, que hace solo unos meses saltó a los titulares.

Joan Celia acompañando a su padre en la presentación de su estrella en el Palms Resort Hotel and Casino de Las Vegas.

En abril pasado, The Hollywood Reporter divulgó el testamento del escritor, el mismo por el que su entorno más cercano empezó a pugnar. El portal también publicó un informe en el que se señalaba que Lee sufría maltrato físico por parte de su hija. Debido a esa dramática situación, el artífice de innumerable superhéroes decidió firmar un documento en el que denunciaba su actitud violenta.

Tensión en casa

Pero el problema empezó en julio de 2017, tras la muerte de la esposa de Lee, Joan Boocok Lee. Ella era quien se encargaba de gestionar la fortuna y en su ausencia, Stan no era capaz de llevar las cuentas ni controlar a su hija. Esta llegaba cada mes a pedirle hasta US$ 40 mil que más tarde destinaba a “gastos innecesarios”, según detalló el propio escritor estadounidense. De acuerdo al informe periodístico, él solo quería evitar que se quede sin casa y sin dinero una vez que él hubiera muerto.

Stan Lee y su esposa Joan en la premiere de Iron Man, en 2008.

Dicho acercamiento al anciano levantó sospechas entre sus allegados, puesto que lo veían como una estrategia para obtener mayor poder económico. Así fue como en sus últimos meses, la vida de Stan Lee sufrió varios cambios. Entre ellos, el despido de su asistente personal, con quien mantuvo un vínculo laboral de casi 25 años. A su salida intempestiva se sumó la del jardinero y la ama de llaves de su residencia. 

Habrá que esperar un tiempo para saber si Joan Celia finalmente recibe la herencia que anhela o si su progenitor tenía reservado un as bajo la manga para protegerla de sí misma. De momento, Stan Lee se ha despedido como todo un héroe: ha dejado grabados algunos cameos para que sus admiradores disfruten de él en próximas películas, además de compartir un tuit póstumo que ya es viral. “1922-2018: Excelsior”, se lee en la publicación. 

Dicha expresión a la que recurría para despedirse, guarda un significado que dice mucho de su personalidad: “¡Hacia arriba y hacia adelante por la gloria mayor”.