En esta edición de «Altoparlante», te contamos más sobre el último trabajo del pianista peruano Pepe Céspedes, reseñamos la última producción de la banda estadounidense Yo La Tengo, y más.

1. El hombre del piano:

 

Pepe Céspedes es uno de los pianistas más versátiles, activos y talentosos de nuestro medio. Solo en los últimos tres años ha puesto en circulación tres notables lanzamientos como solista (también forma parte del imprescindible trío de jazz, “con sabor peruano”, Manante), en los que explora géneros y temperamentos sumamente diversos, desde la música andina y los ritmos tradicionales afroperuanos de la costa hasta incursiones en la fusión con estilos foráneos. El más reciente, “Casi casi”, de muy contemporánea portada futbolera, cuenta con diez composiciones del propio Céspedes. Y tan solo un piano Yamaha. Si tienen la oportunidad de escucharlo en vivo, no dejen de hacerlo. Será algo parecido a una revelación.

2. Paisaje en claroscuro:

Treinta y cuatro años y quince discos en estudio después, Yo La Tengo sigue siendo una de las agrupaciones más consistentes y entrañables de la escena indie estadounidense. El trío originario del barrio de Hoboken, Nueva Jersey, que además mantiene la misma formación desde 1992 –los esposos Georgia Hubley e Ira Kaplan, en la batería y la guitarra, respectivamente; y el bajista James McNew– suele ser una apuesta segura para sus fanáticos más recalcitrantes, ya que cada nuevo disco ofrece con generosidad esa tensión entre armonía y distorsión, ese equilibrio magnífico entre la accesibilidad pop y la experimentación sonora, que se ha vuelto ya una marca registrada del sonido de la banda a lo largo de todo este tiempo. Pero hay algo diferente en “There’s A Riot Going On”, su flamante nueva producción, que la distancia sutilmente de los discos más conocidos de YLT: melancólicos y sinuosos, muchos de sus cortes nos entregan una versión bastante más taciturna y menos “eléctrica” de la banda. En este caso, está claro que la procesión (o la “riot” del título) va por dentro.

3. El visitante:

Aunque accidentado y por momentos abiertamente incómodo (para el público y los músicos), el concierto que ofrecieron en Lima –noviembre de 2011– los míticos Sonic Youth, que entonces estaban al borde del colapso tras el agrio y triste final del matrimonio entre la bajista Kim Gordon y el guitarrista Thurston Moore, fue memorable por muchas razones. Una de ellas fue presenciar, de cerca, el tradicional y furibundo contrapunto de feedback entre Moore y el otro guitarrista de la banda, el también legendario Lee Ranaldo, que acaba de anunciar su inminente retorno a Lima en su faceta solista (que alcanzó su mejor momento con el lanzamiento, en 2012, de “Between the Times and the Tides”, sin duda su producción más accesible y gratificante al margen de Sonic Youth). Ranaldo, además, presentará “Electric Trim”, su más reciente lanzamiento, editado el año pasado y que también ha recibido sonoros elogios de la crítica. La cita, absolutamente imperdible (pero con entradas limitadas, ojo), será el 15 de mayo en el Museo de Arte Contemporáneo de Barranco.

El brujo de danzig

“Cinema”, una gran retrospectiva dedicada al alemán Holger Czukay, cofundador de Can, la mítica banda de krautrock.

El alemán Holger Czukay, cofundador, bajista y productor de algunas de las obras maestras de los imprescindibles Can (entre ellas “Ege Bamyasi” y “Tago Mago”, los dos clásicos definitivos de la agrupación referencial del llamado “krautrock”), empezó en 1978 una fascinante trayectoria como solista en la que no faltaron los discos geniales –especialmente “Movies!”, de 1979, el primero que lanzó tras su alejamiento de la banda originaria de la ciudad de Colonia– y las colaboraciones musicales apasionantes, como las que lo unieron a David Sylvian, el dúo Eurythmics, The Edge y Jah Wobble, entre muchos otros.

No ha transcurrido ni un año desde la partida definitiva de Czukay, en setiembre pasado, para que su inmenso legado reciba el tratamiento discográfico retrospectivo que siempre mereció: el sello Grönland Records acaba de lanzar “Cinema”, una ambiciosa box set que incluye cinco discos, un libro de 36 páginas, un DVD de un telefilme para el que Czukay cumplió la doble función de actor y compositor de la banda sonora y un “vinyl video” –un formato que surgió y desapareció sin pena ni gloria en la década de los ochenta, y que hoy es toda una curiosidad para los coleccionistas– de siete pulgadas.

Es decir, todo un festín para los fetichistas del vinilo. Algo costoso, pero imprescindible.