El Plan Maestro para la recuperación del Centro Histórico de Lima también apunta a que la música criolla sea declarada como Patrimonio Cultural de la Nación. Expediente técnico se presentará al Ministerio de Cultura a finales del 2021.
Por Redacción Cosas
El vasto patrimonio cultural del Centro Histórico de Lima (CHL) no se limita a lo físico, como las casonas, iglesias, calles o plazas; sino que, a su vez, está compuesto por expresiones inmateriales, siendo la música criolla una de las principales y más relevantes. Esta, como ninguna otra, absorbe los sentimientos de todas las generaciones de limeños, uniéndolos así en una sola manifestación de identidad. Los valses, las polkas y las marineras limeñas acompañan y dan sentido a las viejas calles y plazuelas de nuestro Centro Histórico, evocando en cada esquina y bajo cada farol aquellos amores y desamores, la nostalgia, las esperanzas, las alegrías y la vida social misma de nuestro pueblo.
Bajo esa visión de Lima y su patrimonio, el Plan Maestro para la recuperación del CHL contempla la salvaguardia y puesta en valor de esta expresión cultural. El punto neurálgico de dicha tarea, que viene siendo facilitada por un equipo de especialistas de Prolima, implica la redacción de un expediente técnico que proponga la declaratoria de la música criolla como Patrimonio Cultural de la Nación.
Para lograrlo, Prolima ha encauzado un amplio proceso de construcción participativa: más de 120 portadores de la música criolla en Lima, incluyendo a niños y adolescentes de entre 7 y 17 años, intervinieron en 10 mesas de trabajo mediante las que se recogieron prácticas y saberes, además de opiniones y comentarios, que contribuyan a la elaboración del expediente.
Este documento incluirá, principalmente, los antecedentes históricos, el desarrollo de la práctica musical actual, los procesos de transmisión de generación en generación, la vigencia y las perspectivas a futuro de esta expresión cultural. Priorizando el carácter participativo del proyecto, la versión final del expediente será comentada y validada por la comunidad antes de ser presentada al Ministerio de Cultura para su revisión, hacia finales de este año.
Una declaratoria garantizaría, en el marco de la ley, que la música criolla sea protegida por el Estado mediante su investigación, preservación, promoción, valorización, transmisión y revitalización. Asimismo, avalaría que el Estado promueva su conservación, exhibición y difusión mediante la participación activa del sector privado. En ese sentido, no solo pondría en valor a la expresión misma, sino a las personas y colectivos que la practican y difunden.
A la par, a partir de las problemáticas y oportunidades identificadas por los portadores durante las mesas de trabajo, Prolima ha desarrollado un Plan de Salvaguardia de la música criolla en Lima, orientado a ejecutar acciones concretas para empoderar a los portadores, fortalecer el diálogo intergeneracional de esta expresión cultural, involucrar y visibilizar el trabajo de niños y jóvenes en relación a la música criolla, facilitar el acceso a información confiable, fomentar la investigación, promover la creación de nuevos repertorios y recuperar el paisaje sonoro histórico de la ciudad, entre otras.
Del mismo modo, Prolima viene trabajando en la futura implementación de un espacio oficial dedicado a la difusión, transmisión e investigación permanente de la música criolla. Se tiene proyectado como un recinto de encuentro, mesas de diálogo, conferencias, conciertos y veladas musicales, además de una larga lista de actividades que evoquen y preserven la tradición de la música criolla en nuestra ciudad.
Como parte de este trabajo integral, la comuna limeña viene editando el libro “La Música Criolla de Lima”, que se encuentra en la última fase de su elaboración. El texto nos invita a recorrer la historia, legado y vigencia de esta expresión cultural desde sus antecedentes primigenios durante el siglo XVII hasta nuestros días. Aborda aspectos como i) la forma en que la música criolla se integró al paisaje sonoro-urbano de Lima, en qué espacios se practicó y cómo estos moldearon su historia; ii) una explicación sobre cómo se dio la transmisión de los saberes propios de esta expresión cultural y los géneros que históricamente la conformaron; y iii) un repaso sobre los instrumentos con los que se interpretó a lo largo de nuestra historia.
Un 31 de octubre de 1944 se celebró oficialmente el primer Día de la Canción Criolla, en la tradicional plazuela Buenos Aires, en Barrios Altos. Hoy, con ese mismo entusiasmo, se viene trabajando con firme propósito para devolverle el lugar que se merece.
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