En sintonía con la peatonalización del Damero Pizarro, la comuna limeña viene recuperando integralmente este tradicional espacio público, situado frente al convento de Santo Domingo y a una cuadra de la plaza Mayor de Lima.

Por Redacción COSAS

Imagínese caminando por el Centro Histórico de Lima (CHL): tras disfrutar de la arquitectura y el entorno de la plaza de Armas, se dirige por el peatonalizado jirón Conde de Superunda en dirección hacia la avenida Tacna. El sol cae sobre los balcones del Palacio Municipal y los adoquines de la calle empedrada. Al llegar al jirón Camaná, se encuentra con la tradicional plazuela de Santo Domingo completamente recuperada: los visitantes disfrutan del mobiliario renovado, las nuevas áreas verdes, el piso de cantos rodados y la luminaria de estreno. Elementos que, de manera conjunta, revitalizan la dinámica social de este importante espacio público…

Mientras usted lee estas líneas, un equipo de Prolima viene trabajando para que ese escenario se vuelva realidad. En armonía con los trabajos de peatonalización en el Damero de Pizarro, la propuesta para la remodelación de la plazuela de Santo Domingo contempla la recuperación del valor histórico y el mejoramiento de las condiciones urbanas y de comodidad del lugar, cuyo origen se remonta a la configuración colonial de la Ciudad de los Reyes.

Los cantos rodados de la plazuela se instalan piedra por piedra. (Foto: Prolima)

Situado frente a la iglesia y convento de Santo Domingo, este espacio público integra una formación típica de la urbe: la de la plazuela frente al atrio. Históricamente, los atrios se han consolidado como espacios de intercambio y encuentro social, mientras que las plazas son una extensión de aquella dinámica, aprovechadas para la contemplación de la ciudad y el descanso de los ciudadanos.

Bajo esa premisa, la recuperación de la plazuela de Santo Domingo incluye la instalación de estacionamientos para bicicletas, nuevas papeleras y mobiliario de descanso, colocados en concordancia con los puntos de sombra que generarán los nuevos árboles de jacarandá.

Siguiendo lineamientos históricos, el nuevo piso de la plazuela será de piedra granítica, basalto, talamoye y cantos rodados. Estos últimos se vienen colocando piedra por piedra, en aras de un acabado de alta calidad y durabilidad en el tiempo. Asimismo, se implementarán nuevos postes con luces Led y un sistema de iluminación ornamental para los módulos de venta de periódicos y de lustrado de zapatos que se proponen como parte de la recuperación. Esto último con el objetivo de mantener las dinámicas sociales y comerciales aledañas a la plazuela.

Cuestión de Historia

Otra parte de los trabajos ejecutados por Prolima contempla la recuperación y reubicación, en base a criterios históricos, de dos esculturas instaladas en la plazuela. Una de ellas es el busto de Augusto Pérez Araníbar, exdirector de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima (1916 – 1918) y fundador del puericultorio que lleva su nombre.

El busto ha sido reubicado en el pasaje Villarán de la plaza Francia, justo frente del ingreso a la nueva Oficina de Trámite Documentario de la Municipalidad de Lima. En la zona donde se instaló, según evidencia histórica y arqueológica hallada por Prolima este año, se erigió la antigua capilla de la portería de San Juan Macías, demolida a inicios del siglo XX. Allí, la Beneficencia inauguró el Hospicio de la Recoleta, el principal antecedente histórico del puericultorio Pérez Araníbar. En octubre pasado, la comuna limeña presentó la plaza completamente recuperada, en una ceremonia que contó con la presencia de Miguel Rodrigo Pérez Araníbar, sobrino nieto de Don Augusto.

Plazuela Santo Domingo.

Trabajos iniciales de restauración de la escultura del Petiso.

La segunda escultura es la del Petiso, elaborada por el artista Humberto Hoyos en memoria del niño lustrabotas que falleció la noche del 3 de septiembre de 1983. Aquella vez, para protegerse de la garúa limeña, el pequeño se escondió en una caja de luz de la plaza San Martín, muriendo electrocutado cuando su cuerpo chocó con los cables. Actualmente, dicha escultura viene siendo restaurada por el personal de Prolima, que aplicará métodos para garantizar su conservación en el tiempo.

Una vez recuperada, se reubicará en la primera cuadra del jirón Quilca, en la plaza San Martín, justo entre los emblemáticos inmuebles del Teatro Colón -que viene siendo restaurado por el sector privado- y el edificio Giacoletti, que próximamente será comprado y recuperado por la comuna limeña.

De esta manera, bajo la guía del Plan Maestro para la recuperación del CHL, se sigue trabajando de manera incansable en la recuperación y protección de nuestro patrimonio. La plazuela de Santo Domingo, proyectada a concluirse hacia finales de este año, se integrará al circuito peatonal y turístico del CHL, consolidándose como un importante punto de contemplación y descanso para todos los visitantes.

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