Se viene ejecutando el estudio de preinversión para 23 de las 51 intervenciones que integran el Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac, a cargo de Prolima. Tres anteproyectos, incluyendo uno galardonado internacionalmente, tienen aprobación del Ministerio de Cultura.

Por Jaro Adrianzen

Partamos de lo concreto: a diferencia de casos anteriores, el Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac es el único que forma parte de un Plan Maestro para el Centro Histórico de Lima con visión al 2035 -aprobado mediante ordenanza municipal en el 2019 y en efervescente y permanente ejecución por parte de Prolima. Cuenta con un equipo multidisciplinario -arquitectos, ingenieros, economistas, urbanistas y arqueólogos, entre otros- íntegramente dedicado a la gestión de su avance y futura implementación. Tiene un estudio de preinversión que ya se está desarrollando -por concluirse en agosto del 2023- y cuyo presupuesto asciende a $1 millón y medio de dólares, financiados por la Municipalidad de Lima (MML) y la Corporación Andina de Fomento (CAF). Y ya se iniciaron las mesas de trabajo para la transferencia de predios del Estado con miras a su futuro uso como espacios públicos vinculados con nuestro río Hablador.

Ahora, vayamos a trazar el horizonte: no basta con precisar que se trata de una megaobra de gran complejidad que abarca dos distritos, 170 hectáreas y 51 intervenciones estratégicas, cuyo objetivo es recuperar los valores históricos, patrimoniales, ambientales, paisajísticos, culturales y económicos del río Rímac y su entorno, en beneficio de los vecinos de toda la ciudad. Habría que agregar, además, que 25 de esas 51 acciones corresponden a la creación o mejora de espacios públicos, como plazas y parques, lo que representa un incremento de 30 hectáreas de áreas verdes para Lima. También que, entre aquellas intervenciones, destacan tres cuyos anteproyectos ya han sido aprobados por el Ministerio de Cultura (Mincul): el del Parque Estancos de Sal, la Plaza Santa Rosa y el Paseo del Canal de Monserrate. Y que ya hay otros dos anteproyectos remitidos a la entidad para su evaluación: el de las alamedas de Acho y Chabuca Granda.

El proyecto Parque Estancos de Sal, reconocido con un premio internacional de Diseño Urbano Sustentable

El proyecto Parque Estancos de Sal, reconocido con un premio internacional de Diseño Urbano Sustentable.

Un necesario paréntesis: el anteproyecto Parque Estancos de Sal fue galardonado en el 2021 con el Gran Premio Internacional de Diseño Urbano Sustentable y con el premio en la categoría de Diseño Urbano Instituciones, entregados en la V edición del Premio ADUS. Esta intervención plantea recuperar y poner en valor una serie de espacios públicos que configuraban el Malecón Leguía: se generarán servicios como equipamientos deportivos e infraestructura cultural, aumentando la variedad de servicios públicos y contribuyendo con la revitalización del entorno histórico y el vínculo de la comunidad con su río.

Trazando el camino

El Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac requiere de una inversión estimada de $320 millones de dólares, por lo que necesita un endeudamiento soberano que deberá gestionarse incluso antes de que concluya el estudio de preinversión. Bajo esa premisa, si la diligencia de la próxima administración municipal avanza de la mejor manera, el megaproyecto entraría en obra hacia enero del 2025.

Lima

El proyecto para el Paseo del Canal de Monserrate busca recuperar el canal como huella patrimonial e hídrica de Lima.

Su primera zona de intervención será en el área entre los puentes del Ejército y Santa Rosa, y ya cuenta con un rosario de acciones planteadas. Hacia el lado del Cercado de Lima se sitúan los ya mencionados proyectos de la Plaza Santa Rosa y el Paseo del Canal de Monserrate -que busca recuperar el canal como huella patrimonial e hídrica de la ciudad. A eso se suma el futuro mejoramiento de calles y veredas de los jirones Cañete (cuadra 1), Chancay (cuadras 1 y 2), Juan B. Agnoli y la avenida Enrique Meiggs (cuadra 1); además de la arborización de zonas aledañas a la vía férrea. Cruzando el río, hacia el Rímac, se plantean los proyectos para las plazas de Nuestra Señora de la Cabeza y Huascarán, así como el mejoramiento de calles en el pasaje Santa Rosa (Rímac), calle Ramón Espinoza y las calles del Barrio Obrero.

Mucho antes, sin embargo, hacia el 2023, se podría dar inicio a la ejecución del proyecto del Parque Bicentenario Rímac, que integra la iniciativa del Proyecto Especial Bicentenario del Mincul, como parte de la conmemoración por los 200 años de la independencia del Perú. Este ya cuenta con las aprobaciones correspondientes.

Al rescate del Río Hablador

Los grandes objetivos del Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac se resumen así: i) mitigar los riesgos ocasionados por la erosión y las inundaciones, ii) promover una movilidad urbana sostenible y activa, iii) devolverle al río su papel como recurso hídrico, histórico, ambiental y paisajístico; y iv) mejorar la relación del entorno urbano con el río.

Entre aquellos cuatro pilares hay otros objetivos específicos ya trazados por el equipo de Prolima, como la generación de 7530 metros lineales de defensa ribereña para reducir la vulnerabilidad del río y su entorno, generando espacios públicos resilientes y seguros; la recuperación de la Estación Ferrocarril de Monserrate; la implementación de 20 kilómetros de nuevas ciclovías; la rehabilitación de los históricos Puente de Piedra y Puente Balta; y la construcción de 4 nuevas pasarelas peatonales -también con ciclovía- para mejorar la conexión entre las riberas del Cercado de Lima y el Rímac.

Los beneficios directos serán una consecuencia natural de lo descrito: aumento sustancial de áreas verdes para la capital, convirtiendo a este espacio en su nuevo y necesario gran pulmón; mejora en la calidad del aire que respiramos todos los días; reducción de la vulnerabilidad y, en sintonía, reducción de la inversión monetaria que anualmente se hace para reparar los daños que ocasiona el Niño Costero; promoción de la movilidad sostenible activa; generación de nuevos espacios públicos, inclusivos y seguros; aumento exponencial y progresivo del atractivo turístico, de la mano del rosario de obras entregadas y en ejecución en el Centro Histórico de Lima (CHL); y el fomento a las economías locales del CHL, apalancado gracias a todas las acciones anteriores.

Vista del anteproyecto para la Alameda Chabuca Granda, ya entregado al Ministerio de Cultura para su revisión

Vista del anteproyecto para la Alameda Chabuca Granda, ya entregado al Ministerio de Cultura para su revisión.

La magnitud de la obra, por supuesto, implica la participación y colaboración organizada de una veintena de aliados del sector público, privado, gremial y académico, además de los vecinos y la población en general, situados en la primera línea de cooperación y vínculo con el proyecto. Para muestra, un botón: entre los agentes están los ministerios de Cultura, Vivienda y Construcción Social y Economía y Finanzas; el Indeci, la ANA, Cenepred; privados como Enel, Lamsac y la Línea 1-Metro de Lima; la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCP y el Colegio de Arquitectos del Perú, entre varios otros actores.

Con las características del proyecto ya presentadas, cabe señalar lo ineludible: la posta de lo trabajado hasta la fecha, y que sigue avanzando cada día bajo el liderazgo de Prolima, deberá ser tomada por la próxima gestión municipal. Sobre ellos recaerá una doble responsabilidad: continuar y robustecer la voluntad política que se requiere para enrumbar un proyecto de esta magnitud, y acompañarla de una gestión que vele por generar y mantener el marco normativo adecuado, compuesto de un buen equipo de profesionales con experiencia, convenios de colaboración, aprobaciones en las entidades respectivas y un largo etcétera de acciones que van más allá de la buena voluntad.

El río Rímac ha sido un eje y personaje estructurante en cada etapa de nuestra historia, convirtiéndose en un espacio para el desarrollo de múltiples oportunidades y el disfrute de sus usuarios. Es, en el sentido estricto de la palabra, un elemento gravitante para el imaginario, la memoria colectiva y la memoria de la ciudad. Merece, y nos merecemos, que se recupere el protagonismo de sus mejores años. La ruta ya está trazada.

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