¿Será esta la última vez que Beyoncé se presenta en los premios Grammy? Pues debería, incluso Adele lo quiere así. Esta fue una noche donde los premios no reflejaron lo mejor de la música (¿cuándo lo hacen?), pero sí lo hicieron presentaciones que le han devuelto a los premios Grammy el título de fiesta máxima de la industria estadounidense. Beyoncé, Lady Gaga, y Rihanna, que no cantó pero cuya existencia es una constante y perfecta performance, fueron junto a Adele las reinas de la noche.
Mejor vestidos
Twenty One Pilots recibió su primer premio Grammy, a mejor duo/grupo, en ropa interior. La historia data de cuando no eran famosos. Estaba en casa con amigos viendo los premios, se dieron cuenta de que estaban todos en ropa interior y decidieron que si algún día llegaban al escenario y el gramófono dorado, no cambiarían de atuendo.
Lady Gaga rompió a Metallica
Una de las colaboraciones más esperadas desde el Super Bowl, Gaga prometía un gran regreso y lo tuvo. El escenario, literalmente en llamas, recibió a dos grandes de la música que aunque parecían existir en espectros distantes del sonido, se movieron en perfecta armonía. Tal vez todos los fans ultra del metal tienen razón y Metallica es la banda «metal» para la gente a la que en realidad le gusta cualquier otro género.
Juntos interpretaron “Moth Into Flame”. La cantante usó un polo con el logo de la banda y se llevó de encuentro la idea de compartir el escenario apropiándose por completo de la presentación. God save the Lady.
¿Otro dato a destacar? Lady Gaga se hizo un tatuaje para conmemorar la colaboración.
Beyoncé: una religión
Con 9 nominaciones por Lemonade, embarazada de gemelos y tras una espectacular presentación en Coachella, Beyoncé llevó los premios Grammy a una nueva dimensión. Para empezar, en una movida nunca antes vista, su presentación contó con la introducción de alguien muy especial. No es cantante, productora, compositora o alguien del medio. Tina Lawson, madre de las hermanas Knowles, fue la encargada de presentar a su hija mayor, Beyoncé.
Mama Tina dio un conmovedor discurso, que la situó no solo como madre de dos de las mayores voces de la industria, sino como una figura maternal de la música estadounidense.
«He sido bendecida con dos hijas, dos maravillosas hijas que me hacen sentir orgullosa con todo lo que hacen. Todos los ganadores de Grammys esta noche también me hacen sentir orgullosa. Eso no está en el guion. Estoy orgullosa de sus logros, su confianza en sí mismos y su deseo de hacer la diferencia. Lo que más orgullo me da, y la razón por la que estoy aquí para presentar a Beyoncé, es la devoción y el amor que veo en ella por su hija, y la forma que ha expresado amor a todos los que la rodean. El amor es evidente en sus poderosas palabras y música.
Damas y caballeros, con orgullo de madre, mi hija, Beyoncé.» – Tina Lawson.
Lo que siguió no tiene definición. La cantante interpretó Love Drought y Sandcastles, en un espectáculo que incluyó hologramas, simbolismo religioso, un guiño al trabajo de su hermana Solange, a su hija y a su madre sobre el escenario, y ropa digna de Dios.
La introducción de su madre, sumada a la presencia de su hija, la iconografía, ropa, y su vientre de evidente embarazo dispararon el discurso de Lemonade (una celebración de las mujeres negras estadounidenses) a convertirse en una celebración de la maternidad y del matriarcado. Verla sobre el escenario fue tener la seguridad de que nace con cada uno de sus gestos una nueva realeza capaz de reescribir hasta la gravedad.
Adele vs. Beyoncé: le ganó en todo, pero…
«¿Qué mierda tiene que hacer Beyoncé para ganar artista del año?», dijo Adele en el backstage. La cantante londinense subió al escenario para recoger el premio de Canción del año, Record del Año y, finalmente, Album del año, categoría que se esperaba fuera para Beyoncé y el monumental Lemonade.
Beyoncé, a pesar de sus muchos Grammy, continúa sin ganar el premio a Mejor Album. Lo perdió ridículamente ante Beck, y luego de manera absolutamente sorprendente ante el 1989 de Taylor Swift. Esa noche Kanye West tomó el escenario y le quitó el micrófono a Taylor para afirmar que Beyoncé debió ganar. Esta vez, no hicieron falta terceros, pues Adele misma decidió dedicarle el premio a Bey en un discurso que arrancó lágrimas a ambas artistas.
«… No puedo aceptar este premio. Me siento humilde y agradecida, pero la artista de mi vida es Beyoncé y ese álbum para mí, el álbum ‘Lemonade’, fue tan monumental, Beyoncé. Fue tan monumental. Y tan bien pensado, tan hermoso y con alma. Nos mostraste otro lado que no siempre nos dejas ver, y lo apreciamos, y todos los artistas aquí te adoran. Y tú eres nuestra luz, y la forma en que nos has hecho sentir a mí y a mis amigos, la forma en que haces sentir a mis amigos negros, es empoderadora. Los haces ponerse de pie y defenderse. Te amo. Siempre lo he hecho y siempre lo haré.» – Adele.
Adele además, en un movimiento digno de Cady Heron, rompió su premio, asumimos que para darle la mitad a Beyoncé como buen final de Mean Girls.
Solange
Momentos después de que el premio fuera anunciado, Solange tuiteó a Frank Ocean en alusión a su queja contra el sistema de los Grammy cuando premiaron a Taylor Swift en lugar de a su álbum Blonde.
wuddup frankhttps://t.co/CVth1vwgNb
— solange knowles (@solangeknowles) February 13, 2017
Tributo a Prince y resistencia
No solo un extraordinario músico y activista por los derechos humanos, sino un hombre tierno, bueno y siempre glamoroso, Prince tuvo un sentido tributo a cargo de Bruno Mars. El cantante decidió encarnar al ídolo en una de sus famosas casacas púrpura y estremeció a audiencia
Por otro lado el movimiento anti-Trump se dejó sentir dentro y fuera del escenario. Chance the rapper usó una polera agradeciendo a Obama mientras recogía su histórico Grammy, el primero para un artista sin sello y sin un álbum en formato físico. Katy Perry se presentó con una banda en el brazo que decía «Persist», en alusión a una reciente querella entre republicanos y Elizabeth Warren; y cantó Chained to the Rhythm, canción sobre el engaño de vivir cómodo en una burbuja. James Corden, presentador de la noche mencionó a Donald entre chistes, y el grupo A Tribe Called Quest se presentó junto al nominado Anderson Paak, Busta Rhymes y Consequence cantando un medley de Movin’ backwards, We the people, Can I kick it, y Award tour.
A Tribe Called Quest perform with Anderson .Paak, Busta Rhymes and Consequence at the #GRAMMYs pic.twitter.com/Kz35sUTEs7
— Wolé II (@Kingwole) February 13, 2017