Es, sin temor a equivocarnos, el comediante mexicano más popular de la actualidad. Desde su legendario programa Otro Rollo, que comenzó a transmitirse en 1995, acostumbró a la audiencia a un formato de comedia hasta entonces no tan conocido. Hoy, con su Tour Monólogos, hace giras llevando su talento humorístico a distintos países. Y en menos de dos semanas llegará a nuestro país para presentar dos shows (15 y 16 de marzo) en el auditorio del Pentagonito. Por eso entrevistamos a Adal Ramones para poder hablar sobre la comedia y la película para la que grabará en su paso por Lima.

¿Hay algo sobre lo que te cueste o te haya costado reírte?
La indiferencia que hay en muchos niveles de nuestra sociedad hacia los problemas de la humanidad. Es complicado hacer chistes acerca de esto porque podría prestarse para que la gente lo siga tomando a la broma.

Dices que tus monólogos hablan de los estúpidos que somos los humanos. ¿Hay alguna muestra particular de estupidez que no deje de causarte sorpresa?
Pues sí. En efecto somos muy estúpidos. Creemos que todo va a mejorar solo con el paso del tiempo, esa es una muestra de estupidez muy grande. La gente está muy tranquila con todo su entorno y no mueve un solo dedo para mejorarlo. Es curioso ¿no? Hay quienes se quejan pero no hacen nada más que eso. Pero si hay algo que no deje de causarme sorpresa es cómo se está dividiendo la estupidez, así como si fuera un público segmentado. Ahora tenemos seres humanos con un nivel de estupidez personalizado y cada uno hace de esto su estilo de vida. Me parece increíble.

Comedia sin fronteras

¿Tiene o debería tener algún límite el humor?
No creo que se trate de un limite sino más bien de saber a qué público dirigirte con cada monologo. No todos se van a reír de lo mismo. Por eso siempre tiene que haber mucha variedad o estar en un punto medio para que nadie se aburra o se sienta excluido.

¿Jimmy Morales es una clase de límite?? [Adal hizo un conjunto de bromas sobre el actual presidente de Guatemala, por lo que posteriormente fue vetado en un centro cultural de dicho país] 
Incluí la situación con Morales dentro del monólogo y saltó mucha gente a decir que por qué hacia mofa sobre algo que no es de mi país. El 99% era gente en redes y me atrevo a decir que fue un número muy reducido que logró hacer mucha bulla con este tema. Pero como ya lo he dicho antes, un comediante no puede tener fronteras, la libertad de expresión no puede tener fronteras y es algo que todo artista tiene muy claro.

“Un comediante no puede tener fronteras, la libertad de expresión no puede tener fronteras y es algo que todo artista tiene muy claro”.

Alfredo Bryce Echenique, un escritor peruano, dijo que el humor es un pararrayos vital, ¿estás de acuerdo con esto?
¿Qué somos sin humor? Qué triste sería nuestras vidas sin algo por lo cual reírnos. Estoy totalmente de acuerdo con esta frase, es algo que nos irradia energía y está probado científicamente.

¿Es en los monólogos donde más libre te sientes?
Sí, me siento cómodo frente a cualquier tipo de público. Hay algunos que son más difíciles que otros pero es parte del trabajo de uno y lo disfruto al cien por ciento.

¿Qué se siente provocar la risa de un coliseo completo?
Es un placer indescriptible. Imagínate algo que te encante hacer, como un deporte extremo o la pasión por escribir, esa satisfacción sin comparación es lo que siento.

¿Es adictiva la risa?
Podría llegar a serlo y tendríamos que abrir clínicas de rehabilitación para adictos a la risa. La cura sería apagarles la risa con los periódicos y toda la tristeza que hay en sus noticias.

¿Prefieres la risa o el aplauso?
Prefiero la risa. El aplauso viene después de la risa.

“[El humor] es algo que nos irradia energía y está probado científicamente”.

Humor de pie

A Borges le preguntaban qué hacer con los poetas jóvenes, y él respondía “disuadirlos”. ¿Qué crees que se puede hacer con los comediantes jóvenes? ¿Tienes alguna especie de consejo para ellos?
Mi Único consejo es que no repriman ninguna emoción al momento de hacer sus monólogos y que siempre busquen la forma más adecuada para hacer cualquier situación graciosa. Algo más importante es que sean naturales sobre el escenario. Hay algunos que se bajan de la tarima y son personas totalmente diferentes.

Ahora hay más personas haciendo monólogos. De hecho el stand up mexicano es uno de los más conocidos. Comediantes como Carlos Ballarta y Franco Escamilla son famosos fuera de su país. ¿Hay alguno en especial que te guste o te llame la atención?
Sí, hay muchos que me agradan y los que mencionas están en la lista. Estoy feliz porque el talento mexicano sigue rompiendo fronteras y sigue marcando generaciones. La tecnología ahora ha aportado mucho a la difusión de nuevos materiales, cosa que era muy complicada en mi época. Y no me estoy quejando porque finalmente es lo que me dio la oportunidad de estar en la posición en la que me encuentro ahora. 

¿Qué humoristas te inspiraron a ti en el arte del stand up?
Éramos muy pocos actores y comediantes que nos pudimos dar cuenta de que se venía este auge del stand up y que le sacamos provecho. Tan extraño era el termino stand up que yo no quise llamarlo así en México y le dije “monólogo” en mi programa. La gente no sabía qué era “stand up” y entonces tenía que darle una explicación al público pero no valía la pena porque era algo que iba a tener que repetir mucho. Después descubrí que un conductor norteamericano de nombre Johnny Carson, que ya murió, tenía un segmento en su show que llamaba “Monolog”  y era la introducción que hacía él en el programa. Cuando hicimos Otro Rollo utilizando esta herramienta trascendió muchísimo, tanto que llegamos a internacionalizar la emisión del programa

En una pregunta anterior mencioné a los poetas. Y hay un episodio relacionado a un poeta en tu programa que se ha convertido en mito. ¿Cuál es la verdad detrás de esa accidentada entrevista? ¿A quién se le ocurrió todo eso?
Fue muy gracioso. La gente se asustó muchísimo. Era un doble de cine que fue a la entrevista a hacerse pasar por un poeta. Todo fue armado. Hasta la sangre. Luego, en su momento, lo aclaramos. La idea fue de toda la producción. Pero sí que se vio real, y mucho. Tanto que hasta el día de hoy me siguen preguntando lo mismo y a muchas personas de la producción también.

Se dio a conocer que estarás en Una comedia macabra, una película peruana que se ha comenzado a filmar. ¿Aprovecharás tu estadía para grabar algunas escenas? 
Sí. Me presento el 15 y 16 en el auditorio del Pentagonito y el 18 inicio las grabaciones. Mi papel es algo que me han pedido por ahora lo mantenga en reserva, ya habrá una oportunidad para hablar de esto más adelante. Lo único que les puedo asegurar es que será hecho con mucho cariño.

Por Omar Mejía Yóplac