El tributo

En “Danzaq/Atipanakuy” no hay esnobismos. Esta exposición, la primera individual de Origen Peregrino, ofrece un homenaje encendido a los danzantes de tijeras. Su nombre hace referencia al orgullo que encarna el bailarín –el de su cuadrilla, su pueblo y su familia; pero también de la tierra– al medirse en la competencia. Se puede visitar en la Galería Índigo, hasta el 17 de octubre.

Honrarás a tu padre

Ricardo Wiesse Rebagliati y su hijo, Ricardo Wiesse Hamann, vuelven a hacer dupla en una exposición que tiene a la línea como protagonista. “Redes, familia y arte” está formada por una serie de óleos en gran formato que hacen referencia al desierto, el cosmos y la mente –obras de Wiesse padre–; y dibujos de tinta china sobre papel, que retratan redes figurativas y metafóricas –Wiesse hijo–. Se puede visitar, hasta el 30 de setiembre, en la Galería Fórum.

Entre el vértigo y la ternura

Gihan Tubbeh empezó con una pregunta áspera: ¿cómo se retrata el lugar que nos antecede, que nos anticipa y que nos nace? “La herencia de mi cordillera” reúne, así, fotografías aéreas y microscópicas de los Andes, el desierto de la costa sur del país y, también, del norte de Chile. Sin embargo, en palabras de la curadora Luisa Fernanda Lindo, esto no es más que una excusa para hablar del territorio de la madre y de aquello que se hereda. Se exhibe en la Galería del Paseo, hasta el 29 de setiembre.

Made in Perú

Es una exposición atípica. Pero ese es, justamente, su mayor encanto. “Patentes e inventos en el Perú, 1896-1914” ofrece un recorrido por los diseños más destacados del proceso de transferencia tecnológica. Martín Monsalve Zanatti y su equipo de investigadores partieron de una idea firme: creen que este proceso estuvo marcado por un sistema de patentes que buscaba proteger la propiedad intelectual de las invenciones. Se presenta hasta el 30 de octubre, en la Galería de la Universidad del Pacífico.

Ana de Orbegoso y la vigencia del retrato

Allí estaban: formas, motivos, miradas. Cientos de ceramios y huacos retratos de la colección del Museo Larco, pruebas concretas de la sofisticación de la cultura Mochica, dispuestos para que Ana de Orbegoso continúe con su indagación creativa. ¿Por qué la representación? ¿Por qué el retrato? Durante una residencia en Lima, la artista que reinterpreta diversos tópicos de la iconografía popular –vírgenes urbanas sin estética colonial, princesas incas, entre otros–, se dedicó a analizar los huacos para trazar una línea de tiempo imaginaria, donde analizó las diversas necesidades de representación, que iban mutando de acuerdo con las culturas: trascendencia, autoridad, memoria.

En palabras de la artista: “La cultura trasciende a través de sus pobladores, no puede quedar estática porque desaparece”. Entonces, decidió emplear técnicas manuales y digitales para recrear nuevos motivos e íconos de nuestros días, revisando referencias locales y extranjeras, y transformando formatos contemporáneos como el collage, el videoarte y la escultura en metal, arcilla y resina. El resultado es una instalación que revela la vigencia del huaco retrato en estos tiempos de selfies. “¿Y qué hacemos con nuestra historia?” se presenta en CEDE, hasta el 28 de octubre.

Una reflexión sobre el hedonismo

En “Addictus”, Sandra Cannock reflexiona sobre el hedonismo a través de veinte esculturas y cinco fotografías vinculadas con el placer de lo dulce. Va hasta el 14 de octubre, en la Galería Vértice. El ingreso es libre.   

Por Gloria Ziegler