En exclusiva para esta revista, el autor de El Espía del Inca contó que se retira del evento más importante de habla hispana en el rubro tras la difusión de la nueva lista de invitados publicada por el Ministerio de Cultura , en la que considera se hace hincapié en un discurso «misógino». En la delegación oficializada por el gobierno se excluye tanto a escritoras que han producido obras recientes con gran repercusión como a reconocidos escritores con una gran trayectoria internacional. Al igual que Dumett, otros autores han renunciado a asistir al evento en las últimas horas. Una situación lamentable que empaña un gran acontecimiento cultural en el que el Perú es el invitado especial.
Por: Salvador Sampén
Una obra monumental. En la editorial Alfaguara cuenta con 944 páginas. Su elaboración le tomó 10 años al autor. Lamentablemente, El Espía del Inca no recibirá la atención internacional que se merece en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara de este año.
Rafael Dumett, autor de la obra que ha marcado una revolución editorial en el último tiempo, cuenta a esta revista que su decisión se debe “a la exclusión de muchas escritoras con obras recientemente publicadas”. Especialmente hace referencia a la autora cuzqueña Karina Pacheco.
Sostiene que la nueva lista publicada por el Ministerio de Cultura “se condice misteriosamente con el discurso misógino del actual gobierno”. Además, sostuvo que lamenta perderse este evento por la proyección internacional que iba a alcanzar su libro; sin embargo, contó que “el próximo año El Espía del Inca tendrá una campaña en España, Estados Unidos y diversos países de Latinoamérica”.
Dumett actualmente se está preparando para la publicación en mayo del primer volumen de su novela sobre Eudocio Ravines, ex dirigente del Partido Comunista Peruano. Tras ello, se dedicará a su siguiente obra que trata sobre los nazis en el Perú.
La polémica
Recordemos que esta polémica se ha generado luego que el titular de Cultura, Ciro Gálvez, mediante resolución ministerial publicada en El Peruano, hizo oficial la lista de la nueva delegación que viajará a Guadalajara. En este padrón no figuran escritores como Katya Adaui, Jorge Eslava, Nelly Luna, Carmen McEvoy, Gabriela Winner, Alfredo Bryce Echenique, Mario Vargas Llosa y Renato Cisneros. Este último, quien es uno de los autores más vendidos de nuestro país en el último lustro, fue consultado sobre lo sucedido, pero indicó que “no tiene nada que comentar sobre este tema”.
Reacciones
Quienes sí se expresaron sobre el tema fueron reconocidas figuras del rubro como Victoria Guerrero, Juan Carlos Cortazar y Marco Avilés. Guerrero, quien ganó el Premio Nacional de Literatura en 2020, mediante su cuenta de Twitter, mostró su solidaridad con los escritores «desinvitados» y manifestó que «si quieren invitar escritores de regiones, denles las armas e investigue. No hagan populismo de última hora».
Expreso mi solidaridad con las y los escritores des-invitados a la #filguadalajara por el @MinCulturaPe. Ayer recibí mi segunda carta de invitación. Siendo Premio Nacional de Literatura renuncio a la invitación y a ser parte de este maltrato. 1/2
— VictoriaGuerreroP (@ungolpededados) September 23, 2021
Por su parte, Cortázar envió una carta al Ministro Gálvez señalándole que «la manera apropiada y eficaz en que las políticas públicas – y las culturales en particular particular – pueden actuar para contrarrestar el efecto de las desigualdades culturales, económicas, étnicas, de género y orientación sexual que tienen sobre nuestra vida nacional, no condice con simples cálculos de representatividad territorial».
Avilés, a través de su cuenta de Facebook, calificó de estúpida, ansiosa, ignorante y poco estratégica la gestión del ministro Gálvez. Asimismo, indicó que quienes más pierden con esta situación son los escritores jóvenes que necesitan visibilidad.
El terremoto comenzó en Colombia
Como sucede con Perú, que es el invitado especial de la Feria del Libro de Guadalajara, sucedió con Colombia cuyos autores pretendían recibir con bombos y platillos en Madrid. No obstante, sucedió todo lo contrario. La polémica estalló con las declaraciones del embajador colombiano en España, Luis Guillermo Plata: “Uno no quisiera que una feria literaria se convirtiera en una feria política. Ni para un lado ni para el otro. Se ha tratado de traer cosas muy neutras, donde prime el lado literario de la obra”.
Las palabras causaron mucha indignación entre algunos de los más destacados escritores del país caribeño quienes decidieron cancelar su participación. Días después, Plata volvió a declarar a los medios de comunicación señalando que se había equivocado y su intención era mostrar la imparcialidad con la que habían decidido invitar a los autores. Lamentablemente, dos eventos culturales de gala terminan empañados por causas políticas.
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