Chichi & Alfredo, la power couple más influyente de la opinión pública, analiza el futuro del Gobierno, la oposición y a los culifruncidos. El presidente ejecutivo de Ipsos Perú y la directora de “Perú21” celebran cinco años de casados. “Y en segunda vuelta”, precisa ella, en alusión a sus segundas nupcias. Cinco años que coinciden con la peor crisis política de nuestra historia reciente.
Por Carlos Cabanillas
«Chichi, está más a la derecha”, dice Alfredo Torres. Y no se refiere solo a su ubicación en el sillón, en la sala de su casa en San Isidro. Él lo atribuye a su perfil de analista y a la izquierda radical que conoció cuando fue estudiante en su natal Arequipa, antes de trasladarse a la PUCP. “La mayor parte de mi carrera la estudié en la Universidad San Agustín, por eso sé cómo piensan, cuáles son sus estrategias y su falta de escrúpulos”, precisa Valenzuela.
Y desde la derecha, ‘Chichi’ Valenzuela elabora sobre las sombras que proyecta el sombrero. “La situación actual es dramática e inédita”, ensaya. “El presidente no gobierna ni participa en las sesiones del Consejo de Ministros, el primer ministro lo desautoriza y cada ministro toma sus propias iniciativas. No hay dirección y solo se ve caos y desorden. Esperemos que no haya anarquía, porque habrá una reacción natural desde los distintos sectores cuando la crisis económica se agudice”.
Los cinco años más complejos para el país fueron los que fortalecieron su matrimonio. El último año, 2020, pasaron la pandemia juntos, salvo cuando la periodista se iba a cerrar edición en el diario. A veces, por la noche, le mostraba a su esposo la portada del día siguiente. Dice que su legado fue darle una impronta más investigativa (y multimedia) a “Perú21”, y que no se reconoce en el actual concepto del canal Willax, que cofundó junto a su ex esposo allá por 2010. Teme que Vladimiro Montesinos termine trabajando para Cerrón y compañía. Piensa escribir dos libros: uno sobre sus investigaciones y otro sobre los dos arequipeños que marcaron su vida: Abimael Guzmán y Vladimiro Montesinos.
Los silencios del presidente Castillo hablan. Se reúne con Maduro, ratifica a ciertos ministros. ¿No tiene rumbo o tal vez tiene una agenda que no quiere hacer explícita? Quizá no lo queremos aceptar.
Alfredo Torres: Yo creo que está tratando de mantener la cuadratura del círculo. Él quisiera mantener a todos juntos, les sigue la cuerda a todos, pero hasta ahora realmente no sabemos lo que piensa, y es insostenible que pueda mantener esta ambigüedad por mucho tiempo.
Cecilia Valenzuela: Es un dirigente sindical sin liderazgo. Suele ocurrir en los sindicatos que quien termina siendo elegido secretario general es precisamente una persona colocada por las dos fuerzas al interior, precisamente porque no expresa exactamente la posición ni del uno ni del otro. Está acostumbrado a esa ambivalencia, a tratar de llevarse bien con Dios y el Diablo, pero no hay lo fundamental, que es el liderazgo. Su agenda personal está relacionada con el Movadef, el Conare, que ahora es el Fenate, maestros vinculados al pensamiento Gonzalo.
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