Cree que Lima debe continuar las grandes obras paralizadas –Prialé, Metropolitano, Línea 3– con la modalidad de gobierno a gobierno, para evitar la corrupción. Además, quiere priorizar la seguridad ciudadana y el programa hambre cero. Se considera socialcristiano y apela a la solidaridad de los peruanos. Es el excandidato presidencial Rafael López Aliaga, quien, según la encuesta de Ipsos Perú del 17 de enero, lidera las preferencias para la alcaldía de Lima con 19%.

Por Carlos Cabanillas

Usted ha dicho que muchos de los siniestros en Lima suceden por culpa de los inspectores. Documentos falsos, coimas…

En general, yo desconfío mucho de la función pública. Hay mucha corrupción ya generalizada, porque no tienen nada que perder. Un funcionario que pide coima pone en riesgo a toda una población, puede morir gente inclusive. Recuerda el tema de la cisterna de gas en la época del ‘lagarto’ Vizcarra, con treinta y cinco muertos.

O los incendios en Mesa Redonda. Y no pasa nada.

El típico funcionario público que omite informar, no sabemos por qué. Puede haber algo de coima u otras razones, pero en general es bastante ineficiente. Lo he vivido como regidor de Lima. He estado cuatro años como regidor activo y luego trabajé el plan de gobierno diez años más de mi vida, lo que era el antiguo partido solidario (Solidaridad Nacional).

Contó como regidor que el caso de las Malvinas fue emblemático.

Fue encontrar los edificios tirados, viejos y quebrados. Darle crédito a los señores ambulantes que estaban en la calle, en Las Malvinas justamente, para que entren a las galerías pero con plata del mismo municipio. Se les daba crédito individual y la garantía era el mismo local. Y quedó hasta bonito.

Entonces, su plan empezaría por poner orden en Lima.

Yo prefiero que el control lo haga una empresa tercera, internacional o nacional, pero con un patrimonio. Una auditora grande o de seguros. Imagínate que una compañía de seguros, de las tres más grandes del Perú, te dé una certificación. Entonces, si hay un incendio, se come un problemón, porque tiene que pagar por esa póliza de seguro y esta se va a revisar muy bien. Tienes que buscar empresas del sector privado que vayan reemplazando a toda esta burocracia brutal.

¿Toda la burocracia estatal le parece corrupta?

No toda. Ahora, en muchos casos es simplemente ineficiente, exuberante. Hay demasiada gente. Y entonces se va el dinero. La Municipalidad de Lima o el consorcio, porque son varias empresas, tienen aproximadamente US$500 millones en facturación. Y todo se va en sueldos, planillas y consultorías que le encantan a la gente de la izquierda corrupta.

Se va la plata como agua en estupideces, en bailes, eventos, en consultorías taradas. Me acuerdo de una de S/60 mil para un estudio de treinta páginas para dilucidar la diferencia entre el landó y la marinera. Dos mil por página. ¿Y quién había leído esa cuestión? Nadie. Entonces, tienes un montón de gente que se agarra la plata del pueblo para hacer tontería y media en lugar de hacer ollitas comunes, escaleras, pistas, clubes zonales. Hay más de doscientos temas por hacer para la gente abandonada.

La pandemia agravó la situación de las ollas comunes y la orfandad.

Si había uno, pasaron a veinte o a cien. Mi bancada ha impulsado la propuesta en el Congreso para que los huérfanos no estén olvidados. Todo por culpa del genocidio de Vizcarra. Lo de las ollas comunes es un drama, y voy a plantear una reingeniería en el gobierno municipal. Que en cada alcaldía haya un 10% del presupuesto destinado a las ollas comunes.

Hay que ser más solidarios. Hasta ahora, ningún alcalde se ha atrevido a pedir las competencias de la región. Ándate por todo el Perú y todos los gobiernos regionales tienen competencias de educación y salud. Vamos a pedirlas.

Eso es uno: hambre cero. El hambre no espera. A media cuadra de esta oficina, la gente se muere de hambre y depende del párroco, el evangélico, la señora de buena voluntad. No es así. Nosotros tenemos el voluntariado celeste del partido todas las semanas, pero queremos hacerlo a nivel orgánico, como municipalidad. Yo le diría a la Lima acomodada, a la gente de los barrios que tienen más recursos, que sea más solidaria y fraterna. Tiene que haber un chip distinto en Lima y en el Perú. Hay que vivir como hermanos.

¿Cree que hay poca solidaridad de la clase media y alta?

Lo que no hay son los mecanismos. Sí siento que los muchachos quieren ayudar. ¿Cuál es mi visión en cuatro años? Que una familia, por decirte, de San Borja, se hermane con una familia de Villa María del Triunfo. Se hermane, familia con familia, de igual a igual, con fraternidad. Eso funciona en Europa perfectamente. El tema del voluntariado existe en la cultura sajona. Por darte un ejemplo, en Estados Unidos, en el Empire State, el muchacho que hacía de ascensorista iba todos sus sábados y domingos a hacer su voluntariado y le pregunté: “¿Te pagan?”. Me dijo: “No. Lo hago por amor a Nueva York, por amor a los Estados Unidos”.

Acá falta sentido de pertenencia. Uno no cuida lo que no siente suyo.

La ciudad le pertenece. Acá se podría ayudar con ropa, comida. Imagínate la Navidad, los cumpleaños. Hay que ir vinculando familia con familia. No es el barrio, sino la familia. Es un hermanamiento. No voy a parar hasta conseguir eso. Cuando haces feliz a otro, tú te haces feliz. La felicidad viene de hacer felices a otros. Cuando te olvidas de ti mismo y te dedicas a servir ahí está la felicidad para ti.

Es un tema antropológico. Eso es uno. Dos: seguridad. Activar la policía municipal. Tener una policía preventiva. No llegan a las alturas de Huaycán o Comas. Solo hay comités de autodefensa, modelo que también vamos a impulsar. Esto lo hemos hablado con Renzo Reggiardo, quien está yendo conmigo como teniente alcalde.

Entiendo que están trabajando con el general Tisoc.

Sí, él es solidario y renovador, está hace tiempo conmigo. Le pedí que unamos fuerzas con la tecnología de Renzo, con sus aplicaciones. Falta prevención, inteligencia e infiltración de grupos delictivos. Es cuestión de voluntad política.

Hay un problema con las motos…

La moto tiene que ser alquilada, si no, la canibaliza el mismo Serenazgo. Y Serenazgo tiene que ir unido con la Policía. Debemos unir a los serenazgos entre todas las alcaldías, conectando cámaras. No puede ser que baste con que se pase el choro al otro distrito.

Rafael López Aliaga

“Que en cada alcaldía haya un 10% del presupuesto destinado a las ollas comunes. Hay que ser más solidarios. Hasta ahora, ningún alcalde se ha atrevido a pedir las competencias de la región en educación y salud”.

¿Qué hacer con el déficit de infraestructura del 40%?

No quiero hablar mal de ningún alcalde, pero al único que he visto hacer obra es a Castañeda.

Usted le puso 05 a Jorge Muñoz en una entrevista reciente. ¿No exageró?

Estuvimos en el velorio de Lucho Castañeda y me dijo: “Cómo dijiste eso”. Lo dije en el calor de la política. Se portó muy bien con Lucho, le he agradecido públicamente. Y luego me pasó un brochure de mil doscientas obras suyas. Ha debido difundirlo un poquito más. Al día siguiente, felizmente salió un video con sus obras. Pero sí le dije: “Jorge, ¿por qué no cortaste los peajes de la corrupta Villarán? Los declarabas nulos desde el inicio y te ibas a juicio. Ella ya aceptó que es corrupta. No hay más que hablar, hermano”.

Dijo que a Muñoz le falta una obra emblemática. ¿Cuál sería la suya? ¿Continuar la Prialé? ¿El Metropolitano hasta la Panamericana Sur?

Y más allá de la Panamericana, porque puedes hacer un puente y sigues por debajo.

¿La línea 3 del metro?

Tiene que ir desde Villa El Salvador hasta Carabayllo. Tenemos que aplicar la modalidad de gobierno a gobierno, como los Juegos Panamericanos. Si no, nos toma treinta años.

¿Por qué no llamó a Carlos Neuhaus? Es amigo suyo.

Hablé con él. Todo lo tienes en línea, todas las licitaciones son en tiempo real y todo el mundo sabe todo. Y cualquier diferencia la dirime un tribunal dentro del mismo sistema. Acá hay mucha corrupción y estás sujeto a los tribunales peruanos. Te ponen una cautelar y ya no puedes hacer nada.

También dijo que quiere hacer conexiones viales.

El tráfico hay que solucionarlo. Haces un bypass en zonas donde hay mucha congestión, como en Madrid. No es tan caro.

¿Como el bypass de 28 de Julio?

Al final funcionó, nunca se rajó, nunca se cayó, todo un invento de gente mala. Pero no es necesario algo tan complejo. Haces varios en la Av. Arequipa, en cada esquina donde ves tráfico, hundes. La Av. Universitaria debería ser una vía rápida. También hay hospitales solidarios que se pagan solos y están abandonados. Y al pedir competencias en educación, nos volvemos promotores de modelos como el de Fe y Alegría o Innova. ¿Por qué no tener un sistema de vales? Con precio mayorista, claro. Y hay que acabar con la prostitución en el centro de Lima. Clausura y demolición.

¿No más acciones de amparo?

No, demolición inmediata y declarar la zona intangible.

¿Qué rescata de los anteriores alcaldes de Lima?

Andrade empezó con los ambulantes y tuvo el coraje de sacar a toda esa gente, pero Castañeda avanzó más.

¿Cree que fue mejor alcalde que Andrade o Bedoya?

En mi opinión, sí. Fue tres veces elegido con cerca de 70% de aprobación. No es cualquier cosa. Es una persona que ha calado. Ahora que estoy en campaña, no encuentro a un hombre que quieran tanto.

Vizcarra también tuvo 70% de aprobación y ya vimos lo que fue.

A Vizcarra yo no le creo nada porque lo que hizo es un psicosocial, y las encuestadoras, lamentablemente, se prestaron.

Ya que nos referimos a Castañeda, se dice que los hijos, Luis y Darío, le hicieron un desplante en el funeral.

Para nada. Tengo mi WhatsApp con los dos. Estaban los dos chicos deprimidos. Yo estaba ahí dando la cara, atendiendo a la gente. Mandé tres arreglos y me vine desde Cusco. Mi papá, que también es chiclayano, me convenció de entrar. Castañeda me metió en la política.

Hay quienes le critican mucho el tema religioso. Dicen que es de ultraderecha.

Si creer en Dios y en la fraternidad es de ultraderecha, es bien raro. Más me parece de izquierda. Son estupideces. Creo en Dios, y creo que mi tiempo lo tengo que dar a la gente más pobre de mi país, y dejar lo que me gusta hacer para servir al pueblo. El socialcristianismo nace como una respuesta al capitalismo salvaje y al comunismo, se pone al medio y sale con un tema superrevolucionario: la opción preferencial por los pobres. Eso le rompe el esqueleto al comunismo. ¿Que te hace un socialcristiano? No querer pobreza. “Que la pobreza no sea parte del paisaje”, como decía Castañeda. Más me entiende la gente de pueblo. Donde menos votos he sacado votos es en el A y B. Los pitucos votan por Susana Villarán, para quedar bien, por su nombre y apellido.

Rafael López Aliaga

“Si creer en Dios y en la fraternidad es de ultraderecha, es bien raro. Más me parece de izquierda. Creo en Dios, y creo que mi tiempo lo tengo que dar a la gente más pobre de mi país”.

¿No le reconoce nada a ella?

El proyecto Río Verde lo voy a hacer. Es vital. Es una chifladura no tener verde un río. El tema de las mascotas también me interesa. Pienso en los niños, los adultos mayores.

¿Qué pasaría si usted gana y tiene que trabajar con el Gobierno central, es decir con Castillo?

Es que no dependo del gobierno. Yo ya he sido regidor, ya sé cómo es. No hay ninguna dependencia, porque son proyectos autosostenibles. Y no voy a permitir que trabajen Odebrecht u OAS, o ninguno del Club de la Construcción. No puedes tener un corrupto, porque te va a eventar todo tu trabajo. Este gobierno no tiene futuro, es un gobierno que no debe estar porque no está preparado para nada. Perú no se merece esta incertidumbre. Los muchachos se van del país porque no tienen trabajo. Dicen “Castillo me ha jodido”. Déjenme gerenciar.

Última pregunta. ¿Le molesta que le hablen del trago?

Soy una persona normal. Voy al restaurante y me tomo un vino socialmente. No tomo solo. Yo sé medirme. Estoy en reuniones desde hace más de cuarenta años, y lo normal en la banca es cerrar los negocios con un almuerzo.

¿Han exagerado? ¿Es la hipocresía limeña?

Es que se mueren de miedo de que pueda entrar una persona decente que no va a robar. Más que un trago yo disfruto una conversación inteligente.

¿Pisco o whisky?

Me gusta más el pisco. Pisco sour o chilcano. Hay que darle a los extranjeros lo nuestro. Que no sea el chileno, eso sí. Un pisquito final como aperitivo también puede ser. Ya los hipócritas que se rasguen las vestiduras.

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