A través de un mensaje de WhatsApp a su escolta de seguridad, el exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, se despidió y nunca más volvió a comunicarse.
Por Cecilia Navarrete
«Te aviso si mañana me deben acompañar en algún lugar», le comunicó por WhatsApp Juan Silva a las 11 de la noche del viernes 3 de junio a su escolta de seguridad. Cuatro días después, el martes 7 de junio, se hizo público que había evadido la justicia. La escolta integrada por los suboficiales María Fuentes y Cristian Espíritu informaron de la desaparición del exministro que supuestamente vigilaban.
Juan Silva simuló que se había mudado a una casa en Puente Piedra. (Foto: Difusión)
De acuerdo con el testimonio de la suboficial María Fuentes, se encontraba en las instalaciones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones a la espera de instrucciones de Juan Silva. Relató que llegó a las 8 de la mañana del viernes 3 de junio para iniciar sus labores, pero Silva no la llamó. A las 11 le preguntó si iba a requerir servicio de protección y seguridad. Recién a las 11 de la noche, Juan Silva le contestó que no sería necesario y que iba a avisar si debía ser acompañado.
El incidente fue inmediatamente comunicado al coronel de la PNP, Juan Delgado Romero, según la versión de la suboficial María Fuentes. Entonces, desde el 3 de junio, la policía sabía de la fuga del exministro Juan Silva.
Juan Silva evadía la escolta
Desde el 28 de febrero, cuando Juan Silva fue forzado a renunciar su cargo, la Dirección de Seguridad del Estado de la PNP le asignó dos efectivos para su protección y seguridad personal por un plazo de seis meses conforme a la ley.
Silva cada día hacía lo posible para evitar que los efectivos lo acompañaran. Por ejemplo, el 2 de junio, el suboficial Cristian Espíritu estuvo con Juan Silva desde las 9 de la mañana hasta la una de la tarde. Espíritu le informó a su jefe que Silva lo había llamado por teléfono y le dijo que lo recogiera de la Av. Arequipa. Según el suboficial, Silva llegó en un vehículo con lunas polarizadas y acompañado de una persona desconocida. Se dirigieron San Luis e ingresaron a un local. «Me dijo que iba a realizar actividades privadas y personales y que luego me avisaría para alguna disposición», informó el suboficial a sus superiores.
Ante la falta de comunicación por parte de Silva, el jefe de la Dirección de Seguridad del Estado dispuso que los suboficiales se constituyeran en un lote en Puente Piedra. La esposa de Juan Silva manifestó que su cónyuge había salido muy temprano y desconocía a qué hora iba a regresar. Era el sábado 4 de junio.
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