Según La Liste, el prestigioso sistema francés de clasificación de restaurantes, estos son los que se encuentran al frente de su nutrido ranking de las mejores 1,000 mesas alrededor del mundo. París, Nueva York y Tokio. Elija usted la ruta.

Guy Savoy (París):

Distinguido con tres estrellas de la famosa Guía Michelin, este establecimiento instalado en la planta alta del antiguo Palacio de la Moneda de la capital parisina, está ubicado a orillas del río Sena y prácticamente al frente del Museo del Louvre. Un letrero luminoso en su entrada nos resume rápidamente su filosofía: “La cocina es el arte de transformar instantáneamente en felicidad productos colmados de historia”. Y ello es fácil de comprobar al degustar algunos de los platos emblemas de su carta como la sopa de alcachofas con trufa negra, el brioche en milhojas y mantequilla de trufa, o unas ostras con caldo helado. Quienes caigan en la tentación de visitar este lugar para paladares exquisitos, es bueno advertirles que aquí el más apetitoso menú está en US$ 442 y sin bebidas.

 

Le Bernardin (Nueva York):

Aunque el lugar de origen de esta franquicia se encuentra en Francia, en 1986, los hermanos Maguy y Gilbert Le Coze cruzaron el Atlántico para trasladar sus sabores a la ciudad de los rascacielos. La muerte de este último en 1994 parecía poner fin a esta aventura ultramarina, pero bajo las riendas de Eric Ripert, el lugar fue relanzado unos meses después para llegar a ser considerado el mejor local de pescados y mariscos de los EEUU, colándose en el ranking The World’s Best 50 Restaurants y desde 2005 cuenta con 3 estrellas de la Guía Michelin. Entre sus platos más cotizados tenemos a las láminas de atún sobre foie gras; el ceviche de vieiras al estilo peruano; el capuchino de langosta con sopa de apio, nabo, trufa y espuma también de langosta, o el pez rey con caviar. 

 

RyuGin (Tokyo):

El notable emprendimiento que el chef Seiji Yamamoto empezó en diciembre de 2003 en el pintoresco barrio de Roppongi, ha florecido gracias a un estilo fusión que se deleita con ingredientes japoneses que, ciertamente, son muy difíciles de encontrar en cualquier otro rincón del mundo. La carta varía en función de las estaciones del año, garantizando el uso de los mejores productos de cada una de ellas, y en la que se conserva mucho de la tradición japonesa combinada con estilos vanguardistas. En su carta podemos encontrar exóticos platos a base de pez globo o fugu, además de técnicas bullinianas como espumas, pescados vivos fritos en aceite o tinta de calamar para serigrafiar platos. Aquí, la experiencia de degustar un menú fusión es disfrutable por US$ 226.

 

Sugalabo (Tokyo):

Con tan solo 20 asientos para garantizar una experiencia exclusiva para sus comensales, el chef Yosuke Suga concibió este establecimiento con un aliento internacional, pero -particularmente- con influencia francesa, fruto de su intenso trabajo de años junto a Joël Robuchon. ¿El resultado? Una agradable fusión de lo mejor de la despensa nipona con exquisiteces de la cocina gala como el caviar, la trufa y el foie gras.