Mi novio y yo de hace más de 4 años raramente tenemos sexo: El es 7 años mayor que yo (yo tengo 27 y el 34) y siento que su deseo sexual es muy bajo. He tratado de poner las cosas un poco más picantes y calentonas pero sin mucho éxito ya que en un «buen» día (cada vez menos frecuente), nuestras relaciones sexuales no llegan ni a los 5 minutos – y a él no parece importarle esforzarse por complacerme. Le he preguntado varias veces si el problema soy yo, a lo que él me responde que no es nada y todo está en mi cabeza. Cuando le insisto mucho sobre el tema, me dice que él siente que yo quiero tener relaciones todo el tiempo (personalmente no creo que una vez a la semana sea demasiado!). Hace un mes que no tenemos sexo, y ya no se como tocar el tema sin quedar como una depredadora sexual o peor aun, como una ¡loca hormonal! No estaba dentro de mis planes cortar la relación, pero el hecho de que nuestra vida sexual se haya secado me genera muchísima frustración. ¿Qué me recomiendas?

Por Cecilia de Orbegoso

Comprendo completamente tu frustración y preocupación por la falta de intimidad en tu relación. !Uy! qué puedo decirte, a pesar de que es una costumbre popular catalogar al sexo como el barómetro infalible al medir la presión atmosférica de una relación, creo que en tu situación ninguna de las partes puede recibir el veredicto de culpable. Ni tú eres una gata fiera en celo desenfrenada, ni él es un mojigato complaciente. Simplemente en el campo sexual parecen estar desincronizados.

Nos guste o no, las relaciones no son blancas ni negras, por el contrario, se caracterizan por sus infinitos «tonos de gris», (paradójica y lamentablemente, los tuyos no parecen hacer intersección con las 50 sombras de Grey). Sin embargo, es horrible sentir la presión de tener sexo para complacer a alguien que amas, y mucho peor (y de paso frustrante) es sentir que tienes que rogar por sexo a alguien que amas y que no lo quiere.

Sería muy fácil para mi recurrir a la artillería de una «Cosmogirl» de cómo poner las cosas más «hot» en la cama, pero siendo honestas, la cuestión es que muchas veces sobre estimamos el poder de los juegos sexuales, la lencería sexy y demás trucos y parafernalia al darnos cara a cara con discrepancias en cuanto al deseo sexual. ¡A fin de cuentas una buena varita puede ser buena con algunos trucos pero no va crear la magia necesaria para sacar del sombrero una libido desaparecida…mucho menos levantar muertos! 

Tampoco, a lo Sigmund Freud, sugiero un sobre análisis de qué es lo que realmente pasa en el subconsciente de tu galán y cómo se traduce en su falta de deseo. Esta situación la he escuchado más de una vez, y la he vivido en carne propia y te puedo decir sin miedo a equivocarme que sobre pensar las cosas solo las empeora. Sin miedo a equivocarme también, puedo decirte que ambos merecen estar en relaciones en las que se sientan cómodos y libres de presiones que solo traerán consigo innecesarios resentimientos en el mediano plazo.

Sin embargo, no quiero asumir lo siguiente que voy a decirte como una teoría infalible, pero ya que hemos tocado el tema de la magia, uno de los souvenirs de mi tour sin guía por las rutas del amor, es que cuando desaparece la magia sexual en una relación, es porque alguien más está usando tu varita. ¡Ojo con eso!

Pero, volviendo a tu duda, un psicólogo una vez me dijo, cuando fui a terapia por la misma razón, que cada pareja puede estar conectada de tres maneras diferentes: espiritual, intelectual y físicamente. Para él, dos pilares sólidos eran suficientes para sostener la estructura de la relación, ya que uno solo no es suficiente en el largo plazo y conseguir un tres de tres es demasiado abrumador para sostenerla.

Me late, por experiencia, que el uno de tres que no está funcionando para ambos es el pilar de la conexión física, y, a pesar de que los otros dos están funcionando perfectamente, este último parece ser más importante para ti que para él. Quizás esté sintiendo una presión para tener sexo, abrumado por tus expectativas y sin pista alguna sobre cómo abordarlas: justamente en el borde del trampolín, tirándose de clavado a la piscina de la incomodidad e inseguridad.

 Ahora, mi GRAN souvenir del tour por las sinuosas carreteras del amor es que para que funcione un compromiso la clave es la comunicación. Es vital que puedas hablar con tu pareja abierta y honestamente sobre tus necesidades y preocupaciones sexuales. Pero también es importante que te asegures que él se siente cómodo hablando del tema.

Para ello, trata de hacerlo de manera que no se sienta ni presionado ni avergonzado. Por ejemplo, podrías intentar abordar el tema de una forma más suave y compasiva diciendo que estás preocupada por su bienestar emocional, preguntando si hay algo que le esté preocupando como algún problema personal o de salud que no te haya contado, cómo podrías ayudarlo en su situación, y qué quieres asegurarte si todo está bien entre ustedes ya que es clave mantener una buena salud en la relación.

Creo que es muy importante que sepas que no eres una depredadora ni una loca hormonal por desear una vida sexual activa y satisfactoria en tu relación. Es completamente normal y saludable tener necesidades sexuales, y es importante que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos y satisfechos en este aspecto de la relación.

Me da la impresión de que son sexualmente incompatibles. Y no eres la primera ni la última persona que va a pasar por esto. Lo sé ¡Es un fastidio!  Sin embargo, es una ausencia que no puedes ignorar ¡y que tampoco deberías! Y más aún, ¡no deberías sentirte avergonzada en lo absoluto! 

La sexualidad va más allá de cómo conectas con una persona: es cómo conectamos con nosotros mismos, nos exploramos a nosotros mismos y liberamos y subvertimos quienes somos en nuestra vida no sexual. Me acuerdo perfectamente de una amiga bastante tímida que me decía que su alter ego salvaje y sin inhibiciones se liberaba una vez que se metía con alguien a la cama. El sexo para ella era una gran parte de su identidad. Era el momento en donde podía mostrar su verdadero yo sin ningún tapujo o miedo. Como si tuviera carta blanca para ser realmente ella. 

No soy nadie para decirte que dejes una relación de la cual yo no soy parte, sobre todo sabiendo de primera mano lo frustrante y doloroso que es dejar a alguien con quien eres tan compatible en los demás aspectos. Sin embargo, la intimidad sexual es una parte importantísima en muchas relaciones, y un sexo conectado, íntimo, seguro, y sin inhibiciones es probablemente una de las mejores golosinas que puedas obtener de esa llamativa piñata a la que llamamos vida.

No es algo que debería sentirse como inaccesible, especialmente para alguien de tu edad y si la conversación con él te deja un sinsabor, o si sientes que él no está dispuesto a hacer cambios para satisfacer tus necesidades, o peor aún, abrir su mente a entender tus necesidades, es posible que tengas que considerar si esta relación es lo que quieres para ti en el largo plazo. 

¡Espero te haya ayudado, y que pronto puedas gozar de una relación sexual plena con tu actual galán, o quien sabe, próximos salientes, o con suerte un sobresaliente!

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