Con una importante renovación arquitectónica y un cambio de identidad bajo el concepto de “the new classic”, el Country Club Lima Hotel hace gala de su emblemática presencia en la ciudad.
El jardín se vistió de crisantemos, luces y jazz. En la noche del lanzamiento oficial de su nuevo concepto y remodelación, el 25 de octubre, el Country Club Lima Hotel fue, como tantas otras veces, el punto de encuentro de la vida social de la ciudad. Eduardo Ibarra, gerente de Hoteles de Los Portales –corporación que opera el hotel–, dirigió algunas palabras a los más de trescientos invitados: habló sobre “la renovación y puesta en valor” de uno de los lugares más icónicos de Lima, sobre la tarea de adaptar una arquitectura clásica a las necesidades de la vida contemporánea y, en resumen, sobre cumplir noventa años como una institución de la ciudad. Esa noche se abrieron las puertas de las remozadas habitaciones para darlas a conocer, aunque ya desde hace un par de meses puede decirse que el Country ha empezado el siguiente capítulo de su historia.
Durante años, sus salones y jardines fueron escenario de eventos como la boda de Rocío Garland Ramos –hija del diplomático y cónsul del Perú en Barcelona, Antonio Garland Sánchez– y Óscar Ferrand López-Aliaga; o la de Ena Hilbeck, Reina de los Carnavales de 1955, con el empresario Gonzalo Garland. En 1955, Marilú Moreyra Porras y Augusto Felipe Wiese de Osma despidieron su soltería con una cena organizada por sus amigos más cercanos en la terraza del hotel, y era común ver a su tío Fernando Wiese Eslava y a su familia almorzando o paseando por los jardines del hotel.
El Country Club, además, fue el lugar elegido para alojar a diversas personalidades internacionales que llegaban a Lima, como el rey George VI de Inglaterra (1936), el presidente del Senado estadounidense Henry Wallace (1943) y el príncipe heredero del Japón Takahito Mikasa (1958). John Wayne y Ava Gardner también llegaron al Country cuando estaban en el mejor momento de sus carreras. Sin embargo, desde finales de la década del sesenta, durante el gobierno de Velasco Alvarado, comenzaron los años de deterioro del hotel, al punto de que, hacia fines de los noventa, no estaba ya en funcionamiento y sus interiores lucían muy maltratados.
Nuevos aires
En 1997 el grupo empresarial Los Portales había decidido ampliar su división hotelera: ya tenían dos hoteles en Piura y Tarma, a partir de la privatización de Entur Perú, y era de suma importancia hacerse de uno en Lima. No solo el Country Club pasaba por un mal momento: por ese entonces, el turismo en Lima y en el Perú, en general, no tenía buenos índices. Eran tiempos difíciles para el país. En ese sentido, la recuperación del Country Club era una apuesta por el futuro, y Los Portales se adjudicó su concesión (el hotel sigue perteneciendo al Real Club de Lima).
En un inicio, el grupo empresarial se iba a asociar con un operador internacional, pero la alianza tuvo que romperse y Los Portales asumió enteramente el desafío de poner en operación un hotel legendario.
Hoy, el Country celebra noventa años de existencia estrenando su primera renovación integral, que estuvo a cargo del arquitecto argentino Francisco López Bustos, autor de las remodelaciones del Teatro Colón de Buenos Aires y del hotel Llao Llao de Bariloche. El arquitecto quiso mantener la esencia original que, en su opinión, se encontraba en el esplendor del edificio en los años veinte, década en la que la modernidad llegó a Lima. También quiso resaltar el vínculo del hotel con la tradición colonial y española.
Las ochenta habitaciones del Country se remodelaron “para transmitir una nueva impronta”, explica López Bustos, a través de elementos como las notables cabeceras de cama y el nuevo sistema de iluminación indirecta. Pero, sobre todo, había que adaptar toda la parte interna –cableados, griferías, servicio de internet, aire acondicionado– a la nueva tecnología y a las necesidades del viajero contemporáneo. La intervención fue cuidadosa y respetuosa del espíritu del hotel, y fue el punto culminante de un replanteamiento de su identidad, llevado a cabo por el estudio de diseño especializado en consultoría de imagen Ícono Comunicadores.
Bajo el concepto de “the new classic”, se quiere plantear una experiencia que se distinga en Lima: que combine la calidez de una arquitectura clásica y viva con el aire contemporáneo de un estilo de vida cosmopolita y sofisticado. El Country Club Lima Hotel se alza como prueba del éxito de una apuesta por la ciudad. Y empieza una nueva etapa mirando hacia el futuro.