Kaia Gerber es la nueva estrella de la moda. Los directores de las casas más respetadas —Miuccia Prada y Pierpaolo Piccoli, entre otros— no dejan de elogiarla. A los diecisiete años, ha protagonizado portadas para “Vogue” y las pasarelas más importantes.
Por Chiara Barzini
La cara de Kaia Gerber puede tener un aspecto de predestinación, con rasgos que recuerdan delicadamente a su madre, Cindy Crawford. Pero hay algo indudable: su rostro es poderoso porque permite que toda una generación reviva los momentos más sublimes de la historia de la moda; a través de un lente contemporáneo, más libre y experimental. Esta nueva estrella de la moda tiene solo 17 años. Pero ya es consciente de que, para moverse libremente por el mundo, también necesita regresar a casa.
Kaia Gerber desfilando para Saint Laurent en Paris Fashion Week 2018/19.
—¿Te está ayudando tu familia a descifrar los cambios que están ocurriendo en tu vida?
—Si tengo una relación instintiva con la moda, es gracias a ellos. Cuando era pequeña, había días en que iba a la escuela en pijama y otros, vestida de superhéroe. Me parecía divertido mostrar cómo me sentía de acuerdo a lo que llevaba puesto. Y entonces, obviamente, estaba mi madre. Verla era como estar bajo una especie de hechizo. Estaba encantada por su belleza. No lo creerás pero, cuando era pequeña, no sabía que era famosa. Ni siquiera que era una modelo. Para mí era solo mi madre, y todavía es un poco así. Claro, ella tiene su vida. Pero es una de esas personas que nunca lleva su trabajo a casa. Y esa regla pequeña y simple nos ha convertido en una familia muy unida.
La familia de Kaia: su padre, Rande Gerber, su madre Cindy Crawford, y su hermano, el modelo Presley Gerber.
—Otro gran cambio, en estos días, es la ola de empoderamiento femenino. ¿Crees que este nuevo feminismo ha influido en tu trabajo?
—Crecí alrededor de mujeres muy fuertes que me inspiraron. Pero esta nueva ola de feminismo ha traído una unidad que nunca antes había visto. En el trabajo, por ejemplo, he notado miles de formas en que las mujeres realmente han comenzado a apoyarse mutuamente y aunar fuerzas.
—¿Te ha dado tu madre consejos sobre cómo sobrevivir en este ambiente?
—La regla de oro es no dormir poco durante muchos días seguidos. Luego, siempre está el ansiado regreso a casa: el lugar donde puedes dejarte llevar, dormir y volver a ponerte de pie. Mi madre siempre me ha aconsejado que sea consciente de la suerte que tengo, especialmente respecto a los viajes.
—¿Cómo es tu relación con las redes sociales? ¿Influyen en tu sentido del estilo?
—Nuestra generación ha sido un conejillo de indias. Fuimos los primeros en nacer en la era de las redes sociales. Definitivamente son un lente interesante para verse a uno mismo y al mundo. Pero todo lo bueno siempre tiene un aspecto negativo. Y creo que tener una vida “real”, fuera de las redes sociales, es mucho más importante. Hay que centrarse en el momento, sin perder demasiado tiempo pensando en los demás.
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