Durante mucho tiempo, vestirse bien fue sinónimo de verse más delgada. Hoy, en cambio, el volumen es tendencia. Las tienen que haber visto: mangas exageradas, faldas en A, vuelos y túnicas, que nos hablan de amplitud. Para la experta en estilo Mimi Burstein, no hay que tenerle miedo a subirle el volumen a este verano.
Por Mimi Burstein
Hoy la moda es más que verse estilizada; queremos que nuestra presencia se sienta. Las siluetas silenciosas van cayendo en desuso y el volumen nos ayuda a hacer un statement.
Reinan las siluetas escultóricas en vestidos de organza y tul (lo hacen Molly Goddard y Simone Rocha); los drapeados, los hombros superlativos (ver a Richard Quinn) y las mangas abullonadas (como en la pasarela Resort 2020 de Johanna Ortiz y, en general, en todo lo viene haciendo esta diseñadora colombiana).
Y abajo: las faldas en A con vuelos y capas infinitas, y los pantalones deconstruidos (como los de la peruana radicada en México, Sandra Weil) que incorporan ese extra “algo” a nuestras vidas.
Siempre nos preocupamos de que lo que usamos nos quede bien o nos haga ver “mejor”. El volumen nos reta a ser lúdicos e imperfectos, y nos ayuda a desarrollar nuestro propio instinto, en lugar de seguir lo que todos usan. Literalmente, nos da espacio para que busquemos, probemos, y nos encontremos en ella. Y descubramos que siempre podemos ser inolvidables.