COSAS fue el único medio presente en el día más importante para Alessandra Denegri, quien acaba de casarse con el empresario y DJ Jota Haya de la Torre. ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo así decidieron casarse? ¿Qué ha cambiado en la vida de la actriz? Ellos nos lo cuentan en esta nota, mientras descansan en la playa antes de volver a sus respectivas rutinas.
Por Mariano Olivera La Rosa // Fotos de Rafo Iparraguirre
Todo empezó con un chicle, en setiembre de 2014. Jota le pidió uno a su mejor amigo, Daniel Olivares, quien, coincidentemente, había sido el primer enamorado de Ale, diez años atrás. Daniel le dijo que se lo pidiera a ella, que se iba a divertir. Ale no tenía chicles, pero desde entonces ella y Jota quedaron pegados. No pararon de hablar. “Daniel ha sido testigo de mi matrimonio”, cuenta Alessandra Denegri, sentada en la sala de la casa de Pulpos que les han prestado unos amigos, para que descansen una semana luego del ajetreo del matrimonio. “Era una persona a la que quería un montón; ahora somos superamigos. Y su novia es mi mejor amiga”.
Para Ale y Jota –quien, además, es sobrino nieto de Víctor Raúl Haya de la Torre–, el paso de ser amigos y novios no fue nada claro. “Nuestra fecha de aniversario de ser enamorados era la fecha de cuando nos conocimos, porque después todo fue in crescendo; muy rápido cogimos confianza y empezamos a hacer todo juntos; muy rápido cobró fuerza, fue una relación bastante intensa desde el inicio”, dice Ale. “Nos mudamos juntos a los meses de conocernos”, añade Jota. “Todo el mundo pensaba que iba a ser una cosa explosiva, bonita, rápida, y que iba a acabar”, continúa el DJ. “Pero fuimos superando obstáculos. No ha sido fácil, ha habido tensiones y crisis, como en todos lados, pero, hace como un año y medio, justo después de superar un momento difícil entre nosotros, me di cuenta: ‘Quiero que la prioridad sea esta relación y quedarnos juntos’”.