El escándalo de Cambridge Analytica no solo ha significado la peor crisis en la historia de Facebook –cuyas acciones han caído en un 5%, haciendo perder a su creador más de ochenta mil millones de dólares–, sino que ha generado conmoción mundial y una sensación de desconfianza frente a la red social, que, muy al estilo de una novela de George Orwell, parece observar cada uno de nuestros movimientos en línea.

Mark Zuckerberg

El 22 de marzo, el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes de Estados Unidos llamó a declarar, en condición de testigo, al fundador de Facebook por la filtración de datos de millones de usuarios de la red social, hecho que habría beneficiado a una consultora vinculada con la campaña electoral de Donald Trump.

Según revelaron los diarios “The London Observer” y “The New York Times”, en 2014, la empresa de análisis de datos Cambridge Analytica tuvo acceso a información recopilada por Facebook y la usó para diseñar un programa informático destinado a predecir las decisiones de los usuarios e influir en ellas.

Christopher Wylie es el nombre del programador canadiense de veintiocho años que destapó el escándalo. Según él, contribuyó a la creación de Cambridge Analytica, pero luego se mostró arrepentido y denunció sus malos manejos.

Wylie se presentó el martes 27 ante un comité parlamentario británico y confirmó y amplió su relato sobre la explotación de información privada de los usuarios de Facebook en las campañas presidenciales de Estados Unidos, la votación del Brexit y en una campaña en Nigeria.

Mark Zuckerberg

“Yo comencé Facebook y, a fin de cuentas, soy responsable por lo que sucede en nuestra plataforma”, ha dicho Mark Zuckerberg en su única declaración sobre el asunto –al cierre de esta edición– en su perfil de la red social.

Tendrá que responder ante la ley

Aunque algunos medios han informado que Zuckerberg sí se presentará ante la Comisión Judicial del Senado Estadounidense, que lo citó a declarar el próximo 10 de abril, lo cierto es que el dueño de Facebook se ha negado, por tercera vez, a comparecer ante el Parlamento británico, arguyendo que otro ejecutivo de la empresa estaría en iguales capacidades de responder sobre el tema.

“Facebook reconoce totalmente el nivel de interés público y parlamentario en estos temas y comparte la opinión de que estos asuntos deben ser tratados en los niveles más altos de la compañía. Por ello, el señor Zuckerberg ha pedido personalmente a uno de sus segundos a bordo que se ponga a disposición”, fue la respuesta de Facebook a través de una carta.

En este comunicado, la portavoz de Facebook, Rebecca Stimbson, nombra a dos directivos de la red social como posibles candidatos a presentarse ante la Cámara: Mike Schroepfer, responsable de Tecnología de Facebook, y Chris Cox, jefe de Producto, “ambos con una gran experiencia en estos asuntos y muy capacitados para responder a las preguntas del comité sobre esos temas complejos”, puntualiza.

La respuesta, como era de esperarse, no ha sido bien recibida por las autoridades británicas competentes. “Creo que, dada la extraordinaria evidencia que hemos escuchado, es absolutamente asombroso que Mark Zuckerberg no esté dispuesto a someterse a las preguntas de una audiencia parlamentaria, ya que estas son cuestiones de fundamental importancia y conciernen a sus usuarios, así como a esta investigación”, afirmó Damian Collins, presidente del Comité Digital y de Medios del Legislativo inglés.

Mark Zuckerberg

Mike Schroepfer, director de tecnología de Facebook.

Según las cifras más recientes de Social Media en nuestro país, arrojadas por estudios elaborados por las plataformas We are Social y Hootsuite el 29 de enero de 2018, la red social cuenta con veintidós millones de usuarios en el Perú, lo cual significa que Facebook ha crecido en un 10% en relación a enero del año pasado. En el aviso oficial de Cambridge Analytica, disponible en YouTube, se dice que nuestro país no fue ajeno a esta realidad, pues la compañía realizó, al menos, una campaña aquí.

Aún queda por ver si la presión mediática o las verdaderas ganas de hacer bien las cosas llevan al multimillonario Zuckerberg a presentarse ante el Congreso de Estados Unidos y rendir cuentas por este turbio asunto que es digno de un universo distópico.