A los veinticuatro años, combina su pasión por la medicina y la filantropía, luego de fundar, junto a su hermana Eliane, FTHESUN, ONG que brinda información a niños con el fin de prevenir el cáncer de piel.

Por Adriana Garavito Fotos de Diego Valdivia

Frutas. Almohadas. Cojines. Todo lo que encontraba en la casa lo cosía. Steven Kirschbaum volvía loca a su mamá, pues no había forma que ella pudiese prevenir qué era lo siguiente que su hijo de diez años iba a usar para poner en práctica su habilidad con las manos. Nieto e hijo de cirujanos, sabía que si alguna vez quería ser médico tenía que empezar de pequeño.

La solución llegó antes de cumplir los once, cuando le pidió a su papá que le llevara a casa piel de chancho para suturar tranquilo (y sin molestar a nadie).
Se podría decir que estaba obsesionado con el tema, pero él piensa que era pura pasión.

A Steven le falta un año para graduarse de médico en la UPC. Luego empezará su internado.

Y gracias a la constante práctica, cuando tenía catorce años, su papá dejó que le removiera un lunar. Esa fue su primera intervención quirúrgica. A esa edad también fue la primera vez que vio una rinoplastia. Estaba emocionado, hasta que vio la sangre y se desmayó. “Salí muy asustado”, recuerda ahora, a los veinticuatro años. “Estaba en shock, pero me acostumbré rápido y todo volvió a la normalidad”.

A Steven le falta un año y medio para graduarse de médico en la UPC. Luego empezará su internado por un año más. En un futuro tiene en mente estudiar en Brasil, Estados Unidos o España. Pero no hay apuro. Si algo le ha enseñado la medicina es a ser paciente y manejar un buen temple; no todos soportan despertarse a las cinco de la mañana y terminar la jornada casi a medianoche, siete días a la semana y por tres años. “Cuando comienzas a practicar en una clínica, ya tienes un poco más de tiempo libre”, comenta aliviado.

Medicina social

Su especialización está clarísima: cirugía plástica y reconstructiva, y la quiere relacionar directamente con el cuidado de la piel. Esto se debe a que en casa Steven estuvo en constante contacto con la medicina, pero también estuvo muy cerca de la enfermedad. Hace unos años, a su hermana Eliane le diagnosticaron cáncer de piel y tuvieron que removerle parte de la nariz.

A partir de esa experiencia traumática, ambos se unieron y fundaron FTHESUN, un proyecto que se dedica a brindar información a niños para prevenir el cáncer de piel. “El objetivo es expandir el proyecto, ofrecer tratamiento y cirugía”.

Siempre conectado, Steven comparte las acciones de su ONG a través de su cuenta de Instagram.

Junto a su hermana y voluntarios que se van sumando al proyecto han dado charlas a niños en Lima y Huaraz. También en Mwanza, Tanzania, donde conversaron con doscientos niños que sufren de albinismo.

Por ahora, Steven y su hermana son quienes manejan la ONG. Cuentan con ayuda de su familia y, para sostenerse, también venden gorros (a los que llaman #shady), lentes de sol, productos de protección solar y pulseras que tienen una suerte de pepita que cambia de color para alertar si hay mucha radiación solar en el ambiente.

El futuro médico sabe que a paso lento llegará más lejos, pero confiesa que en algo sí pierde un poco la paciencia: quiere graduarse de una vez para ayudar aún más.

Fotógrafo: Diego Valdivia / Asistente de Fotografía: Caleb Franco / Realización Audiovisual: Johana Cabañas / Producción y Dirección de Arte: Alexandra Carcausto / Estilismo: Sara Vílchez / Maquillaje y Peinado: Olga Soncco / Agradecimientos: Nike, Ayni, Pieta