Bernard Arnault es ahora, junto a Jeff Bezos y Bill Gates, el tercer hombre más acaudalado del mundo. Claramente, el resultado de un año exitoso para LVMH.

Los índices de Bloomberg y Forbes coinciden en que la familia francesa que controla el conglomerado de lujo, con Bernard a la cabeza, ha entrado a un nivel de riqueza de once ceros

Con setenta años de edad, el hombre de negocios se ha convertido en el único rostro no tecnológico poseedor de una de las cinco fortunas más grandes del mundo. Además de ser la persona más adinerada de Europa y la muestra viva de que el lujo sigue siendo un sector muy lucrativo. Y es que en los últimos años, dicho rubro se ha visto beneficiado con el ingreso de millonarios chinos en la demanda. En la actualidad, el país asiático cuenta con casi 3.5 millones de nuevos ricos.

Arnault posando para la revista «Fortune». Foto: @benbakerphoto

Las marcas estrella de LVMH, lideradas por Louis Vuitton, han disparado los ingresos del grupo. Así, este año su patrimonio neto aumentó US$ 32 mil millones, más que cualquier otro en el mundo, alcanzando los US$ 100,62 miles de millones

Bienvenido al club

Tras este reajuste, Arnault consolida su posición como el hombre más poderoso de la industria de la moda, superando al español Amancio Ortega. Su fortuna ahora equivale al 3% de la economía francesa, según Bloomberg. 

Por otro lado, la distancia que lo separa del resto de acaudalados es tal que ninguno de los otros miembros de la lista podría aspirar a ingresar en breve al selecto grupo que conforma junto a Bezos y Gates. No obstante, el CEO de Amazon aún tiene pendiente su costosísimo divorcio, valorizado en US$ 35 mil millones.  

Jeff y MacKenzie Bezos en la fiesta de Vanity Fair tras los Oscar 2018.

En todo caso, los únicos que podrían preciarse de una fortuna similar, si fueran familia y no socios, son los fundadores de Google, Larry Page y Sergei Brin, cuyo patrimonio conjunto supera los US$ 110 mil millones. 

Historia de éxito

Pero Arnault no siempre se dedicó al lujo y la moda. Su padre, Jean-Jacques Arnault, era el dueño de un importante conglomerado de construcción y obra pública llamado Ferret-Savinel. En 1979, el joven Bernard Jean Étienne Arnault lo sucedió al frente de la compañía, que poco a poco empezaba a diversificar sus inversiones. 

Así, con el dinero proveniente de la liquidación de una división de la compañía, el francés adquirió en 1984, el holding de lujo Financière Agache, dueño de varias marcas y cadenas, entre las que destacaban las tiendas de Le Bon Marche y la firma Christian Dior

Bernard Arnault en enero de 1987. Foto: @portraits_intuitive_creation

Con ambas empresas, Arnault constituyó en 1987 la versión primigenia de LVMH. A esta se incorporarían tiempo después el coñac Hennesy y otras marcas, como Céline en los 80; y Kenzo, Loewe y Sephora, en los 90. De esa forma se erigió el mayor conglomerado de lujo del planeta. 

Desde entonces el grupo no ha hecho más que crecer. Hubo algunos traspiés en el camino, pero en líneas generales el emprendimiento ha sido un éxito. En LVMH trabajan hoy más de 145 mil empleados, en cerca de 70 marcas de alta gama que tan solo en 2018 facturaron más de US$ 53, 200 millones en todo el mundo a través de seis divisiones: moda y marroquinería, vinos y licores, cosmética y perfumería, relojes y joyería, compras minoristas y varios.

Arnault Cheval Blanc

Cheval Blanc Radheli, en las Maldivas. Foto: @v.senso.

La más reciente de estas divisiones parece ser la más ecléctica. Abarca una chocolatería italiana, un parque de atracciones clásico en París, un veterano astillero especializado en yates de grandes proporciones, el diario económico Les Echos, el periódico Le Parisien, una emisora de radio y la cadena de residencias hoteleras Cheval Blanc, que opera en exclusivos lugares como Courchevel, St. Barths, Saint Tropez y en las Maldivas.