Se acerca el fin de la década y queremos celebrar 10 años de bodas peruanas glamorosas: matrimonios que presumieron de las novias más elegantes, los invitados mejor vestidos y las decoraciones más impactantes. Aquí está la elección de COSAS de aquellas uniones que fueron cubiertas en exclusiva del 2010 al 2019.

Por: Stephanie Jones

Daniela Raffo y Nicolás Lasarte

Daniella Raffo

Luego de dos años de noviazgo, Nicolás le pidió matrimonio a Daniela en San Sebastián, su ciudad natal. La ceremonia religiosa tuvo lugar en la sala capitular del Convento de Santo Domingo, en Lima y la recepción se realizó en el MALI.

La fiesta se inspiró en un desfile de Chanel realizado en la India. Así, todo fue de cristal, con mesas de vidrio y sillas transparentes. La novia lució un exclusivo diseño del español Manuel Mota para Pronovias, pero no fue la única fineza que distinguió a la boda, ya que el catering estuvo a cargo de Marisa Guiulfo y Felipe Ossio, mientras que la torta fue creación de Cucha Otero. El destino de la Luna de miel no pudo ser más paradisíaco, ya que los novios la pasaron en una locación de ensueño como Bora Bora en la Polinesia francesa

Daniella Raffo

 

Daniela Chávez-Molina y Guillermo Li

Guillermo Li

Después de varios años juntos, Daniela y Guillermo se casaron en El Cortijo Polo Club. Luego de la ceremonia religiosa, los invitados pasaron a las caballerizas para el esperado cóctel. El catering y la decoración estuvieron a cargo de Felipe Ossio, incluyéndose carpas de inspiración medieval para las mesas de dulces y el buffet. Afuera, colgaban lámparas chinas de papel que brillaron a la luz de los fuegos artificiales.

Los novios escogieron la canción “Happy” de Pharrell Williams para su primer baile como esposos. La hora loca tuvo un detalle muy original al estar inspirada en el polo, la profesión del novio. Así, los invitados bailaron con tacos y cascos de polo y sombreros chinos; mientras un grupo de malabaristas se paseaban en trajes metálicos imitando la silueta de un caballo. 

Guillermo Li

 

Anís Samanez y Diego León de Peralta

Anis Samanez

La diseñadora de modas, Anís Samanez, confeccionó su propio vestido de matrimonio para casarse con el empresario Diego León de Peralta. La boda religiosa fue en la iglesia del colegio Santa Úrsula, donde estudió la novia. La recepción se realizó en el Lima Polo Club, ya que Diego es polista, costumbre que heredó de su padre.

La entrada y los alrededores de la fiesta estaban ambientados como si se tratara de un bosque encantado, aunque los interiores estaban pensados como en una discoteca. La boda fue una antítesis de las ceremonias más tradicionales: no se bailó el vals y se optó una canción de Ed Sheeran. Tampoco la novia lanzó el bouquet, sino que se lo entregó directamente a su mejor amiga, Stephanie Cayo, a quien le pidieron matrimonio un mes después. La hora loca estuvo a cargo de un grupo de actores con cuernos y orejas de elfo, mientras una gran estructura con luces LED subía y bajaba a un grupo de acróbatas.

Al partir de Luna de miel, el periplo no pudo ser más variado, ya que los recién casados pasaron por Nueva York, Abu Dabi, Dubai, las Islas Maldivas y una parada final en Tailandia para visitar Bangkok, Phuket y el archipiélago Phi Phi.

Anis Samanez

 

Christine Schnyder y Emilio Rodríguez Larraín

Christine Schnyder

Emilio y Christine siempre soñaron en casarse fuera del país y hacer un destination wedding. La ubicación elegida fue Casa de Campo La Romana en República Dominicana. Los eventos duraron tres días: el jueves fue el cóctel de bienvenida en La Marina; el viernes fue el día de playa en la Isla Catalina, y el sábado, el matrimonio, cuya recepción se llevó a cabo en la Casa Villa Bahía Chavón I.

El matrimonio fue una combinación de plateados con mesas de espejo. Las flores usadas para la decoración fueron tropicales, pero sin perder la elegancia. En las mesas de comida había troncos y palmeras con orquídeas que caían encima. Al salir de la iglesia hubo fuegos artificiales y hasta una decoración con fuego en el momento del vals. Sergio Vargas, cantante dominicano, fue el encargado de animar la fiesta.

Luego de la boda, los novios tomaron un crucero Crystal que salió de Seúl para hacer un recorrido con paradas en puntos de China y Japón como Beijing, Fukuoka, Hiroshima, Takamatsu, Osaka y Shimizu.

Christine Schnyder

 

Stephanie Cayo y Chad Campbell

Stephanie Cayo

El lugar escogido por la feliz pareja para su boda, Cartagena de Indias, lo fue porque es una de sus ciudades favoritas y un punto céntrico entre los invitados de Chad y Stephanie.

Las celebraciones empezaron dos días antes de la ceremonia religiosa, con un cóctel en un galeón de madera. El segundo día transcurrió en Playa Fénix a puro baile, mientras que en el tercero fue el matrimonio religioso en la Catedral de Cartagena. La celebración comenzó a la salida de la iglesia de acuerdo a la costumbre local. Desde allí, una orquesta y un grupo de bailarines acompañó a los invitados hasta la casa privada donde tuvo lugar la recepción.

La decoración fue el ambiente natural de la casa con sus colores y muebles originales. Las flores fueron palmas altas, centros de mesa tropicales y mini centros de mesa con flores románticas. Ya que la idea de los novios era conocer diferentes cultivos de café, vivir la experiencia de un safari y disfrutar de la playa, el destino de la Luna de miel fue África

Stephanie Cayo

 

Sabina de Szyszlo y Coque Ossio

Sabina de Szyszlo

Sabina y Coque decidieron, en lugar de organizar una ceremonia religiosa tradicional, hacer una ceremonia celta enfocada en el sol, la luna y los cuatro elementos (fuego, aire, agua y tierra). El lugar escogido lo fue la isla de Pucusana, ello porque Coque creció ahí y siempre tuvo claro que era donde quería casarse. La novia junto con su suegra, Marisa Guiulfo, se encargaron del diseño de la recepción.

La decoración fue en un estilo boho chic, con influencias bohemias, hippies y románticas. Para ello utilizaron una paleta de colores pasteles con toques de guinda (burgundy). La Luna de miel fue en la India, país que la novia soñaba con conocer hace muchos años, y las Islas Maldivas, porque querían incluir también un destino paradisíaco.Sabina de Szyszlo

 

Sassa de Osma y Christian de Hannover

Luego de diez años de relación, la peruana Sassa de Osma se casó en Lima con el príncipe Christian de Hannover.

Fueron tres días de celebración. El jueves se realizó una bienvenida en el restaurante Osaka y luego un after party en el Open Bar en Miraflores. El viernes se realizó la boda religiosa en la iglesia San Pedro. El vestido estuvo a cargo del diseñador español Jorge Vásquez. Luego de la ceremonia, los invitados se dirigieron al Club Nacional para un almuerzo animado por una banda musical. En la noche, se realizó un cóctel en la Casa Berckemeyer, cuyos dueños son familiares de los de Osma.

La última noche se realizó la fiesta oficial en el Museo Pedro de Osma. El código de vestir fue largo para las mujeres y smoking para los hombres, destacando la decoración y el catering a cargo de Felipe Ossio. El after party se realizó en secreto en una casita unida al museo por un túnel subterráneo, donde hubo banda en vivo para asegurar la diversión.

 

Pupi Gallese y Alonzo Vega

Alonzo y Pupi se conocen de toda la vida porque sus familias son amigas desde hace muchos años y ambos veraneaban en la misma playa: Ancón. La boda civil se realizó en el patio interno de la Casa Berckemeyer –una propiedad que perteneció a los bisabuelos de la novia.

Hubo dos vestidos, ambos diseñados por Ani Álvarez Calderón: para la ceremonia y la recepción se eligió uno clásico y con un toque vintage, ya que le cosieron un prendedor que fue de la bisabuela de la novia; mientras que para el after party se escogió un modelo inspirado en los años 20.

La mamá de la novia, Mónica de Osma, fue la encargada general del evento. El diseño de la fiesta y la ceremonia estuvo a cargo de Armando Arana, Mónica Ripamonti (de RyT) fue la encargada de la parte arquitectónica y Felipe Ossio, de la comida, el menaje y las mesas.

La decoración incorporó los tres patios de la casa a la fiesta. Las flores fueron rosas blancas con un toque de rosado pastel, verdes y follaje. En todas las mesas de la fiesta había candelabros de plata y la mesa de los novios se ubicó frente a la pista de baile. Los novios partieron al día siguiente de Luna de miel a la isla Santa Lucía en el Caribe.

 

Giulia Salazar y Miguel Bayly

Giulia Salazar

Miguel y Giulia prepararon su boda por casi un año con la ayuda de Felipe Ossio y escogieron la iglesia de San Pedro para el encuentro religioso.  

Uno de los momentos más románticos de la noche fue el primer baile, el que iniciaron con “Voces de primavera” de Johann Strauss para después cambiar a “Quiero decirte” de Sebastián Yatra. Los invitados se vieron sorprendidos con un detalle muy original al encontrar un túnel cerrado lleno de espejos que separaba el cóctel de la fiesta.

Para la hora loca, el motivo de inspiración fue una fiesta cubana. El grupo de salsa de Ricardo Ponciano y La Sonora de Cuba fueron los encargados de animar la fiesta, entregando sombreros Panama Hats, collares y vinchas con frutas. Luego de la boda, los novios buscaron relajarse en varios destinos románticos de Italia y España, como lo son Venecia, Capri y Positano.

Miguel Bayly

 

Gabriela Ibárcena y Carlos Valdez

Gabriela Ibárcena

Gabriela y Carlos se conocieron en el verano de 2016 en una fiesta de luau, y desde ahí nunca más se separaron. Carlos decidió hacer la pedida de mano durante un viaje de ski que hizo junto a Gabriela.

La boda se realizó a finales de este año en Surco. La novia estuvo a cargo del mobiliario, el menaje, el diseño y la decoración de la boda. Lo que más impactó a los invitados fue el techo que tuvo más de cuatro mil orquídeas colgantes. Además, la mesa de dulces se colocó dentro de un elegante túnel de espejos. Los invitados pudieron disfrutar de un exquisito catering, autoría de Felipe Ossio. La fiesta estuvo muy animada y la música estuvo a cargo del DJ Igor Carrillo.

Luego de la boda, los novios partieron de Luna de miel a un safari en el África y luego a las playas paradisiacas de las Islas Seychelles en el Océano Índico.

Gabriela Ibárcena