La conformación del nuevo Congreso ha traído nuevamente el tema a debate a propósito de algunas expresiones en contra de la comunidad LGBTI.
Por Redacción COSAS
Ni bien terminaron las elecciones parlamentarias y ya algunas expresiones han quedado flotando en el aire para incendiar la pradera. En primera instancia, Martha Chávez, cabeza de lista de Fuerza Popular (FP) hizo saber días atrás que no hay discriminación hacia la comunidad LGBTI pero “que se casen y que adopten hijos no se los vamos a permitir”. A estas opiniones se sumaron las de Wilmer Cayllahua, virtual congresista del Frente Popular Agrícola FIA del Perú (FREPAP), quien manifestó que las personas LGBTI tienen “el mal enquistado en su corazón y en su sangre”. Frente a un panorama en el que un tema tan sensible recibe expresiones de rechazo tan fuertes de parte de representantes del Poder Legislativo, conversamos con personajes del mundo del espectáculo que tienen una opinión bastante formada al respecto como Mayra Couto y Ernesto Pimentel.
Mayra Couto (actriz):
“Creo que los derechos de las personas no son negociables. Si FREPAP es la segunda fuerza en el Congreso, espero que respeten a todos los demás por igual. Hay espacios ganados en este tema y no creo que se deba retroceder por motivos religiosos. Si se vulnerara algún derecho de la mujer o de la comunidad LGBTI, me preocuparían mucho los sesgos religiosos de esas decisiones. Cada quien puede creer en lo que quiera, pero hay que respetar la dignidad de las personas».
Wendy Sulca lanza nuevo single en honor a la comunidad LGTBIQ+
Ernesto Pimentel (artista televisivo):
“No considero que tengamos muchas posibilidades, ya que siempre hemos tenido en el Congreso a miembros de iglesias recalcitrantes. Esto que ocurre es un atraso y eso es lo doloroso. Yo no es que quiera libertad a partir de este tema para mí, sino para todos. La gente del FREPAP son honestos y honrados. A mí me preocupan más esos tipos de terno que a la hora de juzgar, señalan a todos. La fe es para tu entorno y tus propias decisiones, pero la voluntad política no debe guiarse por ella. Con menos visión de país vamos a extender el dolor a muchos niños que serán “buleados” por su condición LGBTI y habrá más deserción escolar. Yo me considero una persona de fe y respeto a quienes son consecuentes con ella. Lo que veo mal es que esa religión intervenga en los destinos de un país laico”.