La colombiana lució deslumbrante con un outfit rojo y otro dorado durante su show en el Super Bowl. Para quienes quieran vestir como Shakira, aquí les dejamos la pista del precio de su sorprendente atuendo. Quienes no la pasaron nada bien, fueron los sectores más conservadores de EEUU.

Por Redacción COSAS

El espectáculo del medio tiempo del Super Bowl sigue dando que hablar. Mientras la comunidad latina se siente orgullosa de verse representada por artistas como Shakira y Jennifer Lopez, las reacciones del lado anglosajón fueron de sorpresa ante un espectáculo que se hizo más que insinuante. Fuera de ello, el conjunto que lució la cantante colombiana en la primera parte del evento, resultó ser un diseño del noruego Peter Dundas. Este diseñador siempre está asociado a las celebridades, ya que en los Grammy 2017, Beyoncé usó un vestido que fue un adelanto de la primera colección de su marca.

En esta oportunidad, Shakira lució un traje rojo de dos piezas formado por una falda de flecos bordada con cristales y un bralette o top con las mismas características, además de incluir un diseño art deco. El conjunto ha salido a la venta en edición limitada y al módico precio de US$ 3,392. Las botas, un modelo hecho a mano de Dan Life y con más de 30,000 cristales, tienen un costo de US$ 20,000.

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Norteamérica en llamas

La contraparte de este sintonizado evento se dio con la indignación que el espectáculo causó en muchos medios asociados a la derecha radical en EEUU. Las coreografías tanto de Shakira como de Jennifer Lopez, buscando la atención de las cámaras con sus movimientos pélvicos y de cadera, causaron un efecto mucho mayor que lo ocurrido en 2004. En aquella ocasión, Justin Timberlake le jaló el corpiño a Janet Jackson y dejó al descubierto su seno derecho. Esto motivó que los siguientes conciertos tomaran un tinte más tradicional, ya que se trata de un evento de gran sintonía entre las familias. Por lo mismo, los reclamos vinieron por el hecho que no se pusiera una advertencia de que el contenido no era propio para niños menores de 12 años. Por supuesto, muchas de las respuestas están cargadas de dosis de racismo.

La gota que colmó el vaso para los radicales, fueron las alusiones políticas del evento. En el inicio del tema Let’s Get Loud de Jennifer Lopez, un coro de niños latinos encabezados por Emme, la hija de 11 años de JLo, aparecieron cantando desde unas jaulas de luz. La escena es una sutil indirecta a la administración Trump, ya que muchos hijos de ilegales son separados de sus padres y encerrados en jaulas, recibiendo el repudio mundial. Además, la pequeña se unió a su madre en el número y mientras Jennifer salía ataviada con una bandera de Puerto Rico, su hija introdujo un pedazo de la canción Born in the USA de Bruce Springsteen. El tema es considerado un “segundo himno de Estados Unidos”, y el que tenga alusiones a la inclusión latina le ha caído mal a los sectores blancos y puristas que rechazan la integración racial.

La National Football League (NFL) ha hecho saber que el haber seleccionado a Shakira y JLo forma parte de los esfuerzos de la organización para demostrar que están a favor de la diversidad cultural. El impacto que ha causado el espectáculo en unos y otros, podría tener como consecuencia una variedad muy diferente para el próximo año.