Después de involucrarse en la creación de la aplicación que resolvió los inconvenientes del tráfico, Uri Levine decidió comprarse una bicicleta. Él estuvo en Lima para dar una conferencia en la que expuso su lema de vida: enamórate del problema.
DIBUJANDO MAPAS
El ser humano tiene la necesidad, desde su origen, de ubicarse en el tiempo y espacio. Habría que remitirse a la historia de la cartografía para entender que los babilonios, chinos y otras culturas, empezaron a dibujar el mundo para mejorar aspectos de su vida; ya sea para recaudar impuestos u optimizar los viajes y el intercambio comercial. Los mapas que ahora usamos se basan en lo investigado en la Grecia clásica por Anaximandro, Hecateo o Eratóstenes, aunque por entonces, eran poco accesibles.
La gran revolución contemporánea consistió en eso, en poder tenerlos al alcance de un click. La masificación de Google Maps, creado en 2005, fue un paso para que el mapa del mundo estuviese al alcance de todos. De ofrecer el servicio solo para Estados Unidos hasta llegar al Street View y la visualización en celulares, este servicio fue la respuesta a dónde es y cómo llegar.
Así como el número de usuarios de esta plataforma empezó a crecer, pasó lo mismo con el parque automotor. Según la consultora Ward’s Auto, a mediados del 2014 se reportaron 1.2 billones de vehículos en el mundo, con una proyección de dos para el 2035. En los últimos diez años, según datos de Gestión, el Perú pasó de tener 1,3 a 2,2 millones de unidades; de 494,000 a 1,3 millones en Bolivia; de 3,4 millones a 9,7 millones en Colombia; y de 764,000 a 1,7 millones en Ecuador. Las calles colapsaron y la gran mayoría se preguntó lo mismo: cómo llegar más rápido y evitar el tráfico.
NAVEGANDO CON OTROS
¿Qué fue lo que Uri Levine vio en el tráfico? Un problema que valía la pena resolver y la necesidad de comprarse una bicicleta. Pero no se trataba de la solución sino qué debía hacer para llegar a ella. A eso se refiere cuando habla de enamorarse del problema. En el Entel Summit 2016 Perú, comparó el proceso de éxito de una start up con salir con una chica: primero la eliges, te gusta, poco a poco te enamoras, la presentas a tus amigos quienes te dan sus comentarios y aun cuando sean desalentadores, sigues con ella hasta lograr algo.
Waze nació cuando Uri detectó un problema. Él odiaba hacer fila -y por ende, el tráfico- y detestaba tener que ir a recoger paquetes al servicio postal de su natal Israel. No importaba qué fuese, no quería ir. Cuando se puso a pensar al respecto, descubrió que habían personas resignadas y otras, como él. Así fue como conoció a Ehud Shabtai, quien ya había empezado un proyecto fundamental para lo que conocemos ahora. Sus primeras pruebas trataron sobre la localización de cámaras de velocidad en las carreteras de su país. Fueron necesarias 200 personas de un foro virtual y varias semanas, para lograr ubicarlas con exactitud. El proveedor local de mapas, al darse cuenta, le exigió dejar de hacerlo por violar los términos y condiciones. Craso error de su parte, pues forzó la creación de Free Map, que partía de un lienzo en blanco en donde los usuarios iban dibujando y pavimentando los caminos. Fue así como, en 2006, lograron tener 726 usuarios.
Un año después, Uri entró al proyecto e hizo evidente la necesidad de tener la aplicación en los celulares para obtener información sobre el tráfico en tiempo real, lo que terminaría definiendo el ADN de la compañía. Después de muchos intentos y experimentos, lograron sortear problemas de geolocalización e idearon la aplicación. Levine, en la European Ecommerce Conference 2012 realizada en Madrid, resumió con brillantez qué es y cómo funciona la aplicación: “es una red de conductores creada por ellos para ellos, que ayuda a evitar problemas de tráfico”.
TIEMPO DE VENDER (Y COMPRAR)
Después de intentarlo en reiteradas veces y en un intento por reforzar su posición en el segmento, Google compró Waze en 2013 por, según rumores, 966 millones de dólares, dejando de lado a los también interesados Facebook y Apple. Sin embargo, la cifra astronómica no fue directa para los bolsillos de los fundadores debido a que, al basar la empresa en financiamientos, eran dueños de una pequeña porción. Empero, se estima que Levine recibió la nada despreciable cifra de 38 millones. ¿Y qué fue lo primero que hizo con lo ganado por solucionar el problema del tráfico? Comprarse una bicicleta.
Por Juan Diego Rodríguez