La actriz peruana protagoniza la primera cinta peruana original de Netflix, Hasta que nos volvamos a encontrar. En esta nota habla sobre la cinta y el rodaje que compartió junto a su ahora novio Maxi Iglesias, así como de sus proyectos futuros.
Por Arianna Gonzáles
En tu última entrevista para COSAS, hablaste un poco de lo difícil que es estar lejos de tu país, de tu cultura, sobre todo en medio de una pandemia, ¿Cómo se ha sentido trabajar en la primera película original de Netflix y tener esa oportunidad de estar más cerca que nunca de tu país?
Estuve un año sin ver a mi familia. Nunca me había pasado eso en la vida. Yo siempre voy a Perú porque tengo la escuela, tengo Performing Arts. El 1 de febrero que abrieron el aeropuerto yo estaba ahí para volver. Esos tres meses en Perú fueron increíbles porque me ayudaron a reconectar con mi familia, con mi país, con mis amigos, con gente que no veía desde Travesuras del Corazón – la telenovela en la debutó como actriz -. Para mí fue increíble, fue, literalmente, muy viaje.
Es una gran responsabilidad ser parte de la primera película original para Netflix, una plataforma de streaming que llega a millones de hogares…
Siento que esta película realmente nos representa. Perú es un país con grandes maravillas y además tuvimos la suerte de que el CEO de Netflix hizo una portada presentando la película. Él vino Perú especialmente para anunciarla y eso es algo que no había hecho nunca. Creo que le gusta mucho Perú. Nosotros tenemos mucho por mostrar y mucho por lo que sentirnos orgullosos.
En Hasta que nos volvamos a encontrar interpretas a Ariana, una mochilera peruana. Eres una mujer que viaja mucho, pero esta vez te has metido en el papel de alguien que lo hace de manera más relajada. ¿Dirías que te ha permitido reencontrarse con el Perú, desde otra perspectiva?
Sí, claro. Es un viaje. Es una historia de amor que recorre lugares maravillosos de costa y sierra. Hay muchos personajes en la película que muestran la diversidad de nuestro país. Se ha hecho un gran trabajo mostrando un poquito de nuestra gastronomía, de nuestra cultura, de las cositas que los extranjeros no tienen ni idea.
Stephanie Cayo durante el rodaje de la primera película peruana original de Netflix.
El rodaje ha incluido escenas en Cuzco, Puno y Paracas, lugares conocidos por ser los más representativos de nuestro país, y, ahora, van a ser puestos a los ojos del mundo a través de la magia del streaming…
La película, con suerte, se va a ver en 220 millones de casa, porque ese es el número de suscriptores de Netflix, en 190 países. Realmente después de la pandemia, lo que necesitamos es que peruanos y extranjeros se enamoren del Perú y decidan venir porque necesitamos. Nuestra cultura es sumamente importante y el turismo es una consecuencia de ella y se ha visto tan afectada.
«Esta película muestra como el Perú es un destino que cambia destinos». No puedo describirlo mejor. El Perú, si estás atento, te conecta con la tierra de donde venimos. No importa que no seas de aquí, porque todos venimos de la tierra.
Para ti, como para el resto del elenco, los lugares de rodaje quizás ya son conocidos, pero para tu coprotagonista, Maxi Iglesias, son completamente nuevos. ¿Qué tal ha sido la experiencia de poder compartir con él, su primera vez recorriendo parte del Perú?
Ese fue un viaje de reconexión y de poder ver cómo una persona que nunca había estado en mi país se enamoraba de cada cosita: de la bodeguita, del carrito que vendía la comida en la calle, del surf, del ceviche, de nuestra forma de hablar, de lo relajado que somos para muchas cosas y del sabor que tenemos, de lo románticos que somos. Somos una sociedad nostálgica.
Más allá de la sinopsis, ¿Qué significa el rodaje de Hasta que nos volvamos a encontrar?
Ha sido un viaje de amor, donde dos personajes salen de su zona de confort y transitan por un mundo emocional desconocido, en un descubrir que los hace dar cuenta de muchas cosas.
Ahora que el estreno está cerca, imagino que has visto un poco de la cinta, cuéntanos cómo te has sentido con el resultado.
Estoy tan enamorada del viaje íntimo que tienen los protagonistas en estos lugares tan románticos y especiales. Siento que después de una pandemia, necesitamos una película romántica necesitamos enamorarnos de nuestro país ir a venir a disfrutar de lo nuestro.
Ahora, antes de grabar Hasta que nos volvamos a encontrar, terminaste el rodaje de Amalgama, una producción que centró su filmación en lugares paradisíacos como Tulum y la Riviera Maya, pero muy distintos a los que te tocó grabar en Perú, que son más de montaña y aventura. ¿En qué rodaje has disfrutado más?
Las comparaciones son horribles, pero Hasta que nos volvamos a encontrar es la película más bonita que he grabado hasta hoy. Yo tenía muchas ganas de hacer una historia de amor y esto es eso, aunque también ha sido una película muy difícil.
Hemos filmado a 6000 metros de altura, con largas caminatas, días extensos, con mucho frío. Sin embargo, yo estaba tan feliz de estar ahí, de estar en mi tierra, de poder decir «Mira, este es mi país».
El futuro para Stephanie Cayo
Bruno Ascenzo junto a Stephanie Cayo. Foto: Giussepe Falla.
La producción de la película está a cargo de Bruno Ascenzo, uno de tus mejores amigos. En la última entrevista que ofreciste a COSAS comentaste que también trabajaban juntos en un remake de una película argentina que se llama “Fojas 2”, cuéntanos como va a ese proyecto y si los volveremos a ver compartiendo producciones en un futuro.
Seguramente, Bruno tiene un futuro muy prometedor y ya tiene una carrera muy larga en el cine y la televisión, así que sólo le esperan cosas bonitas y en diferentes lugares no solamente en Perú.
Yo, obviamente, quiero colaborar otra vez con él. Es la primera persona que pienso cuando quiero hacer algo. Confío mucho en tu trabajo y en su sensibilidad y sí, tenemos este otro proyecto juntos en el que aún estamos trabajando.
Tengo entendido que pasarás una temporada en España, debido a que estás grabando una serie, ¿nos puedes contar un poco?
Estoy grabando una serie, también para Netflix, así que me quedaré los próximos dos meses. Se llama Los Pacientes del Doctor García. Yo estoy en constante movimiento entre Madrid, Los Ángeles y Perú, porque ahí es donde tengo Performing Arts, de hecho estoy yendo a Perú en algunos días.
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