La escritora chilena Isabel Allende se confiesa y habla sobre “Violeta”, su madre, el amor y la vida.

Por Redacción COSAS

Isabel Allende conversó con el diario Correo acerca de su más reciente novela, “Violeta”, la cual fue publicada en enero de este año. La escritora comparte que la promoción de la novela la está realizando vía Zoom: “Cada uno de mis editores en 40 países quieren que vaya a hacer la promoción de los libros, que vaya aquí y allá. Ahora estoy haciendo por zoom lo que antes hacía viajando, antes era una maratón que no te puedes imaginar”. Además, agrega que hace muchos años no va a ferias de libros, ya que no le “alcanzaría la vida”.

"Violeta", la reciente novela de Isabel Allende.

“Violeta”, la reciente novela de Isabel Allende.

Allende se ha autodeclarado feminista y lo recalca al mencionar que, aunque el personaje principal homónimo de la novela se parece a su madre, Violeta tiene una vida totalmente distinta a la de su madre. “A mi mamá la criaron en un ambiente patriarcal, autoritario, conservador, católico, para ser la mujer de alguien y la madre de alguien, pero mi mamá nunca pudo ganarse la vida y nunca tuvo independencia económica”, expresó, luego de mencionar que su personaje tiene “una vida más interesante”. Agrega que la vida de su madre “no es que no fuera interesante, sino que ella no estuvo en control de su vida”. Además, marcó parte de su opinión sobre el movimiento que sigue: “Yo creo que no hay feminismo sino te puedes ganar la vida; si otro está pagando las cuentas, estás frita”.

Menciona también que así como en la novela la historia es presentada por cartas, ella y su madre se escribían por este medio desde siempre. Calificó a esta costumbre como un vicio y explica que se empezaron a escribir cuando su madre estaba en Turquía y ella, en Chile; sin embargo, empezó a coleccionar las cartas cuando fue a vivir a Estados Unidos, en 1987.

Isabel y el amor

La escritora se confiesa y comparte que para ella la edad no es un impedimento para el amor ni para el sexo en adultos mayores: “La idea de que los viejos puedan amarse o tener sexo es chocante. Mis nietos no quieren oír hablar de eso. Mi hijo que tiene 50 años también le da terror que vaya a mencionar eso. Es como la última frontera y ¿por qué no?, si dos personas que se quieren y están sanas  ¿por qué no van a acostarse?”.

Además, mencionó que lo que busca principalmente en una relación, a los 79 años de edad, es “amabilidad, que la convivencia sea amable, con buenos modales, con simpatía”. Agrega que la pasión pasa a segundo o tercer plano y recuerda cuando se enamoró a los 40 años en Estados Unidos y comenta que hoy en día no le sucedería lo mismo, refiriéndose al modo intenso con el que se vinculó.

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