Hasta que nos volvamos a encontrar, la primera película peruana original de Netflix, es protagonizada por Stephanie Cayo y Maxi Iglesias que interpretan a dos jóvenes distintos cuyos caminos se cruzarán para embarcarlos en una historia de amor.

Por Redacción COSAS

El pasado viernes 18 de marzo llegó a las pantallas de Netflix Hasta que nos volvamos a encontrar, la primera película peruana original de la plataforma. La cinta, protagonizada por Stephanie Cayo y Maxi Iglesias, narra una historia de amor que recorre lugares emblema de nuestro país como Cusco, Puno y Paracas.

La complicada relación de Ariana y Salvador ya ha cautivado a más de uno, posicionando a la película en el top 10 de Netflix en países como Perú, Argentina y España. Si eres uno de los espectadores que se enganchó a la historia de Hasta que nos volvamos a encontrar, revive en esta nota los momentos más románticos que compartieron Stephanie Cayo y Maxi Iglesias durante el rodaje.

A primera vista

Salvador conoce a Ariana durante una celebración en el hostel Tupananchiskama, donde la mochilera trabaja. Ahí, queda impresionado con su talento en el canto y con su personalidad, por lo que le pregunta a Licha, el personaje interpretado por Wendy Ramos, sobre ella.

Posteriormente, a pesar de no saber bailar, Salvador ensaya unos pasos de festejo para “quemarle el cucurucho” a Ariana, con quien luego se presenta tras un infortunado accidente en el que ambos quedan manchados de pintura.

De luna de miel

En medio de su recorrido hacia Machu Picchu, Ariana y Salvador se encuentran con una pareja de coreanos que le piden que les tomen una fotografía. Ariana queda sorprendida de que Salvador domine su idioma y se pueda comunicar a la perfección con ellos.

Por algunos minutos mantienen una conversación en la que los coreanos le preguntan a Salvador si él y Ariana son pareja. Muy decidido, él responde que sí, que se acaban de casar y están en medio de su luna de miel. La pareja extranjera les desea felicidades y se despide.

Ariana reconoce que Salvador es “una caja de sorpresas” y le pregunta por la conversación que mantuvo con la pareja. Salvador le confiesa lo que les dijo y Ariana, sin poder creerlo, ríe a carcajadas.

Amor termal

Hasta que nos volvamos a encontrar

Tras una discusión en la que Ariana rompe por casualidad el teléfono de Salvador, el empresario hotelero se dispone a seguir caminando molesto por los caminos del Salkantay.

Al verlo así, Ariana decide sorprenderlo, desviarse del camino y llevarlo a conocer los baños termales de Aguas Calientes. Luego de sumergirse en ellos, Salvador se muestra más relajado y comienza a hablar con Ariana sobre una cicatriz que esconde bajo su tatuaje. Ella confiesa que fue debido a un accidente, pero no ofrece más detalles.

Ariana se sumerge en las aguas, y aunque prometieron no ir más allá, la pareja se rinde ante el amor y vuelven a besarse en una de las escenas más lindas de la cinta.

La llegada a Machu Picchu

Hasta que nos volvamos a encontrar

Al llegar a Machu Picchu, Salvador confiesa que ha sido conquistado por el Perú.

Luego de un largo recorrido de cinco días, Salvador y Ariana se disponen a entrar a Machu Picchu. Antes de ingresar al santuario, Ariana hace una pausa y pregunta “¿Listo para conocer la maravilla peruana? a lo que Salvador le responde “Yo pensaba que ya la había conocido”, en referencia al personaje interpretado por Cayo.

De fiesta con el Perú

Hasta que nos volvamos a encontrar

Ariana lleva a Salvador a una fiesta organizada por su amigo Uberto, interpretado por Amiel Cayo. En ella, Salvador se sumerge en las costumbres y tradiciones del Perú e incluso se anima a ayudar en la preparación de la huatia.

En dicha celebración, Salvador se deja encantar por el país de Ariana, por la gastronomía, la bebida y las danzas, mientras se da cuenta de lo mucho que disfruta pasar tiempo con la mochilera.

A la búsqueda del amor

Hasta que nos volvamos a encontrar

Luego de que Ariana se marchara del hostel Tupananchiskama, Salvador emprende su búsqueda por Puno, el lugar que ella había hablado de visitar. Aunque sin éxito, esa travesía la lleva a conocer a un grupo de mochileros entre los que resaltan Mayella Lloclla y Rodrigo Palacios, quienes lo llevan hasta Paracas, donde la geolocalización del celular roto de Salvador, ubica a Ariana.

En medio del paradisiaco lugar, Salvador logra encontrar a Ariana en un nuevo hostel, mientras ella ordena unos libros, y le confiesa que ha decidido renunciar a la corporación de su padre y tomarse un año sabático.

El final feliz

Hasta que nos volvamos a encontrar

Aunque al inicio, Ariana se mostraba incrédula del cambio de Salvador, que planeaba abandonar el estilo de vida al que está acostumbrado, los personajes se rinden al amor y acaban aceptando que, a pesar de sus diferencias, ha nacido una conexión especial entre ellos.

La última toma de Hasta que nos volvamos a encontrar los muestra corriendo hacia el mar, mientras ríen a carcajadas y celebran haber coincidido una forma tan mágica y especial.

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