El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, visitó la región Lambayeque, recorrió atractivos turísticos y también el botadero donde más basura se acumula en dicha región.
Por Gabriela Peña
Esta semana, unos tuits de Álvaro Vargas Llosa, hijo de Mario Vargas Llosa, anunció una insólita visita del Premio Nobel de Literatura a Lambayeque.
Vargas Llosa visitó la ciudad de Chiclayo.
Entre los destinos que visitó se encuentran las playas de Pimentel y Puerto Eten, encantadores puntos turísticos que contrastan con las pampas del distrito de Reque, que también visitó, llamando la atención de propios y extraños. ¿La razón? Durante más de medio siglo, este lugar de 307 hectáreas se utilizó como relleno sanitario informal en Chiclayo.
Según lo publicado por el hijo del escritor, el Nobel de Literatura llegó hasta este recóndito lugar ubicado a la altura del kilómetro 507 de la Panamericana Norte para reunir evidencias para un documental.
El vertedero (botadero) de Reque. El novelista, cuaderno en mano, ante la basura. ¿Qué hará con ella? 8/11 pic.twitter.com/1GH1LvDIsE
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) September 28, 2022
Botadero de Reque cerró por contaminación
Según el medio de noticias RPP, la Municipalidad de Chiclayo clausuró este botadero en el mes de agosto, por recomendación de la OEFA, debido a la contaminación ambiental que provocó por la acumulación de basura. Según este organismo, alrededor del 70% de los desechos vertidos durante más de medio siglo se incineraron, lo que perjudicó la salud de la población cercana.
En conversación con RPP, el alcalde de Reque, Julio Huertas Ciurlizza, solicitó al municipio de Chiclayo, que tiene jurisdicción sobre el terreno, iniciar un proyecto de restauración de las más de 307 hectáreas de sus pampas degradadas por el tiempo. En ocasiones, según OEFA, se recibían diariamente un promedio de 300 toneladas de residuos.
Botadero de basura de Reque se clausuró por significar un peligro para la población cercana.
Si bien el Ministerio del Ambiente puso en marcha, el año pasado, unas celdas transitorias a donde temporalmente va a parar los residuos generados en Chiclayo, estas solo tienen una duración de tres años, pasado ese tiempo se debe inaugurar el relleno sanitario, a donde finalmente se dé la disposición de los residuos sólidos. No obstante, según Huertas Ciurlizza, no existe proyecto al respecto así como tampoco existe un proyecto para restaurar las hectáreas de tierra degradadas.
Este vertedero también es lugar de trabajo para un promedio de 300 personas. Francisco Sánchez, secretario del sindicato de recicladores, dijo que muchos de ellos han trabajado en el sitio durante 30 años y exhortó a la Municipalidad de Chiclayo que construya una planta para los recicladores para que no queden excluidos del cierre del botadero.
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