Carlos Añaños le da su café cargado al gobierno y le devuelve la fe a los empresarios. El líder empresarial analiza la situación de su natal Ayacucho con el Patronato Pikimachay, no descarta volver a la política y anuncia su próximo emprendimiento en Tiyapuy: un café premium cultivado por los agricultores del Vraem.

Por Isabel Miró Quesada

-¿Cómo está Ayacucho luego de las elecciones?

-Mira yo a Ayacucho la veo en dos etapas fundamentales: la pre COVID y la post COVID. Las elecciones han sido muy recientes y no tengo capacidad de hacer un análisis profundo, pero en el post COVID veo una sensación maravillosa de muchos emprendedores, muchas personas intentando forjar, intentando emprender. Solo te voy a comentar dos hechos fundamentales: primero, que Ayacucho participó con su marca en la feria alimentaria 2022 organizada por ADEX el 23 de septiembre en Lima, donde ganó el concurso de innovación nacional, lo que nos llena de orgullo, esperanza y visión de largo plazo para los que creemos que el desarrollo de Perú obedece al desarrollo de sus empresarios. Segundo, que un hotelero importante de Ayacucho ha hecho el primer hotel tipo domo trasparente, con un diseño moderno, sostenible y eco amigable. Esas cosas me motivan y me dan la sensación de que la activación del país viene por la de los motores productivos de su gente. Y en Ayacucho hoy se ve mucho ánimo, mucho entusiasmo y muchas ganas de salir adelante.

-Y eso también lo vez con el crecimiento que ha tenido Tiyapuy, que ha sido bárbaro.

-Con Tiyapuy hemos vivido un crecimiento importante. Primero porque hemos agotado todas las papas nativas del departamento de Ayacucho. Y estamos trabajando de cara al futuro para poner en valor ya no solo las papas nativas de allá sino también las de otras regiones. Mi sueño es que se agoten las papas nativas.

Vraem

“Hoy mi único sueño es intentar ayudar con un granito de arena. Ojalá los ayacuchanos y otras personas puedan vivir mejor. Ese es mi sueño”.

-Cuál es el volumen de las papas nativas de Ayacucho, para darnos una idea.

-Lo que estamos proyectando al año 2027 son unas 25,000 toneladas métricas de papa para consumo. Ese proyecto podría generar varios miles de empleos. Esto significaría que en el séptimo año de la empresa miles de personas podrían cambiar sus vidas, encontrar trabajo digno y poner en valor sus tierras que hoy están olvidadas. 

-¿Cómo funciona la empresa, para quienes aún no la conocen?

-Tenemos una relación estratégica con los agricultores donde ellos son parte del proceso productivo. Somos la única empresa de consumo masivo que tiene trazabilidad en blockchain. Nosotros sabemos el origen de la semilla, cómo se cuida, cómo se siembra, cómo se riega, cómo se cosecha y se procesa, y finalmente cómo llega a la mesa del consumidor. Hacer toda esa trazabilidad le llamamos end-to-end. Vía blockchain nos permite identificar qué agricultor y en qué localización de qué zona y a qué altura está cuidando los frutos. Ellos son parte de nuestro proceso y trabajamos de forma conjunta. Entonces nosotros creemos que ése es el camino sostenible con visión de largo plazo. Tres años atrás la agricultura de las papas nativas era muy casera, la gente sembraba para su autoconsumo y solo lo que le sobraba iba al mercado. Lo que hemos generado es una empresa que permita generar más demanda para que la oferta crezca. La única forma de que exista el crecimiento y el mantenimiento de la biodiversidad es cuando generemos grandes volúmenes, los que darán grandes márgenes. Eso cambiará la calidad de vida de las personas. Este es el camino correcto: vender productos orgánicos y saludables que ponen en valor nuestra biodiversidad.

-Es también una forma de recuperar tierras y ponerlas en valor, como ocurre en el Valle del Sondondo, donde había andenes olvidados.

-Por ejemplo, tú has visto los andenes de Andamarca que datan de mil y pico de años, que no están puestas en valor. Y la pregunta es por qué están abandonadas, por qué  no hay productos o marcas que consuman esa productividad o de la puesta en valor de esas tierras maravillosas productivas. El ganado se come esa tierra. La única manera de cambiar eso es vendiendo productos de valor añadido, no solo materia prima. 

-¿Cómo se incorporará el nuevo cultivo de café en la dinámica de la empresa?

-Yo soy nacido en San Miguel (La Mar), que pertenece a la zona del Vraem. Y estamos haciendo lo mismo que hicimos con las papas nativas para intentar lanzar un café que tenga otros atributos, otras ventajas. Así pondremos en valor ese gran esfuerzo de la gente en zonas inhóspitas. En el Bosque de las Neblinas, por ejemplo, que está a una altura aproximada de 1700 – 1800 m.s.n.m., donde castiga la neblina y se combina con el clima cálido de la zona de ceja de selva. Eso hace que los aromas, los atributos, las expresiones y las notas del café florezcan mejor. Es así, con orgullo, que lanzamos el 29 de este mes de octubre el primer café que tiene 86 puntos en taza. Y también una selección privada para Friends And Family de 90 puntos taza que sería uno de los mejores cafés del mundo. En Lima, por ejemplo, se venden cafés de 70 a 74 puntos de taza. Además estamos lanzando una forma diferente de valorar el esfuerzo de los agricultores. El Perú, hoy, exporta 200 mil Kg. de café, cerca de US $1000 millones. La pregunta es cuánto de ese café sale del Perú con valor añadido. Nuestro sueño es que salgan los productos con valor añadido, no solo como materia prima. Es hacer que desde el Perú nazca un producto de espectacular calidad y pueda tener un nombre y un reconocimiento en el mundo de los cafés. Ese es nuestro esfuerzo con Tiyapuy. Para eso tenemos que hacer todo un trabajo con diversas instituciones nacionales y extranjeras.

-O sea que el Vraem ya no será reconocido sólo como el lugar de dónde sale la coca, sino sobre todo el lugar donde se hace el mejor café del mundo.

-¿Por qué no cambiar un centro de producción de droga y por un centro de producción de los mejores productos biodiversos. Porque ya no solo hablamos de cafés, sino de una infinidad de productos como la cúrcuma. Es el mejor desinflamante catalogado a nivel mundial. ¿Cuántas empresas del Perú exportan cúrcuma en forma de cápsulas? ¿Cuál sería la oportunidad de exportar aceite de coco, por ejemplo?

-¿Dónde está el problema, que tan viable sería cambiar el modelo de producción y darle este valor agregado a los cultivos del Vraem?

-Son temas logísticos, de acceso y de oportunidades, de soporte. Logísticos porque creo que el Vraem no puede estar tan lejos de Lima como Costa Rica. Porque de Costa Rica a Lima llegas más fácil que del Vraem a la capital. El Vraem no está conectado, no tiene un aeropuerto. Entiendo los temas delicados, pero si está operado por la DEA tiene que tener un aeropuerto.

-Me has comentado que sí tiene un aeropuerto pero que está bloqueado.

-Tiene un aeropuerto, pero no le dan los permisos por razones diversas. No quiero entender mal ni interpretar las razones, pero sí lo tiene que operar la DEA o lo tiene que operar el Ejército tiene que funcionar ese aeropuerto, tiene que estar operativo para conectar al Vraem con Lima. El segundo tema es el acceso a las carreteras. El tercero es el soporte técnico. Por ejemplo, la piña del Vraem no puede llegar a Ayacucho por temas regulatorios, fitosanitarios y no sé qué. La pregunta es por qué la mejor piña no puede estar presente en Ayacucho, en Lima y en el resto del mundo. ¿Por qué hacemos chifles en Piura con plátano ecuatoriano? 

-Yo pensaba que la piña Golden no llegaba a Huamanga por la falta de camiones refrigerados. Es un tema burocrático.

-Son temas burocráticos y de acceso, las dos cosas. Lo fundamental es generar confianza, de eso se trata en una sola palabra. Generar confianza y apoyar a los emprendedores del Vraem para la producción de productos sostenibles que sean sustitutos de los productos que no queremos que se produzcan. 

-Cuéntanos sobre el lanzamiento, que por cierto coincidirá con la edición que conmemora los 30 años de Cosas.

-Va a ser el sábado 28 de octubre. En teoría empezaremos con el lanzamiento el viernes 27 en Huamanga, en la feria anual de FICAFE, donde se congregan todos los productores de café del Perú y donde nosotros estaremos con muchos agricultores del Vraem, haciendo una sola fuerza y mostrándole al Perú y a los visitantes del mundo que somos capaces de producir un espectacular café. Esto se hace en unión con ellos. No quiero que sea una marca de Tiyapuy sino una marca de Ayacucho, cobijada con el cariño de esa alianza estratégica que estamos trabajando con productores del Vraem para que ojalá, en el transcurso de los años, nosotros podamos darle mejores alternativas para sus áreas de cultivo. Con orgullo te puedo comentar que este año 2022 hemos comprado el 100% del café de 86 puntos de taza que hay en el Perú.

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“La gran valía que tiene el Perú es su gente, esos emprendedores innovadores, creativos, disruptivos y valientes con una gran capacidad de resiliencia. Hemos salido de momentos duros y no nos dejaremos vencer”, señala Añaños.

-A propósito de Ayacucho, poca gente conoce lo accesible y hermoso que es para el turismo interno, sobre todo ahora que se vienen las fiestas.

-Ayacucho es un destino irrepetible y accesible. Es el único departamento que les puede hablar de 20 mil años de historia, ya que el primer hombre que vivió en América, desde Canadá hasta la Patagonia, era ayacuchano. Richard MacNeish, un antropólogo americano, escribió hace 50 años cuatro tomos sobre la vida y comportamiento del hombre en las cuevas de Pikimachay. El israelí Noah Harari habla sobre los hombres de los Andes de América. Yo me pregunto ¿quién vivía en los Andes de América hace 20 mil años? El hombre de Pikimachay. Y probablemente de él decantan las culturas que tenemos hoy. Ayacucho es un libro aún por contar, un libro abierto. Es un destino maravilloso desde Pampa Galeras hasta la Puya de Raimondi, incluyendo los bosques gigantescos y los animales de donde salen las prendas más finas y hermosas del mundo. El terrorismo estereotipó a Ayacucho. Huamanga no es esa ciudad de terror y miedo. Es una ciudad de gente buena.

-A través de la fundación se ha hecho un trabajo a conciencia para promover la seguridad en Ayacucho.

-Hemos trabajado desde el Patronato Pikimachay allá por el 2017, con un sistema que le ha bajado 17 escalones al índice de inseguridad. Ayacucho es hoy la cuarta ciudad más segura del Perú, superando a Cusco y Arequipa.

-Carlos, ¿este es el proyecto al que le vas a dedicar tu vida?

-A ver, yo soy un ayacuchano orgulloso de mi tierra. Lo que te quiero decir es que no me olvido de mis orígenes. Quiero y amo a mi país y a mi Perú, y en especial a mi Ayacucho. Mi sueño es servir, que me den la oportunidad de ayudar. Solo eso. Me siento una persona con un cierto grado de éxito empresarial, personal y profesional. Hoy mi único sueño es intentar ayudar con un granito de arena. Ojalá los ayacuchanos y otras personas puedan vivir mejor. Ése es mi sueño.

-Empezó como un sueño imposible pero ahora vemos que Tiyapuy ya está en los EEUU, México, y algunos países de Latinoamérica. Y pronto entrará a Europa. Empezaste con papas, luego fideos con quinua y ahora tenemos café.

-Yo creo que sí, es tangible. En la última expo alimentaria Ayacucho ganó  el premio a la innovación. Los peruanos somos creativos, inventores, capaces de transformar y hacer maravillas en nuestras vidas. Estoy convencido de que lo vamos a lograr.

-Empezaste de bodeguero a los 8 años.

-Yo siempre hablo del círculo virtuoso de la generación de valor del país. Si hay inversión, hay empresa. Si hay empresa, hay empleo. Si hay empleo, hay salario, y entonces hay consumo e impuestos como el selectivo. Si el IGV representa el 75% de la recaudación que va para mantener el sistema, el gobierno y la educación, entonces seamos conscientes que podemos hacer grande esa torta. Podríamos tener un ingreso per cápita mayor. Perú debería pensar como España, Noruega, Finlandia u Holanda. Más que quitarnos lo poco que tenemos hay que ampliar la base productiva. Hoy el ingreso per cápita es de US $7 mil al año, cuando el objetivo debería ser 18, 20 o 30 mil. Y el presupuesto en educación debería ser del 5% de ese monto. 

-¿Qué mensaje le darías a estas tres instancias: el gobierno, los empresarios y los emprendedores?

-Yo al gobierno le diría que enfoque su visión. Hay dos caminos: destruir la nación o engrandecerla. Destruirla es fácil y luego podemos pasar a ser como Venezuela. Hay dos caminos: el desarrollo o la destrucción. A los empresarios les diría que no pierdan la fe, no perdamos la esperanza. Perú es un país maravilloso, es el cuarto país más biodiverso del mundo, el tercero en tener más microclimas, el octavo en tener la mayor reserva de agua dulce del mundo. Este país puede ser la despensa mundial de la alimentación. No por gusto hace pocos días nos hemos convertido en el noveno país con la mayor cantidad de exportación de productos frescos y frutas del mundo. A los emprendedores les diría que crean que el Perú necesita la posta. La gran valía que tiene el Perú es su gente, esos emprendedores innovadores, creativos, disruptivos y valientes con una gran capacidad de resiliencia. Hemos salido de momentos duros y no nos dejaremos vencer. Es un momento duro pero no pierdo la esperanza. 

-Yo no pierdo la esperanza de que tú seas presidente del Perú.

-Es tan difícil responder eso ahora. No sé qué decirte. Hay mucho que pensar,  mucho que analizar. Tomarse un té de tilo.

-Mejor un café del Vraem.

Si tomo el café del Vraem con 86 puntos por taza ya sé cuál va a ser la respuesta.

-Entonces eso es lo que debemos de tomar. Para cambiarle la identidad al Vraem y la autoestima de los peruanos.

-En términos de puntos taza será un café de excelencia, buscando que esa excelencia no solamente esté en el proceso productivo sino también en la puesta en valor. Ese es el café del Vraem.