A casi un año de su compromiso, Josefina Vargas Llosa contrajo matrimonio con el empresario mexicano Emiliano Camarena, en una ceremonia que tuvo lugar en la Basílica de San Pedro, con dos días previos de celebraciones en distintos lugares de Lima, junto a familia y amigos que llegaron del exterior.
Por Diego Ochoa Acosta Fotos Amir Yahia & Veronica Pflucker
El pasado 4 de marzo, Josefina Vargas Llosa y Emiliano Camarena se dieron el “sí” en un tradicional matrimonio religioso celebrado en la Basílica de San Pedro, que contó con una posterior recepción y fiesta en el MALI. Hasta ahí llegaron muchos invitados desde México, país natal del novio, y de diversas partes del mundo, ya que ambos han cursado estudios en el extranjero. El número de invitados ascendía a cuatrocientos.
Josefina eligió a Felipe Ossio para que se encargara de todo lo necesario para el gran día. Él fue el encargado de llevar a la realidad las ideas que ella tenía en mente desde hacía mucho.
El traje de novia estuvo a cargo del reconocido diseñador español Lorenzo Caprile, con quien Josefina trabajó desde que se comprometió. Tuvieron aproximadamente doce pruebas de vestuario, y la inspiración para el diseño fue Grace Kelly, quien fue la novia que más fascinó a Josefina desde pequeña.
Para el buffet, Ossio escogió un mix de comida internacional, debido al nivel de la concurrencia, y la mesa de dulces fue una presentación aparte.
La torta fue una sorpresa, ya que fue diseñada por Josefina. Ella tenía una idea muy clara de cómo quería que fuera, como la cantidad de pisos y una decoración de rosas blancas que caían como una especie de cascada. Fueron aproximadamente trescientos sesenta y cinco días en los que Josefina estuvo trabajando para tener una boda tal como la soñó.
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