Homenaje a Ricardo Ghibellini por su trayectoria en el campo de la producción musical, la publicidad comercial, la creación de medios de comunicación y las campañas electorales. Mientras repasa el soundtrack del país, Ricardo rememora anécdotas y analiza el escenario político actual, entre Dina Boluarte, la resaca de Castillo y los futuros candidatos.

Por Carlos Cabanillas

Fotos Jacques Ferrand

«Empecé en 1973 como técnico de grabación en Sono Radio”, recuerda Ricardo Ghibellini mirando la puesta de sol desde la sala de su casa. Rebobina el cassette con un sorbo de un pisco artesanal que él mismo ha creado. Pronto aparecen todos los nombres que forjaron la memoria musical y televisiva del Perú durante las últimas
décadas.

Eva Ayllón, Magaly Medina, Alan García, Baruch Ivcher, Arena Hash, Tania Libertad, Arturo ‘Zambo’ Cavero, Grupo Río, Alfonso Barrantes, Pedro Suárez-Vértiz, Mario Cavagnaro, Jesús Vásquez, Raúl García Zárate, Jorge Salmón, Kiri Escobar, Cecilia Bracamonte, Los Chamas, Javier Pérez de Cuéllar, los Crousillat, Phillip Butters, Roxana Valdivieso, Lucho Llosa. “Todo lo que he hecho lo hice a través de la música”, concluye.

Ricardo en el día de su boda junto a su esposa Liz Thorne y Luis Delgado Aparicio, más conocido como «Saravá».

Y quizá esa historia empezó porque venía de una familia sonora. En casa, sus hermanos Sergio y Mario también eran músicos. Y varias décadas después, sus tres hijos estudiarían artes, siempre con un pie cercano a la música (su hijo Ricky tiene a ‘Chiki Toonz’). Alguna vez hizo un primer concierto con Gian Piero Solari y Roxana Valdivieso en El Suche. Fue natural que en 1974 trabajara con Jaime Delgado Aparicio. Y con Luis Delgado Aparicio condujo el programa de salsa “Maestra Vida” en la radio. “Yo le puse el apodo de Saravá”, recuerda, pensando en aquel 1978. A través de la música llegó a la publicidad, sobre todo haciendo jingles. En los años ochenta llegó al mundo de la televisión, trabajando en canal 2 con Bernardo Batievsky.

Y luego entró a manejar campañas políticas. Su primer gran reto fue la campaña de un joven candidato del APRA a la presidencia: Alan García. La canción elegida fue “Es mi Perú”, de los Hermanos Zañartu y Óscar Avilés. Luego llegaría el primer gobierno aprista. Él se fue a Estados Unidos por unos años, donde puso una productora. Allá, en 1989, nacieron Los Hijos del Sol, un éxito mundial. “He producido en total unos ciento sesenta y cinco discos LP”, hace memoria. Y ahora mismo produjo, durante la (pos)pandemia, el álbum de una joven artista peruana: Mayra.

Una fusión que combina algunos clásicos criollos peruanos con una producción argentina y una ambiciosa puesta en escena instrumental, además de un toque bonaerense que toma del tango y del rock. Su paso por Argentina también lo marcó, claro. Fue allí donde trabajó con estrellas como Lito Vitale, Alejandro Lerner, Juan Carlos Baglietto, Sandra Mihanovich, Julia Zenko y Daniel García.

A su vuelta a Lima, fundó la disquera Sono Sur. Se metió en dos campañas políticas: la de Alfonso Barrantes ‘Frejolito’ en el 90, a pedido de García. Y la de Javier Pérez de Cuéllar el 95. En el 96 creó los canales de Telefónica y se metió de lleno en los canales de noticias. Además de Movistar, fue miembro del Consejo Editorial de América Televisión, en representación del Grupo Bavaria, creador de RPP TV y Cable Mágico (Cultural, Deportes y Noticias). También implementó la Cadena Sur en los Estados Unidos. En medio de la vorágine televisiva, volvió a hacer la campaña de Alan García, en 2001, esta vez con otra canción: “Y se llama Perú”, junto al ‘Zambo’ Cavero. Luego llegaría la campaña de 2006 y el segundo gobierno de Alan García.

Ghibellini junto a Alan García Pérez, presidente del Perú en dos periodos.

Por su lado, se le encargó la presidencia de IRTP Canal 7. También pasó por PromPerú. Finalmente, fue embajador del Perú en Brasil (2008-2011), donde fue condecorado con la Orden de Río Branco en grado de Gran Cruz. En Lima, a su vez, fue condecorado con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Comendador. También dirigió el Grupo Salinas, y se involucró en Azteca TV, Capital TV, Cable Canal de Noticias (CCN) y PBO.

En este último canal es actualmente el presidente del directorio. Además, es miembro del consejo Latinoamericano PRISA. “Ahí todos son tigres, pero también son caviares”, adelanta. “Pero ojo: ya no veo televisión”, confiesa hoy, mientras habla sobre cómo ha cambiado el mundo que conoció. Después de todo, la industria televisiva, el negocio publicitario y la pasión musical quizá hayan sido los rubros que más han cambiado en los últimos cincuenta años.

¿No ve a su hermano Mario en Canal N?

A mi hermano Mario nunca lo he visto en Canal N, solo lo veía cuando trabajaba en RPP TV. Hoy RPP es inescuchable. ¿Qué me aporta ver a Chincha o Huertas?

¿Qué falta en la televisión peruana actual?

Dirección periodística y televisiva. Lúcar es mi pata, por ejemplo, pero hoy está contigo y mañana en tu contra. Me llama Phillip Butters en las mañanas y me dice: “¿Qué tal, viste?”. Sí, de puta madre, le digo. Él es una mezcla de Humberto Martínez Morosini y Ferrando. Como periodista puede decir: “Tomen esta gaseosa”, y lo hacen.

¿Cómo se informan los que no ven televisión?

Me entero en la mañana por el WhatsApp. Tengo un chat abierto con varios amigos periodistas.

El negocio ha cambiado mucho.

En el Perú, la propiedad y la publicidad de los medios es un arroz con mango. Acá está prohibido que un extranjero tenga un medio, pero todos saben que el «Fantasma» tiene dos canales. García me decía: «Haz lo que te dé toda la gana». Eso ya no pasa ahora.

Era un personaje totalmente televisivo.

Un personaje buenísimo, le ponías un micrófono y ya. Improvisaba con cualquiera con quien estuviera reunido y decía algo sólido. Yo quería hacer una miniserie del Perú a través de los ojos de Alan. Él empezó el guion que luego terminó en su libro: «Metamemorias». Era algo como «My Way» de Silvio Berlusconi en Netflix.

Dicen que Alan escuchaba a todos, pero al final decidía solo.

La gaseosa y el desodorante son lo que son, la coyuntura no los cambia. El político cambia todos los días. El publicista debe ser un amplificador de los objetivos y las ideas del político. Tiene que estar al lado suyo y amplificar esa materia prima. Eso de que el publicista inventa al político es un error.

Es un error que parece una tendencia. Publicistas caros y políticos malos.

Es un error. Creen que porque contratan a tal o cual ya está ya. Acuña, dentro de la cagada que hay, está en segundo o tercer lugar porque por lo menos se ha hecho solo, es criollo. Tiene una cantidad de defectos, pero con él se puede hacer algo. Con otros, no. El APRA, por ejemplo, es la fórmula de la Coca Cola. Compara su formación con la de un Forsyth. Y tienen buenas figuras, como Velásquez Quesquén, Nidia o Elías. Pero tienen que trabajar para conseguir unos ocho o diez congresistas, para jalar la carreta.

Juan Carlos Baglietto, Ricardo Ghibellini y Lucho González.

¿Cómo ve a Rafael López Aliaga?

Es un tipo inteligente, chambero, muy preparado y aparentemente incorruptible. Está convencido de sus ideas a punto de flagelarse. Le faltan kilómetros, pero va a aprender, porque cojudo no es. Y alguna ideología que lo soporte más allá de “matar a los caviares”. Lo va a hacer bien en Lima.

¿Qué le parecen los autoproclamados nuevos precandidatos como Roberto Chiabra?

Chiabra es un tipo que conoce el Estado. Ha sido comandante general, milico, héroe del Cenepa y ministro de Defensa. Cojudo no es y conoce la maquinaria. Ha tenido buenas intervenciones en el Congreso, pero ha debido amplificarlas. Pero es milico, y su entorno es muy militar. Es una desventaja, porque aquí no hay que pensar como militar, sino tener ciertas cualidades, como la flexibilidad.

Buscar a un presidenciable uniformado parece otra tendencia. Además de Chiabra están Antauro, Urresti, Williams… El caos llama al militar.

Desde que el Perú es Perú. Desde que tienes una casita, buscas a alguien que te cuide de este burdel el que tiene la pistola.

¿Cómo ve a Antauro Humala?

Es un loco de mierda.

Pero ahora que todo el país enloqueció, el loco ya no se ve tan loco.

Y tiene arraigo popular. Mira, para que Castillo tenga el arraigo que aún tiene, tienes que ser muy pelotudo. Ese tipo no resiste análisis.

¿Qué le pareció Pedro Castillo como producto, como creación electoral?

Los genios de la comunicación social son los caviares. Ahí ha habido plata y asesoría de afuera. Pero sobre todo no hubo competencia. Si le ponías un Bukele, lo hacías mierda.

Asesoría de afuera y ahora injerencia de presidentes extranjeros.

Siempre ha habido eso, solo que antes había cinco vuelos a Nueva York por semana. Ahora hay dieciocho o veinte.

¿A la presidenta le falta un buen publicista, para empezar?

Dina Boluarte se está adecuando. Se va a quedar hasta el final. No la conozco ni la quiero conocer. Pero al menos ha puesto técnicos buenos en algunos ministerios importantes. No creo que los caviares logren convocar a elecciones y meter a un Sagasti 2. De lo que era el Perú hace un año y medio a lo que es ahora, al menos hoy se ve cierto orden. El golpe y el escape de Castillo fue de república bananera total.

Pensando en las próximas elecciones, ¿la izquierda pagará el costo de Castillo o la derecha pagará el costo de Boluarte?

Quien pretenda hacer un gobierno con cierto nivel, tiene que conversar con todos y tener mano dura. Ya no hay romanticismo, salvo en el fútbol. En la segunda vuelta me preguntaron qué había que hacer, y sugerí sacar a Carlos Raffo. No me hicieron caso, así que hice la campaña “Ponte la camiseta” con futbolistas, solo con un iPhone desde
Argentina. Tuve veintiocho millones de vistas. Keiko tuvo seis millones con toda la Confiep y la SNI. Ella salía hablando con su hermano, tonterías. Debió hacer un tour con todos los otros candidatos y ganaba con 80%.

No puso agenda. Fue muy reactiva. Llegó a decir «palabra de mujer», copiándose de Castillo.

No dio sent ido de unidad ni de estadista. No fue grandilocuente. Se convirtió en una oponente cojuda.

Apeló a la razón con Luis Carranza, que habla muy bien. Pero faltó emoción.

No apeló a nada. Si tienes orden en una campaña política, puedes manejar la comunicación. Pero no puedes hacer un día una cosa y al día siguiente otra.

«Dato no mata relato». La elección es emotiva.

La votación es emotiva y esa es una ley universal. Tienes que buscar algo que aglutine eso. Castillo capitalizó el descontento, la rabia. Y los jóvenes, sobre todo, no tenían nada que perder.

Y capitalizó la radio en provincias.

Y cada gremio empresarial defendía su ombligo. Los manejan los empleados de confianza de los dueños. Nadie comunicaba algo de interés nacional.

¿Qué se puede aprender de la campaña de 2021?

Siempre ha sido más fácil vender la izquierda que la derecha. Salvo que estemos en una crisis como la de ahora, donde creo que alguien puede poner ideas sobre riqueza y progreso. Ahora, en su mayoría la gente no es de izquierda ni de derecha. Pero hay cosas que rompen el hielo. La idea no era vender a Keiko, sino el deseo de un país ganador. Todo esto empezó con PPK, que mintió y nos dejó a Vizcarra. Pésimo, una mierda. Ojalá nunca más se repita algo así en el Perú. Pero así estamos.

¿Un consejo final para Dina Boluarte?

Que confíe en los buenos, nada más. La verdad es que no la sigo. Pero el hecho de ver a Petro, AMLO, Boric y los argentinos metiéndose desde la izquierda puede despertar el patriotismo de los peruanos. “Estos qué se meten”, dicen. El patriotismo es el elemento número uno. Hay que jugar a que el Perú es mejor que los otros, porque mira cómo la economía peruana sigue bien más allá de la política.

A Ricardo en sus cincuenta años en la música

Sobre su rol en la segunda vuelta presidencial del 2021: «Hice la campaña «Ponte la camiseta contra Pedro Castillo con futbolistas peruanos solo con un iPhone desde Argentina. Tuve 28 millones de visitas».

Cecilia Bracamonte – Cantante

“Ricardo es un amigo al que quiero mucho. Lo admiro por su creatividad, por su sentido del humor, negro, ácido y que yo disfruto y me hace reír. Es un hombre muy ocurrente, culto, inteligente, coqueto y muy amigo de sus amigos. Por eso y más, lo quiero con el alma”.

Magaly Medina – Conductora de TV

“Yo era soltera, trabajaba en televisión y ya era conocida. Ricardo se acerca a nosotros a través de Ney Guerrero, mi productor; estaba buscando una figura para una empresa televisiva. Ese fue nuestro primer acercamiento. Recuerdo que viajamos a México por ese tema y nos hicimos muy amigos con él y su esposa. Siempre los he considerado mis hermanos mayores. Cuando fui a la cárcel por seis meses, él me visitó todos los domingos junto a su esposa y sus hijos. Hasta que un día me dijo que le pidió a Alan un indulto presidencial y que él había aceptado.

Entonces le consulté a Nakasaki y me dijo que había requisitos, y que uno de ellos era aceptar el delito y pedir perdón. Le dije a Ricardo que no podía aceptarlo. Y le agradecí tanto a él como al presidente García. Cuando salí de la cárcel, me dio estrés postraumático. Fui a terapia y, en ese entonces, Ricardo y su familia fueron mi primer refugio. Él aprobó a mi marido. Él fue mi cable a tierra, mi hermano y mi papá. Y creo que él es así con todos los que quiere, por eso es tan buen amigo y padre”.

Luis Gonzales Posada – Ex Canciller

«No hay anécdota. Ricardo es una anécdota. Inteligencia productiva y traviesa. Principios y lealtad comprobadas con los amigos en momentos difíciles. Feroz enemigo con personaje purulentos, especialmente felones. En gran parte a su esfuerzo y talento logramos dos victorias electorales y esperamos que ahora que es un tierno abuelito pueda quitar un espacio a los nietos para seguir en la brega».

Phillip Butters – Periodista

“A Ricardo lo conozco de toda una vida, porque es un famoso productor musical y televisivo. Pero además es el papá de la criatura llamada PBO. Hace muchos años me aconsejaba de manera imperativa que debía tener mi propio canal de televisión, canal de YouTube, Facebook, Twitter y radio. En buen romance, él es quien me empuja para tener lo que hoy tengo, que es una realidad. Le debo, evidentemente, mucho.

Con su consejo, me permitió desarrollar algo en lo que soy un ignorante. Y no solo eso, sino que también me presentó a Ricky, su hijo, que es quien ha creado todo lo que a mí se me ocurría y ha hecho realidad lo que hoy por hoy es PBO: el único canal multiplataforma del Perú.

Salimos en simultáneo en Willax, PBO TV, PBO Radio, Facebook, Twitter y YouTube. Un producto único que ha sido motivado, empujado y escueleado por mi mentor televisivo, que es Ricardo. Así que ya saben todos mis enemigos a quién le tienen que echar la culpa de sus desgracias”.

Tania Libertad – Cantante

«Mi querido amigo Ricardo Ghibellini ha estado presente, desde hace muchos años, en algunos de mis proyectos musicales, por lo que puedo dar fe de su talento y profesionalismo; pero lo más importante en él, es la pasión y el compromiso con que aborda la producción y difusión de la buena música, peruana y latinoamericana; por lo que merece todo mi respeto y reconocimiento».

Pedro Suárez-Vértiz – Cantante

“Ricardo Ghibellini es mi gurú. Porque es el tipo más inteligente que he conocido. Su matrimonio fue, es y será la máxima inspiración para el éxito del mío. Es el mejor productor, sonidista, camarógrafo, director, cineasta, empresario, manager, creativo y cocinero de comida italiana de todo el Perú. Sus proezas son alucinantes. Lanzó su disquera Sono Sur a finales de los ochenta, aprovechando que era ingeniero de sonido y que tenía equipos para realizar videos. Lo hizo en la peor crisis económica de la historia del país, y literalmente salvó a la música peruana.

Ghibellini tuvo muchísimo éxito con Los Hijos del Sol; luego decidió firmar a todos los artistas nacionales que andábamos sueltos, pues las disqueras clásicas habían quebrado. Es así como su productora, llamada ‘La Productora’, se convirtió en un centro de trabajo y socialización de los principales artistas del Perú”.

Bartola – Cantante

«Es un loco perfeccionista y un amante de la música con todo el corazón. Tuve la oportunidad de estar en «Los hijos del Sol» por él y crecí muchísimo ahí. Es un amigo a carta cabal. Y es un crítico híper duro. Tiene una visión que muchos quisieran tener en torno a la música y los audiovisuales. Ha logrado los proyectos más grandes en el Perú y es el mejor en su rubro. Es un genio creativo. Lo quiero mucho y lo admiro un montón. Un beso inmenso para él. Toda mi gratitud».

Mayra Goñi – Cantante

«Conozco a Ricardo hace unos 20 años y cuando tenía 18 años él apostó por mí grabando mi primera producción internacional en Buenos Aires. Hoy estamos por lanzar una nueva producción también con músicos de Argentina y con el sello de Ricardo».

Johnny Schuler – Amante del pisco

«Nos une la pasión por la música criolla, por las sartenes, por los habanos y evidentemente, por el pisco. Es uno de los más acérrimos piscómanos. Entendido, coleccionista y bebedor de pisco. Todas estas pasiones se resumen en nuestra pasión por el Perú».

Jorge Salmón – Publicista

«Ricardo es un personaje interesante. Tiene una cultura musical sorprendente. Pero no es eso lo que destaca en su personalidad irónica, cachacienta e irreverente, si no su don de gentes. Eso aprecie desde el directorio del canal 7 y luego cuando fue nuestro embajador en Brasil. Amigo de sus amigos, Ricardo hace honor a su padre, una gran persona, a quien traté hace un millón de años. Resumo, una buena persona, correcta y jodona».

Lucho González – Músico

«Tenemos una hermandad siempre ligada a la música peruana. Una aventura maravillosa que nos tocó vivir fue cuando financió con su propio dinero una experiencia que soñaba desde muy joven: darle a la música peruana la oportunidad de expresarse de forma más moderna y fusionada. Así nacieron «Los hijos del Sol», cuyo disco mezclamos en Los Ángeles. Recuerdo que un músico que era amigo en común escuchó sobre su proyecto mientras volábamos en un avión. Y casi sin dudarlo nos prestó el dinero que faltaba para la producción. Esas cosas casi nunca pasan. Ricardo merece el reconocimiento eterno del Perú».

Roxana Valdivieso – Cantante

«Ricardo es, antes que nada, mi mejor amigo. Es multifacético en la amistad como lo es profesionalmente y por eso aparte de mi productor en inmunerables presentaciones, para mí ha sido paño de lágrimas, receptor telefónicos de complejísimos auto análisis sobre mi voz y la profesión de cantante. Además es mi compadre, tío querido de mis hijos y el mejor cocinero de pastas y de cuentos chistosos que sanan el corazón que he conocido.

Su conocimiento musical parece no tener límites, así como tampoco su pasión por la música del Perú. Esa misma pasión que lo llevó a crear la formidable agrupación de músicos que fue «Los Hijos del Sol» y a tener la loca idea de incluirme a mí en ella junto a Eva (Ayllón), cuando lo mío era el rock, el jazz, la canción francesa e italiana, y escribir canciones pop. Descubrí gracias a él que la fusión era posible y que inserta una voz como la mía en ese nuevo género representaba justamente esa libertad.

Creo que ya tuvo esa visión desde que nos conocimos, cuando yo cantaba Ruby Tuesday de los Rolling Stones con mi guitarra, todavía en uniforme de colegio. ¡Díganme que eso no es tener visión de productor!».

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